El Senador de Vermont de 78 años movilizó con éxito su férrea base leal y aprovechó el apoyo de la gran comunidad latina de Nevada en la primera contienda interna demócrata efectuada en un estado con una importante población minoritaria.
LAS VEGAS, 22 de febrero (AP) — Bernie Sanders obtuvo el sábado una rotunda victoria en la asamblea partidista de Nevada para consolidarse como favorito para ganar la candidatura presidencial demócrata en medio de un aumento en las tensiones internas en cuanto a si él es demasiado liberal para derrotar al Presidente Donald Trump.
Pese a la contundencia del triunfo de Sanders, un grupo de precandidatos se disputaba un distante segundo lugar y cualquier impulso que pueda generarse con ello mientras el proceso se enfila a Carolina del Sur y posteriormente al Super Martes del 3 de marzo. Joe Biden, Pete Buttigieg y Elizabeth Warren quedaron muy atrás de Sanders.
El Senador de Vermont de 78 años movilizó con éxito su férrea base leal y aprovechó el apoyo de la gran comunidad latina de Nevada en la primera contienda interna demócrata efectuada en un estado con una importante población minoritaria.
En una muestra de confianza, Sanders abandonó Nevada temprano rumbo a un acto de campaña en Texas, que ofrecerá uno de los mayores tesoros de delegados el Super Martes, que se encuentra a 10 días. El Senador progresista dijo a los partidarios en El Paso que Trump es “un mentiroso patológico que administra un gobierno corrupto”.
“Cuando nos unimos no hay nada imposible de lograr”, sostuvo Sanders.
Esta victoria de Sanders se da luego que también ganara este mismo mes en las primarias de Nueva Hampshire. Básicamente terminó empatado en el primer lugar en la asamblea partidista de Iowa con Pete Buttigieg, el ex Alcalde de South Bend, Indiana, quien pretende posicionarse como un rival ideológico frente a las tajantes políticas progresistas del legislador, pero que este sábado pasaba apuros para terminar en un distante segundo lugar en Nevada.
La victoria, aunque ha animado a los partidarios de Sanders, sólo ha profundizado las preocupaciones entre los líderes demócratas de inclinación convencional que temen que el autodescrito socialista demócrata sea demasiado extremista como para derrotar a Trump.
Durante décadas, Sanders ha propuesto políticas transformadoras para enfrentar las desigualdades en la política y la economía, y el mejor ejemplo es su distintivo plan de salud “Medicare for All” (Atención médica para todos) que reemplazaría al sistema privado de seguros con un sistema universal financiado por el gobierno.
A pesar del nerviosismo de la corriente demócrata convencional, los moderados han tenido dificultades para apoyar un candidato único, y la votación del sábado volvió a dividirse entre varios aspirantes.
Entre ellos se encontraban la senadora Elizabeth Warren, de Massachusetts, que necesita desesperadamente una chispa para reactivar su estancada precandidatura; el multimillonario Tom Steyer, que gastó más de 12 millones de dólares en propaganda televisiva en Nevada; y la senadora Amy Klobuchar, de Minnesota, quien confiaba en mostrar que su fuerte desempeño en Nueva Hampshire no había sido casualidad.