En anteriores ocasiones, Australia ha puesto nombres a los incendios forestales basándose en el día o en la localidad en la que se originan las llamas, como el Jueves Negro de 1851, el Miércoles de Ceniza de 1983 y el Sábado Negro de 2009 pero nunca ha puesto nombre a toda una temporada de incendios forestales, como ha sucedido ahora.
CANBERRA, 12 Feb. (DPA/EP) .– El Primer Ministro de Australia, Scott Morrison, ha asegurado que la ola de incendios forestales que ha dejado más de 30 muertos y ha calcinado miles de hectáreas de terreno en las últimas semanas representa un «verano negro».
Decenas de incendios siguen activos en tres estados de Australia este martes, incluido un fuego fuera de control a las afueras de Canberra, la capital de Australia. En su primer discurso del año ante el Parlamento australiano, Morrison ha dicho que quiere reconocer la devastación y las pérdidas provocadas por los incendios forestales.
«El humo por la quema de matorrales nos ha dejado un fuerte dolor en nuestro pecho que nos dice a todos que algo no está bien. Este es el verano negro de 2019 y 2020 que ha puesto a prueba nuestro carácter nacional y nuestra resolución», ha subrayado Morrison, muy criticado porque se fue de vacaciones en plena ola de incendios.
«Estos incendios todavía tienen que terminar y el peligro sigue ante nosotros en muchos lugares aunque hoy nosotros estamos de luto, rendimos homenaje, nos reflejamos y empezamos a asumir el hecho de que el verano negro continúa», ha explicado el ‘premier’ australiano.
En anteriores ocasiones, Australia ha puesto nombres a los incendios forestales basándose en el día o en la localidad en la que se originan las llamas, como el Jueves Negro de 1851, el Miércoles de Ceniza de 1983 y el Sábado Negro de 2009 pero nunca ha puesto nombre a toda una temporada de incendios forestales, como ha sucedido ahora.
Los incendios forestales son un fenómeno que se repite con cierta frecuencia en Australia pero las autoridades y los científicos han advertido de que la magnitud de los fuegos este verano no tiene precedentes. Los seis estados y los dos territorios federales han sufrido incendios que se han registrado en un periodo del año anterior al de los años precedentes.
Los incendios han afectado principalmente a cuatro estados, calcinando más de doce millones de hectáreas de terreno. Los fuegos han acabado con la vida de 33 personas, han quemado unas 3 mil viviendas y han provocado la muerte de más de mil millones de animales.