La inversión por contrato de la Comisión Federal de Electricidad se concentró en obra pública durante 2019. Pese a que la Empresa Productiva del Estado casi no tuvo gasto ocioso, aún existen áreas de oportunidad en materia de austeridad. Por ejemplo, las cifras oficiales indican que la Comisión erogó más de medio millón de pesos en calendarios y un cuarto de millón para cambiar una alfombra.
Ciudad de México, 6 de enero (SinEmbargo).- La Comisión Federal de Electricidad (CFE) tuvo un año difícil: sus ingresos y sus utilidades netas cayeron en los primeros nueve meses, y la credibilidad de su titular –el ex priista Manuel Bartlett Díaz– pendió de un hilo, en medio de acusaciones desmentidas por la Secretaría de la Función Pública, por ocultar propiedades y posibles conflictos de interés.
Los reportes financieros de la CFE indican que los ingresos por venta de energía aumentaron 13 por ciento entre el primer y segundo trimestre de 2019, así como nueve por ciento entre el segundo y tercer trimestre del año. Esto implica que los ingresos de la CFE cayeron 31 por ciento entre uno y otro periodo de comparación, a pesar de contar con crecimiento positivo sostenido.
Asimismo, las cifras oficiales indican que las utilidades netas de la empresa cayeron a pesar de haber sido positivas. Entre el primer y segundo trimestre, las utilidades fueron a la baja en nueve por ciento; y entre el segundo y tercer trimestre, en 68 por ciento. De modo que a la par que los ingresos de la CFE se incrementaron en 23 por ciento entre el primer y tercer trimestre del año pasado, las utilidades de la compañía cayeron en 71 por ciento.
En un contexto complicado para la CFE, en que sus costos de operación aumentaron 32 por ciento, las medidas encaminadas a fortalecer el superávit primario –para tener mayor margen financiero– son imprescindibles para impulsar la inversión en infraestructura productiva.
Entre el 1 de enero y el 5 de diciembre de 2019, la dependencia liderada por Manuel Bartlett Díaz inició 8 mil 133 contratos públicos con un valor conjunto de 16 mil 349 millones 719 mil 354.53 pesos, de acuerdo con datos de la CFE ante la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).
La mayor parte del gasto contratado fue destinado a obra pública (44 por ciento) y a la compra de materiales y suministros (34.4 por ciento). Además hubo contratación de servicios (21.5 por ciento) y arrendamientos de bienes muebles e inmuebles (0.6 por ciento).
Aunque la CFE casi no tuvo registro de gasto ocioso, hubo erogaciones que suponen áreas de oportunidad en materia de austeridad. Por ejemplo, las cifras oficiales indican que la Comisión erogó 556 mil 724.60 pesos para comprar calendarios, así como 257 mil 380.80 pesos para sustituir una alfombra.
En los últimos 12 meses, la compañía también gastó 750 mil 400 pesos en lavado de autos y 1 millón 764 mil 725.40 pesos por concepto de estacionamiento de sus vehículos oficiales.
LOS OBJETOS DE GASTO
La tercera parte de los contratos de la CFE fueron otorgados por licitación pública. El resto del gasto contratado hasta el 5 de diciembre de 2019 fue por “otro” tipo de procedimientos de contratación no especificados (64 por ciento) y por invitación a cuando menos tres personas (siete por ciento).
En total, la Comisión erogó 13 mil 573 millones 031 mil 918.10 pesos para comprar bienes y servicios relacionados con obra pública. En esta partida destacaron las inversiones para la construcción y modernización de infraestructura eléctrica (7.1 mmdp) y la compra de suministros y servicios para la producción energética de la compañía (6.5 mmdp).
Otra de las grandes partidas de contratación pública fue la de bienes y servicios para personal. Parte de los 785 millones 840 mil 216.94 pesos invertidos en este rubro fue utilizada para la compra de artículos de higiene personal (30.9 mdp), sobre todo toallas y jabones.
Asimismo destacaron los gastos de transporte (198.4 mdp) y viáticos (4.7 mdp) de funcionarios públicos, además de la compra de alimentos (3.8 mdp) y de ropa de trabajo no especializada o de protección (312.3 mdp), como chamarras, camisas y pantalones.
Entre el 1 de enero y el 5 de diciembre de 2019, la CFE también inició 310 contratos relacionados con vehículos oficiales, por un monto de 314 millones 228 mil 175 pesos.
Más allá de los servicios de estacionamiento y lavado de autos, la Empresa Productiva del Estado gastó en la compra de un camión recolector de basura (1.9 mdp), en llantas (25.4 mdp) y mantenimiento del parque vehicular (189 mdp), así como en gasolina (95.7 mdp), sin incluir los combustibles utilizados para la generación de electricidad.
También hubo inversión en eventos institucionales (3.6 mdp) y en arrendamiento de bienes muebles, inmuebles y maquinaria (3 mdp).
Sin embargo, entre los gastos más prominentes estuvo el mantenimiento de bienes muebles, inmuebles e instalaciones, con un costo de 1 mil 053 millones 104 mil 116.62 pesos. De esta partida destacan –además del cambio de una alfombra– los servicios de limpieza de instalaciones y maquinaria (319 mdp).
Otros gastos importantes en los últimos 12 meses fueron el de servicios de vigilancia privada (253 mdp), herramientas y refacciones (260 mdp), papelería y bienes de oficina (59.5 mdp), además del gasto en auditorías, avalúos, censos, certificaciones, diagnósticos y estudios (44.4 mdp).
AUSTERIDAD EN CFE
A principios de 2019, Manuel Bartlett Díaz urgió aplicar un plan de eficiencia, austeridad y anticorrupción en la CFE, ya que la situación financiera de la empresa era «crítica”.
Por esas fechas, SinEmbargo revisó el gasto de la dependencia y encontró dispendio que hasta el momento no se ha visto reflejado en los reportes de “contratos de obra, bienes y servicios” de la PNT.
De acuerdo con cifras del portal de compras gubernamentales CompraNet, entre 2013 y 2017 la CFE destinó millones de pesos a partidas que supusieron una oportunidad de ahorro para la compañía.
Hubo compra de artículos promocionales (6.2 mdp), “souvenirs” (1.1 mdp), artículos de cafetería (693.1 k), medallas (529.1 k), artículos de “casa habitación” (395.3 k), loncheras (232.4 k), calendarios (190.5 k), balones, maletas y redes deportivas (190 k), armazones de lentes que no son de seguridad (174 k), obsequios (172.2 k), renta de lanchas (172.2 k), trofeos (87.9 k), agendas y libretas (76.7 k), tarjetas de felicitación (67.2 k), repelente para perros (63.2 k), accesorios para vehículos (58.9 k) y hasta una estufa (30 k).
Entonces trascendió que el 82 por ciento de 1 mil 433 contratos gubernamentales del periodo 2013-2018 fue licitado por adjudicación directa (sin concurso). En contraste, 16 por ciento fue otorgado por invitación a cuando menos tres personas y sólo dos por ciento por licitación pública nacional (concurso abierto).
Esto implicó que, durante las administraciones de Francisco Rojas Gutiérrez (2012-2014), Enrique Ochoa Reza (2014-2016) y Jaime Francisco Hernández (2016-2018), la CFE entregó cuando menos 278 millones de pesos por adjudicación directa, 173 millones por invitación a cuando menos tres personas, y 123 millones por licitación pública nacional.
Lo anterior se dio en un contexto complicado para la Empresa Productiva del Estado, ya que en enero de 2018, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) anunció que investigaba a la CFE por un conjunto de licitaciones por 15 mil millones de pesos para la adquisición de medidores de luz, en que había indicios de posible colusión entre contratante y contratistas.
Por ello, a la par que el anuncio de la Cofece, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) refirió que a pesar de los avances, la CFE debía continuar limitando las adjudicaciones directas.