El Pleno de la Cámara de Diputados no estuvo completo durante las 137 votaciones efectuadas en el último periodo ordinario de 2019. En cada votación, en promedio, dos de cada 10 legisladores estuvieron ausentes; y en total, la Cámara Baja registró 12 mil 216 ausencias en un periodo de tres meses y 10 días.
Ciudad de México, 26 de diciembre (SinEmbargo).- El 12 de diciembre la Cámara de Diputados concluyó sus actividades ordinarias para lo que resta del año. Desde el 31 de agosto de 2019, los diputados tuvieron un «exitoso y muy productivo periodo legislativo”, dijo el Diputado presidente de la Junta de Coordinación Política, Mario Delgado Carrillo.
Durante más de tres meses de trabajo, los diputados federales aprobaron reformas para la revocación de mandato y consulta popular; para limitar las remuneraciones de altos funcionarios públicos; prohibir la condonación de impuestos; combatir la facturación falsa y congelar y bloquear cuentas; incluir nuevos etiquetados en alimentos; aplicar la austeridad republicana y la Ley de Amnistía, además de aprobar leyes secundarias en materia educativa, la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos para 2020.
Los diputados también aprobaron la creación de dos institutos: el Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi) y uno para Devolverle al Pueblo lo Robado.
Durante las 137 votaciones efectuadas en 23 sesiones, el Pleno de la Cámara de Diputados operó con el 82 por ciento de sus integrantes. Esto significa que durante cada votación hubo en promedio 89 legisladores ausentes, de acuerdo con datos de la Gaceta Parlamentaria del Congreso de la Unión.
Los grupos parlamentarios con más ausencias por Diputado fueron las del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM). En promedio, cada Diputado del PAN y del PVEM faltó 31 veces a votar durante el primer periodo ordinario de sesiones del segundo año de la LXIV Legislatura.
Lo anterior equivale a decir que los legisladores blanquiazules y ecologistas estuvieron ausentes en dos de cada 10 votaciones. Sin embargo, esto no quiere decir que dejaran de trabajar o de cumplir con las responsabilidades a su cargo. Tampoco implica que faltaran a las sesiones diarias, máxime considerando que en promedio hubo seis procesos de sufragio por cada sesión con votaciones.
En el extremo opuesto estuvieron los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Regeneración Nacional (Morena). En promedio, cada uno de los diputados del PRD se ausentó en 24 ocasiones; y los legisladores de Morena tuvieron 20 faltas por cabeza.
A pesar de que sería “deseable” que los legisladores estuvieran presentes en todas las votaciones, ya que “esa es la forma en que se expresa la voluntad de la ciudadanía a través de sus representantes”, la afectación al proceso legislativo por la inasistencia de los diputados “es mínima” ya que, por lo general, el número de ausencias no genera un riesgo de suspensión de la sesión por falta de quórum, dijo en enero a SinEmbargo el doctor Khemvirg Puente Martínez, especialista en Estudios Parlamentarios del Centro de Estudios Políticos (CEP) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
De acuerdo con el Artículo 63 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, “las Cámaras no pueden abrir sus sesiones ni ejercer su cargo sin la concurrencia, en cada una de ellas, de más de la mitad del número total de sus miembros”. Esto implica que la Cámara de Diputados puede celebrar votaciones válidas en presencia de 251 (de 500) legisladores.
La última ocasión en que los diputados suspendieron una votación por falta de quórum fue el 5 de abril de 2018, cuando sólo asistieron a votación 221 legisladores de la LXIII Legislatura (2015-2018). Sin embargo, el 5 de diciembre de este año, las Comisiones Unidas de Gobernación y Justicia suspendieron la discusión del dictamen de Ley de Amnistía ya que sólo hubo 33 legisladores presentes, habiendo necesidad de un mínimo de 36 para continuar la moción.
Fe de erratas. A través de una «Tarjeta Informativa», la bancada de Morena en la Cámara Bajo precisó a SinEmbargo que en el periodo referido hubo 139 y no 137 votaciones nominales como sugiere este reportaje. Se adjuntan todas las aclaraciones de Morena al final de este artículo.
LOS MÁS AUSENTES
La Diputada Gabriela Cuevas Barrón fue quien más veces se ausentó a votación.
Los datos del Congreso de la Unión indican que la morenista no se presentó a 129 de 137 votaciones efectuadas entre agosto y diciembre de 2019. Esta proporción de ausencia es muy similar a la que tuvo durante el segundo periodo ordinario y extraordinario (del 7 de febrero al 30 de mayo de 2019) del primer año de la LXIV Legislatura, cuando encabezó la lista de diputados faltistas por ausentarse a nueve de cada 10 votaciones.
Desde el primer periodo ordinario, entre septiembre y diciembre de 2018, Cuevas tuvo inasistencias recurrentes. La morenista, por ejemplo, no estuvo presente en el 66 por ciento (29 de 44) de las votaciones de aquel periodo.
Además de Cuevas Barron, entre los legisladores con más ausencias –en los últimos tres meses de 2019– también estuvieron la emecista Dulce María Méndez de la Luz Dauzón (122 inasistencias), la petista Ana Laura Bernal Camarena (104), el Diputado sin partido Mauricio Alonso Toledo Gutiérrez (93), además de los morenistas Porfirio Muñoz Ledo (84), Merary Villegas Sánchez (83), Francisco Javier Ramírez Navarrete (79) y Martha Lizbeth Noriega Galaz, quien empató con el panista Vicente Javier Verastegui Ostos, con 76 ausencias.
Sin embargo, una misiva de MC a este medio digital aclara que la Diputada Dulce María Méndez de la Luz Dauzón «no asistió a sesiones desde el 1 de octubre hasta el 11 de diciembre, por causa médica de gestación y maternidad, debidamente acreditada y contemplata en la normativa como falta justificada, establecida en el artículo 49 de la Reglamento de la Cámara de Diputados». (Se adjunta la carta al final de la nota.)
En contraste hubo tres diputados sin ausencias registradas: los morenistas Lucio de Jesús Jiménez y Verónica Ramos Cruz, así como la ecologista Zulma Espinoza Mata.
La información oficial analizada por SinEmbargo indica que la proporción de ausencia entre diputados de elección popular y de representación proporcional (o plurinominales) es parecida. Por un lado y en promedio, cada uno de los diputados electos en urnas faltó a 24 votaciones. En cambio, cada uno de los legisladores plurinominales tuvo un promedio de 26 faltas.
Aunque los diputados se ausenten, es probable que en los próximos meses la mesa directiva del Pleno de la Cámara Baja no sancione a la mayoría de los legisladores faltistas, ya que por lo general hay justificaciones en casi todo caso.
De acuerdo con el Artículo 48 del Reglamento de la Cámara de Diputados, sus integrantes pueden ausentarse con justificación de por medio, ya sea por enfermedad, gestación y maternidad, o por el “cumplimiento de encomiendas autorizadas por el Pleno, la Junta, la Mesa Directiva, el Coordinador o alguna comisión a la que pertenezca”.
Pero según el doctor Khemvirg Puente Martínez de la UNAM, “el Reglamento [de la Cámara de Diputados] dice que cuando está operando el periodo de sesiones, y hay sesiones del Pleno y hay votaciones, se deben de suspender los trabajos en comisiones para que los legisladores puedan votar en el Pleno. Entonces no hay justificación alguna para que se ausenten”. Cuando hay inasistencias, abundó, lo que se observa es una “falta de planeación en los trabajos legislativos”.
Asimismo, existen casos excepcionales como el del diputado morenista Maximiliano Ruiz Arias, quien falleció el 25 de noviembre de este año. Tres días después, el 28 de noviembre, Jose Mario Osuna Medina tomó protesta como Diputado titular del escaño.
LA OPACIDAD DEL PLENO
A mediados del año pasado, la doctora Marcela Bravo Aguja dijo a SinEmbargo que las legislaturas suelen ser productivas, pero que a pesar de ello, existe una tendencia de negociación “por paquetes” de puntos de acuerdo, iniciativas y leyes.
Para la investigadora del Centro de Estudios Políticos (CEP) de la UNAM, el problema de la negociación de “dictámenes a granel” es que se trata de acuerdos tras bambalinas que no son dados a conocer y que afectan las decisiones que toma el Pleno de diputados.
La toma de decisiones está “absolutamente” politizada; y aunque esto no necesariamente es malo, la cuestión radica en que “la mayoría de los diputados sólo levantan las manos […] y las decisiones están en manos de muy pocos, que son los que de manera poco transparente están tomando todas las decisiones entre ellos”.
Bravo Aguja también explicó a SinEmbargo que «estas decisiones no sólo se toman en el seno del Congreso, sino que se toman más allá”. Además, mencionó que muchas de las negociaciones impactan en el tipo de votación, e inclusive en las asistencias, ya que hacer o no hacer quórum forma parte de una estrategia política.
Con relación a este último punto, SinEmbargo encontró que los días en que hubo registro de los mayores índices de inasistencia durante el último periodo ordinario de 2019, coinciden con la votación de temas que generaron mayores desacuerdos y polémicas entre grupos parlamentarios.
Durante las votaciones del 19 de septiembre, 10, 17 y 23 de octubre, así como la del 5 de diciembre de 2019 hubo un promedio de 115 ausencias por votación.
De acuerdo con Morena, esta información es imprecisa ya que la nota no toma en cuenta: a) Asistencias por Cédula, b) Asistencia a Comisiones Oficiales fuera de la Cámara, c) Permisos de Mesa Directiva, d) Inasistencias Justificadas.
«Al ignorar lo anterior, la nota registra un promedio de 118 inasistencias en votaciones durante la sesión del 19-sep-2019, cuando en realidad hubo 49 inasistencias en votaciones durante esa sesión. Dado que: 1) se debió a la Asistencia a una Comisión Oficial, 2) contaban con Permiso de Mesa Directiva, y 3) 66 se encuentran justificadas», se lee en la «Tarjeta Informativa» recibida por SinEmbargo.
El 19 de septiembre fue aprobada la Ley General de Educación. Durante la votación hubo puntos a favor y en contra, ya que en palabras de la presidenta de la Comisión de Educación, la diputada morenista Adela Piña Bernal, fue un evento considerado como «la segunda etapa del desmantelamiento de la Reforma Educativa del 2013”.
El 10 de octubre también se discutió la aprobación de un tema delicado para los diputados federales. Entonces aprobaron modificaciones constitucionales en materia de remuneración de servidores públicos para que ningún funcionario pueda tener ingresos superiores a los del Presidente de la República. Esto a consecuencia de las medidas de austeridad implementadas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se redujo el salario en 40 por ciento.
El 17 de octubre, cuando fue aprobado el proyecto de Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 2020, los integrantes de algunas bancadas cuestionaron las medidas de austeridad adoptadas. Entre ellos estuvieron los diputados Eraclio Rodríguez Gómez (Morena) y Reginaldo Sandoval Flores (PT), que demandaron la creación de un “colchón de inversión” para fortalecer a sectores con presupuesto “castigado”, como en el caso del campo. Esto implicaba reducir el superávit primario –o gastar más y reducir el balance positivo entre gastos e ingresos– de 0.7 a 0.5 por ciento del presupuesto para el año entrante.
El 23 de octubre, cuando hubo diversas modificaciones de ley para crear el Insabi y “universalizar” los servicios de salud en México, la oposición –panistas y emecistas– señaló que las medidas aprobadas desencadenarían opacidad en el manejo de los recursos y discrecionalidad para elegir a los beneficiarios.
El 4 de diciembre, un día previo a la votación de modificaciones legales en materia de igualdad y violencia de género, en el pleno de la Cámara de Diputados hubo tensiones a raíz de la solicitud del proceso de destitución e inhabilitación del juez Federico Mosco y del magistrado Héctor Jiménez López.
Ambos litigantes fueron señalados de facilitar la liberación de Juan Carlos García, quien habría asesinado a su ex esposa, Abril Pérez Sagaón, el 25 de noviembre de este año. Durante la sesión previa a las votaciones del 5 de diciembre, algunos grupos parlamentarios condenaron la corrupción y negligencia dentro del Poder Judicial.
A CONTINUACIÓN, SINEMBARGO ADJUNTA LA «TARJETA INFORMATIVA» DE MORENA Y LA CARTA DE MC.
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