#MetaDatos | Entre diciembre del 2018 y septiembre de este año, las redes sociales fueron testigos silenciosos de la masacre extendida a lo largo del país, desde Tijuana hasta Quintana Roo han brotado cientos de fosas clandestinas, la mayor parte de ellas atribuidas por las autoridades al crimen organizado.
Las fosas clandestinas que proliferaron sin control en los sexenios pasados exceden la capacidad del Gobierno actual para hacer frente a las múltiples capas que implica este problema. En medio de la crisis, siguen siendo los familiares de las víctimas quienes salen al desierto, a los montes y el campo abierto a buscar «tesoros».
Ciudad de México, 20 de diciembre (SinEmbargo).– Entre el 1 de diciembre del 2018 y el 30 de septiembre de este año, medios de comunicación, familiares de personas desaparecidas, periodistas, y usuarios en general narraron desde Twitter sobre el hallazgo de al menos una fosa clandestina por día, oculta en algún lugar del país, incluyendo la Ciudad de México.
Las historias de Twitter que involucran estos cementerios masivos, y que a su vez, revelan el horror detrás de las operaciones sistemáticas de multihomicidio llevadas a cabo por el crimen organizado fueron narradas a través de miles de tuits, en algunos casos estos tuits dieron testimonio de los hallazgos ante el silencio de las autoridades locales.
#MetaDatos analizó 10 mil 700 tuits publicados durante este periodo en los que se informó de los hallazgos, pero también se contó con detalle el terror que atraviesan cientos de familias mexicanas que tienen a sus seres queridos desaparecidos, algunas de ellas, sin la esperanza de encontrarles con vida, otras más bajo amenaza de grupos del crimen organizado.
Entre el 1 de diciembre de 2018 y el 13 de mayo del presente año, la Comisión Nacional de Búsqueda reportó que llevaba identificadas un total de 222 fosas clandestinas, de las cuales el 69.3 por ciento se concentraron en 4 estados: Veracruz, Sonora, Sinaloa y Guerrero, en las que fueron halladas 154 fosas.
En tanto que en estos sitios se contabilizaron un total de 337 cuerpos exhumados, 93 de ellos en Colima, 80 en Sinaloa, 55 en Sonora, y 35 en Nayarit, entidades que encabezan el listado con el mayor número de cuerpos encontrados.
En los miles de tuits analizados fueron los colectivos de familiares de las víctimas desaparecidos quienes dieron con el paradero de las fosas. Esto a pesar de que el Gobierno encabezado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho énfasis en que la búsqueda de desaparecidos es la prioridad número uno para la Cuarta Transformación y de que Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos, ha dado seguimiento personal a las búsquedas.
Sin embargo, decenas de colectivos distribuidos en todo el territorio nacional han encabezado la mayor parte de los hallazgos en las fosas de las que se encontró registro en Twitter. Claudia Rosas, vocera del colectivo Una Luz de Esperanza, que tiene su sede en el municipio de Ahome, Sinaloa, dijo a SinEmbargo que en dicha entidad hay al menos 18 colectivos conformados por familiares de víctimas desaparecidas.
Es precisamente en Sinaloa donde este año la participación de colectivos en las búsquedas ha adquirido mayor visibilización en la Red. Los colectivos sinaloenses comenzaron a reportar hallazgos desde los primeros días de enero. Ahome, Culiacán y Mazatlán fueron los que arrojaron más hallazgos. Sinaloa es la única entidad de la que Comisión Nacional de Búsqueda no reportó datos en su reporte referentes a los sitios donde se han registrado hallazgos este año.
La narrativa que ha nacido del proceso de exhumación de cuerpos migra a la Red e interconecta desde la construcción del sentido a comunidades. Las madres buscadoras nombran a sus hijos desaparecidos “tesoros” y a sus compañeras de lucha “guerreras”, el colectivo de Familias Unidas por Nayarit comparte en su página de Facebook postales con los retratos de las víctimas que han podido identificar, las firman con la frase “promesa cumplida”.
ASPECTOS METEDOLÓGICOS
Los tuits fueron categorizados tomando como referencia algunos aspectos metodológicos que fueron empleados por el Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México para realizar la investigación titulada «Violencia y terror, hallazgos sobre fosas clandestinas en México». Este organismo, a partir de un registro hemerográfico de notas periodísticas sobre fosas clandestinas realizó un estimado del número de estos sitios que fueron documentados en el sexenio del ex Presidente Enrique Peña Nieto, periodo en el que los datos oficiales eran imprecisos.
Los resultados de aquel estudio arrojaron que entre el 2009 y 2014 se encontraron, según datos oficiales y hemerográficos, 390 fosas, con mil 418 cuerpos y 5 mil 786 restos humanos en 23 estados del país.
En aquel informe, Guerrero fue la entidad con más hallazgos, en tanto que Jalisco, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas también presentaron alta incidencia. Estos mismos estados continúan apareciendo en las cifras del Secretariado de Seguridad de este año, como las más afectadas por esta problemática. A excepción de Coahuila, los reportes de hallazgos en Twitter también coincidieron este año en cuanto a la frecuencia de entidades en donde se reportó el mayor número de casos.
A través de la herramienta Tweet Deck fueron analizados más de 10 mil 700 tuits en los que se informó sobre fosas clandestinas halladas en México desde el inicio del presente sexenio del Presidente Andrés Manuel López Obrador con corte al 30 de septiembre. La búsqueda se realizó a nivel nacional a partir de los términos clave: “fosa clandestina”, “localizan fosa”, “identifican fosa”, entre otras. Para identificarlos se empleó el criterio de fosa clandestina propuestas por el informe de la Universidad Iberoamericana:
“(a) contener los cuerpos o restos de una persona o más; (b) que los cuerpos o restos fueran mencionados por las notas como enterrados o semienterrados; (c) que la legalidad del sitio donde se encontraron las fosas estuviera en duda,y (d) que fueran descubiertas por un particular y/o una autoridad”.
Tweet Deck es una aplicación de escritorio que permite operar en conjunto con la interfaz de programación de aplicaciones (API, por sus siglas en inglés Application Programming Interface) de Twitter que además de facilitar la programación de tuits, es también empleada como motor de búsqueda dentro de la red social con sede en San Francisco, Estados Unidos.
Esta aplicación facilitó la depuración de la búsqueda y la conformación de una base de datos de los que se obtuvieron 247 informes sobre hallazgos de fosas clandestinas. Estos reportes se verificaron al cotejarlos con fuentes periodísticas y oficiales. En los casos donde no se encontró información, se verificó que los perfiles que difundieron la información fuesen auténticos o pertenecieran a colectivos de búsqueda, esta situación se presentó con mayor frecuencia en Tamaulipas, si bien no fue una tendencia recurrente en otros estados.
RELATOS SOBRE FOSAS
Las redes sociales en México se encuentran vinculadas a todas las dinámicas sociales que surgen en respuesta a la inseguridad, la crisis de personas desaparecidas y de homicidios, pero también alojan cientos de historias quienes recorren campos y zonas serranas en busca de restos humanos. En la movilización que este tema generó en Twitter se observó un repunte Sinaloa, pero también un cambio en algunos de los métodos de búsqueda, que sugiera que la muerte sistematizada por parte de grupos del crimen organizado, de la que son producto este tipo de fosas, es cada vez más sofisticada.
Algunos reportes realizados en Twitter emplean términos como «cocina humana» para referirse a procedimientos de extrema violencia mediante los que se intenta desaparecer todo rastro de las víctimas de homicidio. La versión es confirmada por integrantes de diversos colectivos de buscadores en todo el país.
Estos grupos relatan que lo que encuentran en los campos con frecuencia son restos óseos carbonizados o disueltos en ácidos, pequeños fragmentos de los que resulta muy complicado extraer muestras de ADN, lo que dificulta su identificación. Estos restos serían el resultado de procesos con lo que grupos del crimen organizado intentan desaparecer los cuerpos de sus víctimas de manera que jamás sean encontrados.
En mayo de este año, una de estas «cocinas» fue descubierta por autoridades de Jalisco en una finca ubicada en la colonia Olímpica, municipio de Guadalajara. En esta casa, La Fiscalía General del Estado encontró cráneos humanos correspondientes a siete personas. Durante una rueda de prensa, el Fiscal Gerardo Octavio Solís detalló que los trabajos para recuperar los restos óseos se dificultó debido a la presencia de sosa cáustica y ácidos que solo permitían al personal trabajar por espacio de 20 minutos.
«Hay ácidos, sosa cáustica, que no permite que el personal trabaje más allá de 20 minutos, media hora y luego tienen que salir», explicó el Fiscal de Jalisco. A pesar de la presencia de ácidos peligrosos para la salud humana, los hallazgos de este tipo siguen siendo llamados por las autoridades «fosas clandestinas» o «casas de seguridad» en tanto que dan pocos detalles sobre la violencia con la que son tratados los cuerpos de las víctimas.
En la mayoría de los casos los tuits analizados fueron publicados por medios de comunicación locales. Sin embargo, detrás de la discusión que generaron los hallazgos, el reclamo por la multiplicación de fosas clandestinas en todo el país se sostuvo a lo largo de todo este año en torno a un personaje político. Mes tras mes, decenas de usuarios responsabilizaron al ex Presidente Felipe Calderón del surgimiento de este problema como consecuencia de la Guerra contra el narcotráfico que inició en su mandato y continuó durante el de el ex Presidente Enrique Peña Nieto.
«México es un país de fosas» fue una frase recurrente con la que se señaló al ex Primer Mandatario. Los reclamos se concentraron sobre todo como respuestas a los tuits en los que Felipe Calderón habló sobre seguridad.