Niebla de culpa, del director Francisco “Chisco” Laresgoiti, llega a las salas de cine este viernes para recordar que en México está aún latente el analfabetismo, de la mano de la actuación de Alma Moreno y Marina de Tavira, quienes protagonizan una cinta que lleva al límite de angustia.
Ciudad de México, 29 de diciembre (SinEmbargo).– Yolanda corre de noche con una bebé en brazos que no para de llorar. No sabe adónde ir, con quién ir. Pregunta y vuelve apretar el paso hasta llegar a un consultorio. La pequeña sigue llorando. La desesperación aumenta cuando trata de interpretar los carteles que para ella son sólo rayas y curvas sin sentido.
Las escena narrada es parte de la cinta mexicana Niebla de culpa del director Francisco “Chisco” Laresgoiti que arriba a la cartelera comercial a partir de este viernes con un elenco conformado por Alma Moreno, Marina de Tavira, Ramon Álvarez, Rolf Petersen, Rafael Sánchez Navarro, entre otros.
Niebla de culpa, producida por La Casa de Cine, muestra la historia de Yolanda (Alma Moreno), una mujer que viaja del estado de Michoacán a la Ciudad de México para reencontrarse con la mujer a la que cuidaba de niña, Amanda (Marina de Tavira), quien ahora le pide hacer lo mismo por su bebé.
La necesidad lleva a Yolanda a aceptar el empleo, pero su analfabetismo, ignorancia y la falta de apoyo de su esposo alcohólico la orillan a tomar decisiones desastrosas.
“Malas decisiones se empiezan a convertir en tragedias hasta llegar a un final inesperado, sin duda, pero que nos va a explicar las consecuencias del analfabetismo hoy en día”, comparte en entrevista para SinEmbargo el director Francisco Laresgoiti.
Yolanda teme admitir que no saber leer y escribir por miedo al perder el empleo, y por vergüenza, pese su realidad la compartan 4 millones 749 mil 057 mexicanos, según el último censo de 2015 registrado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Aunque el nivel educativo de la población mexicana haya mejorado de 1970 a 2015, con una reducción de 25.8 por ciento al 5.5 por ciento de la población.
“Todavía hay 5 millones de personas que no saben ni leer ni escribir en México, y en una era tan hipercomunicada con celulares, enlaces, WathsApp, mensajería, todo esto pues vuelve más relevante todavía el saber leer y escribir. Creo que es una manera de homenajear, de sacar a la luz a estos personajes que de alguna manera no están ya a la par como los que sí saben leer y escribir con esta tecnología”.
“Yo con esto quiero resaltar este problema, peor también, quiero que de alguna manera que la gente se dé cuenta que sigue siendo un problema y que hay mucho por hacer todavía”.
La trama de la cinta se desprende de una historia personal del director que se inspiró en Miriam, una trabajadora del hogar que labora con su familia. La actriz Alma Moreno –quien falleció al pasado 19 de octubre a causa del cáncer de mama– fue la elegida en un casting para dar vida al personaje.
“El de Alma Moreno, Yolanda, ese era un personaje muy importante, que fuera lo más parecido fisicamente. Fue un casting de mucha intuición, pero ya una vez que la tuve platicó mucho con la persona que trabaja con nosotros en casa, y estuvo un par de horas platicando sobre su problemática, qué sentía en ciertos momentos, en cintas situaciones. Con ella fue muy orgánico”, comenta.
El 23 de noviembre fue el cumpleaños de Alma, su personaje en la cinta, según cuenta Laresgoiti, fue para ella el más importante de su carrera. Y sin duda, sin la mirada de Yolanda no se podría sentir la angustia por la que pasa el personaje, o la ingenuidad con la que vive Yolanda.
La cinta también deja ver a Marina de Tavira de nuevo en el cine después de haber protagonizado Roma, del cineasta Alfonso Cuarón. Su partición marca un reencuentro después de 18 años de no trabajar juntos entre esta actriz y el director, quien también es su primo.
Niebla de culpa, estrenada en 2018 en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato, fue filmada en la Ciudad de México y el estado de Michoacán. Este viernes llega a 16 salas de Cinemex y a nueve de Cinépolis.
Que se queden con la mirada de Alamo Moreno, en Yolanda, sobre la impotencia de no poder decir no, ‘no puedo tomar esto porque no estoy preparado’. Lo que quiero que se lleve la gente es que hay que tener cuidado a la hora de tomar decisiones, y saber si yo soy la persona adecuada para hacer este trabajo, y ser muy honesto. Es una película que habla de irresponsabilidad, pero también habla de cierta honestidad de cada uno hacia su trabajo y conocer sus limitaciones».
