El número mágico para hablar de persona mayor es 65 años. «Es una definición sencilla pero muy errónea porque se estaba ligando un hecho biológico con la vida productiva y laboral de una persona», asegura un especialista.
MADRID, 14 de noviembre (EuropaPress).- El envejecimiento es un proceso natural que todas las personas van a enfrentar a lo largo de su vida. Pero el cómo marca una diferencia fundamental entre cumplir años y cumplir años con salud.
El número mágico para hablar de persona mayor es 65 años. «Es una definición sencilla pero muy errónea porque se estaba ligando un hecho biológico con la vida productiva y laboral de una persona», critica el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), el doctor José Augusto García Navarro, durante una entrevista con Infosalus.
Es decir, bajo esta definición «hoy en España hay más de nueve millones de personas con más de 65 años, pero nos equivocaríamos mucho si dijésemos que tenemos en España más de nueve millones de ancianos», especifica el experto, que recuerda que cuando un español cumple 65 años le quedan por vivir más de 18 años si es un hombre y más de 22 si es una mujer.
«Y la mayoría de esa vida será una vida activa físicamente, y también con una intensa actividad social e intelectual», precisa el doctor García. «Hoy tenemos en nuestra sociedad personas mayores y muy mayores que no son viejas. Sumar años no es hacerse viejo, sino mayor. Sumar dependencias y enfermedades es hacerse viejo», distingue el presidente de la SEGG.
El problema es que el envejecimiento suele estar mal visto. Así lo confirma el doctor García. «El mayor peso demográfico de las personas mayores se suele abordar desde una óptica negativa y de preocupación, como si se tratara de un problema», lamenta el experto, que menciona las dimensiones económica, sanitaria y asistencial que el envejecimiento trae aparejada.
«Nos preocupa la viabilidad del sistema de pensiones, cómo atendemos a los ancianos en los hospitales y centros sociosanitarios y cómo hacemos frente a los cuidados de las personas mayores con dependencia. Es decir, en el fondo, este envejecimiento viene a hacernos perder a los jóvenes el estado de bienestar porque no podremos hacer frente a todas las necesidades, económicas y asistenciales, que se generarán», denuncia el experto.
Por otra parte, el estereotipo de vejez es negativo. «El estereotipo que tenemos de la vejez es que es una etapa de la vida negativa, donde sufrimos un importante declive físico e intelectual y somos pasto de múltiples enfermedades, muchas de ellas crónicas, que influyen de forma negativa en nuestra calidad de vida», agrega el presidente de la SEGG.
En resumen, «hay una doble preocupación que tenemos que combatir: nos preocupa y asusta lo que nuestros mayores necesitarán de nosotros y, en el fondo,, tampoco queremos llegar a ser mayores. Hay que cambiar la visión y considerar que sumar años a la vida es un éxito. Envejecer no es ser viejo más tiempo, sino lo contrario, ser joven durante más tiempo», insta el doctor García.
En su lugar, el experto recomienda considerar el envejecimiento como un reto. «Hay que iniciar un debate serio sobre cómo integrar a estas personas en los debates sociales actuales, cómo hacer sostenible el sistema de pensiones y, también incluso, reflexionar sobre la idoneidad de que puedan contribuir, al menos parcialmente, al tejido productivo de nuestro país y no romper de forma brusca, de un día para otro, con un trabajo para el que muchos se sienten capacitados de poder seguir haciendo», comenta el doctor García.
Asimismo, menciona el peso político de los ancianos en la sociedad. A su juicio, esta circunstancia, «influirá de forma clara en las políticas públicas del estado del bienestar, como la sanidad, la educación y los servicios sociales».