“¿Qué es la Mara Salvatrucha 13? ¿De qué huyen los que en caravanas o por su cuenta abandonan la región? ¿Hacen algo las autoridades ante la barbarie cotidiana que miles enfrentan?”. Esas preguntas son respondidas en Crónicas desde la región más violenta. Su compilador, Óscar Martínez, habló con SinEmbargo.
Ciudad de México, 31 de agosto (SinEmbargo).– México se convirtió en el muro más poderoso para Centroamérica, señala Óscar Martínez, el compilador del libro Crónicas desde la región más violenta.
“Ha sido decepcionante cómo se ilusionó. Hubo una histórica apertura de portones en Chiapas. Los medios lo consignamos así. El México que era un infierno, nos abría las puertas. Eso en pocos meses, se llegó a una brutal militarización en la frontera. Eso generará mujeres violadas, asesinatos…”, dice Martínez, del equipo de Sala Negra de El Faro.
En entrevista con SinEmbargo, Martínez habla sobre el papel del periodismo frente a realidades violentas y la situación que se vive hoy en Centroamérica.
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–¿De qué huyen los migrantes de Centroamérica?
–De un montón de cosas. Huyen de una región violenta y desigual. Hay muchos pobres. Es una región que fue construida por varios gobiernos y la intervención del Gobierno estadounidense. Estados Unidos financió guerras. Ocurrieron las primeras grandes migraciones. Nacieron las pandillas. Huyen de lugares que no son gobernados por el Estado, sino por grandes pandillas y grupos criminales. La gente huye de países con altas tasas de homicidios.
–¿Cómo realizar periodismo en una región tan violenta?
–Sala Negra cree que se necesita tiempo. Hay textos que tardaron meses. La manera de acceder a los secretos y romper el muro del miedo, es con tiempo y permanencia. Sala Negra lo hizo. Sostuvimos la mirada sobre países centroamericanos en ocho años. Tuvimos tiempo para investigar y escribir.
–¿Cuál sería el panorama para Centroamérica?
–Es cambiante. Curiosamente a los salvadoreños nos sorprende que se volteé a vernos con esperanza. Ganó un Presidente joven. Empezó a reducir el número de homicidios, que se atribuye al plan de recuperación de territorios. Es pronto. Estados por descubrir los misterios de este nuevo Presidente. Honduras es un narcoestado. En Guatemala se corre a los de Derechos Humanos.
–¿Y sobre México?
–Está el tema de la migración. Ha sido decepcionante cómo se ilusionó. Hubo una histórica apertura de portones en Chiapas. Los medios lo consignamos así. El México que era un infierno, nos abría las puertas. Eso en pocos meses, se llegó a una brutal militarización en la frontera. Eso generará mujeres violadas, asesinatos… México pasó de lo que parecía de un cambio de paradigma a convertirse en el muro más poderoso en Centroamérica.
–¿Qué secuelas quedan en un investigador que hace los textos que ustedes hacen?
–Seré honesto, hemos tenido consecuencias. Se han tenido que sacar personas del país, persecuciones. Hemos tenido problemas con las fuentes, las han atacado. En lo personal, intento no pensar mucho. Trato de no preguntarme demasiado qué siento al respecto. Sería abrir una puerta que no quiero abrir. Hay que contar bien la historia. Es la única promesa que uno puede hacer. No podemos prometer a la fuente que vamos a cambiar sus vidas. Hay fuentes que están dispuestas a dejarse la vida.
–¿Cuál sería el papel del periodismo en esta realidad tan violenta?
–Es poner las cosas en su lugar. Hay que explicar en profundidad una realidad violenta, como la creación de la Mara Salvatrucha. El periodismo sirve para contradecir, con información, discursos simplistas y mentirosos como el del Presidente Donald Trump.