El PRD, a través de la plataforma Futuro 21, busca unificar a la oposición como una alternativa al «autoritario» Gobierno federal de Morena rumbo a las elecciones de 2021. Su dirigencia rechaza que le ceda su registro, que casi pierde en 2018, o que busque alianzas con el PAN o Movimiento Ciudadano. El ex Secretario general del Sol Azteca Alejandro Sánchez Camacho lo ve como un interés electoral con personajes «alejados de la población» y «desacreditados» ante la opinión pública.
Ciudad de México, 26 agosto (SinEmbargo).– Luego de casi perder el registro el año pasado, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) lanzó la Plataforma Futuro 21 que su dirigencia describe como un proyecto para conformar una oposición unida y de mayoría rumbo a las elecciones de 2021 contra «las acciones autoritarias» y «populistas» del gobierno de Morena, pero que analistas ven como un grupo de «viejos personajes» sin propuestas ni acercamiento con la ciudadanía.
«Es un muégano político esa alianza que se está proponiendo porque tiene fundamentos superficiales que carecen de unos principios, una ideología y de una línea política. Todo parece más un interés electorero. No le veo futuro a ese proyecto que se ha iniciado», afirmó en entrevista Alejandro Sánchez Camacho, ex Secretario general del PRD (2012-2014).
En las elecciones de 2018 a pesar de no llegar al 3 por ciento de votos requerido, el Sol Azteca salvó su registro por las elecciones en el Senado y Diputados, donde obtuvo poco más de 5 por ciento. El partido de izquierda fundado hace 30 años, tras la «caída del sistema», perdió el gobierno en la Ciudad de México, Morelos y Tabasco, y solo gobierna dos de las 16 alcaldías de la capital del país, Coyoacán y Venustiano Carranza, tras aliarse con la derecha panista.
La plataforma se presenta como un espacio para congregar a distintos actores políticos, de la sociedad civil, agrupaciones y personalidades de distintas disciplinas para construir «una fuerza política superior».
En su primera Asamblea Nacional celebrada el sábado pasado participaron perredistas y políticos ex priistas, entre ellos, el ex rector de la UNAM, José Narro Robles; el ex candidato presidencial del partido Nueva Alianza (que perdió el registro en 2018), Gabriel Quadri de la Torre; el Senador y ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa; el ex Diputado Fernando Belaunzarán Méndez; el ex vocero del Presidente Vicente Fox, Rubén Aguilar; la ex priista Beatriz Pagés; la ex candidata a la Jefatura de gobierno, Purificación Carpinteyro; y «Los Chuchos» Jesús Ortega Martínez y Jesús Zambrano Grijalva.
«Por su trayectoria y por sus posiciones políticas, están muy alejados del sentimiento de la población en general e incluso de su militancia, de tal manera que están muy desacreditados ante la opinión pública», dijo Sánchez Camacho, ahora simpatizante del Gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, a quien el PRD abanderó rumbo a la presidencia en 2006 y 2012, al igual que a su fundador Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en 1994.
El politólogo por la UNAM, Valeriano Ramírez Medina, planteó que el PRD perdió unidad interior porque «un grupo muy pequeño, ‘Los Chuchos’, era el que acaparaba las decisiones sobre las candidaturas. Otra vez son ‘Los Chuchos’, por lo que otra vez no hay una renovación de cuadros. Son viejos personajes sin estructura social, sin cuadros ni propuestas. Traen presencia en medios, traen discurso y formación, pero el partido lo que necesita es cuadros y una penetración en la sociedad».
«De todos ellos el que tiene mayor legitimidad, y eso por haber sido el rector de la UNAM, es Narro. Pero los demás no levantan. No comparten ideologías ni proyectos entre ellos», evaluó Ramírez.
La dirigencia del partido aclaró que el PRD no cederá su registro a Futuro 21, solo busca construir una organización superior y una nueva mayoría.
«El PRD seguirá en su ruta de formación y reafirmación al mismo tiempo que seguiremos trabajando en la ruta de Futuro 21, lo importante es que la oposición pueda llegar lo más unida posible al proceso electoral del 2021», planteó en un comunicado.
El PRD, agregó la politóloga Marcela Bravo Ahuja Ruiz, «quedó muy lastimado por su apoyo al Pacto por México en el sexenio anterior y dejó de apoyar a López Obrador, entonces se quedaron muy solitos. A Futuro 21 no le veo un gran potencial, pero es un nuevo elemento que entra en este juego de las disputas por la oposición y las posibles coaliciones en elecciones locales dada la poca identidad partidista de los líderes políticos en la actualidad y la poca fidelidad a los partidos por parte del electorado; la gente mueve su voto con mucha facilidad».
«DESCONOCEMOS ALIANZAS CON PAN O MC»
La dirigencia del Sol Azteca encabezada por Ángel Ávila informó que el mantenimiento o cambio de nombre del PRD, que obtuvo un millón 300 mil afiliaciones en su campaña finalizada este domingo, deberá ser resultado de tres estudios de opinión, que habrán de hacer despachos especializados en la materia. La decisión final sobre las modificaciones, anunció, será el resultado de la discusión con los liderazgos y militancia en todo el país, y en su Congreso Nacional.
Respecto a las alianzas electorales, aclaró que las decidirán los órganos autorizados del PRD en su Consejo Nacional y en sus Consejos Estatales. Por lo tanto, «desconocemos las notas de prensa que dicen que haremos alianzas con el PAN, con Movimiento Ciudadano y otros. Este tema aún no se discute».
El líder nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, declaró a la prensaque ven «con muy buenos ojos todos los liderazgos del país que han levantado la voz, que desean participar y que no coinciden con el clientelismo, con el populismo, con los desaciertos de la toma de decisiones del Gobierno federal», pero no manifestó oficialmente una alianza con el PRD porque su prioridad es lograr una nueva mayoría en la Cámara de Diputados.
El proyecto Futuro 21 nació en el marco del proceso de registro de México Libre, del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa y de la ex candidata presidencial Margarita Zavala Gómez del Campo, y de Redes Sociales Progresistas, impulsado por la maestra Elba Esther Gordillo, así como el proyecto de formación de cuadros Alternativas por México de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). Además de un conflicto interno en Morena, el partido en el poder.
«Con Morena se habló de un partido hegemónico y aplastante. Pero en las elecciones locales de este 2019 y con el conflicto en el Senado se ven las fracturas y pleitos que hay en el interior. No es un partido, es aún un movimiento sin ningún liderazgo que no sea López Obrador. Lo que le puede durar de fuerza depende de él», expuso la politóloga Marcela Bravo.
En Futuro 21, finalizó el analista Valeriano Ramírez, «están apostando al electorado pragmático, es decir, que vengan de todos. Morena en el 2018 logró un voto extraordinario porque había descontento y divisiones en el resto de los partidos. El PAN se desmoronó, el PRD se desfondó y el PRI presenta un cuadro de deshidratación bastante fuerte. Pero Morena en este año de gobierno no ha podido capitalizar un proyecto general y ha generado más descontento.
En su momento el PRD fue el partido de izquierda más representativo y dejó una agenda de libertades como el matrimonio homoparental, la legalización del aborto y el debate sobre la despenalización de la mariguana.