Según publica la cadena ABC7 este martes, al conocido como «Mini Lic» lo cambiaron a una cárcel federal en Oklahoma, trasladándolo desde el correccional neoyorquino donde se encontraba, después de que en unos documentos judiciales del caso contra un miembro del cártel del «Chapo» revelaran que López era un objetivo por haber testificado contra Jesús Raúl Beltrán León.
El mexicano Beltrán León, quien fuera estrecho colaborador del «Chapo», fue sentenciado el 6 de agosto en Chicago a 28 años de prisión por su papel en la coordinación del tráfico de drogas para el cartel de Sinaloa en Estados Unidos.
Nueva York, 20 ago (EFE).- Las autoridades penitenciarias de Estados Unidos trasladaron a una nueva prisión a Dámaso López Serrano, ahijado de Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera, después de haber recibido amenazas de muerte por declarar en un juicio contra uno de los miembros del cártel de Sinaloa.
Según publica la cadena ABC7 este martes, al conocido como «Mini Lic» lo cambiaron a una cárcel federal en Oklahoma, trasladándolo desde el correccional neoyorquino donde se encontraba, después de que en unos documentos judiciales del caso contra un miembro del cártel del «Chapo» revelaran que López era un objetivo por haber testificado contra Jesús Raúl Beltrán León.
El mexicano Beltrán León, quien fuera estrecho colaborador del «Chapo», fue sentenciado el 6 de agosto en Chicago a 28 años de prisión por su papel en la coordinación del tráfico de drogas para el cártel de Sinaloa en Estados Unidos.
Según la documentación judicial, aliados del «Chapo» en la correccional de Chicago, donde se encontraba en ese momento «Mini Lic», intentaron sin éxito dar una paliza al testigo en represalia por su colaboración con la Fiscalía.
La preocupación de las autoridades, después de que se desvelara que querían «partirle la cabeza», provocó que trasladaran discretamente a López Serrano desde Nueva York, donde se encontraba hasta ahora, al presidio de Oklahoma.
Esas instalaciones se utilizan en particular para reos que requieren de una protección especial y, en su mayoría, pasan allí cortos periodos de tiempo hasta que encuentran un destino permanente.
La especial preocupación de las autoridades por el bienestar del «Mini Lic» se explica porque el narcotraficante aún tiene que testificar en diversos juicios.
López Serrano se declaró culpable en enero de 2018 de haber importado a Estados Unidos miles de kilos de heroína, metanfetaminas y cocaína, seis meses después de entregarse a los agentes de la Agencia Antidrogas del país (DEA).