El creador comentó que también fue complicado salir de los habituales platós donde se rodaba la serie. Así lo exigían las escenas del avión y el auditorio, cuya dificultad hizo que no se grabaran «frente al público», al contrario de lo que es habitual en Big Bang.
Madrid, 17 de agosto (ElDiarioes).– Poner el punto final a una serie después de 12 temporadas es un reto mayúsculo. Y si hablamos de una serie del éxito de The Big Bang Theory, más aún.
Ese fue el desafío que tuvieron que afrontar hace unos meses los guionistas y el reparto de la conocida comedia de CBS. También su director, Mark Cendrowski, que en una entrevista en The Hollywood Reporter ha reconocido que no fue nada fácil afrontar la grabación de ese último episodio. «Sentí mucha presión porque se había ido acumulando durante todo el año», explica en relación a la emotividad que rodeó el capítulo final.
En este sentido, Cendrowski tenía un objetivo en el set de rodaje: «Quería evitar que fuese demasiado emocional». Sin embargo, no pudo evitar que las lágrimas y que los sentidos abrazos fueran una constante durante las últimas semanas de grabación. «A falta de cinco semanas, Will Wheaton grabó su último episodio y pronunció un bonito discurso ante el reparto y el equipo cuando acabó. Pude ver a gente llorando y abrazándose entre sí, pero todavía teníamos unos pocos capítulos por delante», recuerda el director, que se ha puesto tras las cámaras en 244 de los 281 episodios de la serie.
Por si fuera poco, el desenlace también tuvo «muchos grandes desafíos» a nivel de dirección. «Tuvimos 300 extras y tuvimos que rodar la escena del auditorio para que pareciera que 3000 personas habían asistido a la ceremonia del Premio Nobel. Esta fue una gran escena que también tuvo que apelar a lo emocional y cerca del corazón», comenta el director.
Además, también fue complicado salir de los habituales platós donde se rodaba la serie. Así lo exigían las escenas del avión y el auditorio, cuya dificultad hizo que no se grabaran «frente al público», al contrario de lo que es habitual en Big Bang.
Sin embargo, el «mayor desafío» de Cendrowski fue dirigir a Jim Parsons, gran protagonista de la serie gracias a su papel de Sheldon Cooper. Y es que, según el director, el actor tiene a enfadarse consigo mismo si al segundo día de ensayos aún comete fallos al recitar sus diálogos. Un exigencia común del actor con la que Cendrowski tuvo que lidiar hasta el final: «Mi mayor desafío fue dirigir a Jim desde el miércoles [primer día de rodaje] hasta el último día de grabación el lunes».