Autoridades encontraron 13 mensajes escritos a mano en bolas de plástico en el estómago de un preso que estaba próximo a salir en libertad. Los mensajes suelen contener órdenes de jefes pandilleros presos para sus subordinados que se encuentran al exterior.
El 21 de junio, el Presidente Nayib Bukele ordenó a los proveedores de servicios de telefonía que deshabilitaran la cobertura en las prisiones salvadoreñas y que retiraran las cabinas telefónicas de las instalaciones.
Ciudad de México, 21 de julio (InSight Crime).- Las estrictas medidas sobre el uso de teléfonos en las prisiones de El Salvador han llevado a los reclusos a adoptar medidas desesperadas para comunicarse con el exterior, incluyendo el uso de papel sanitario, pasta de dientes y medicamentos como instrumentos de escritura.
El director de Centros Penales y viceministro de Justicia y Seguridad de El Salvador, Osiris Luna Meza, dijo que las autoridades carcelarias del centro penal de Quezaltepeque (La Libertad) encontraron 13 mensajes escritos a mano en bolas de plástico en el estómago de un miembro de Barrio 18 que estaba próximo a salir en libertad.
Por lo general, estos mensajes contienen órdenes específicas de jefes pandilleros presos para sus subordinados que se encuentran fuera de las prisiones. Con la extensión de las medidas de control, que incluyen la prohibición en el uso de teléfonos, los presos están escribiendo en papel higiénico o en tiras de plástico, usando pasta dental o medicinas en lugar de tinta.
El 21 de junio, el Presidente Nayib Bukele ordenó a los proveedores de servicios de telefonía que deshabilitaran la cobertura en las prisiones salvadoreñas y que retiraran las cabinas telefónicas de las instalaciones. Esta medida se acompañó de una declaración de estado de emergencia en 28 centros penitenciarios salvadoreños, como parte del intento de Bukele de continuar las medidas de fuerza de su predecesor en centros carcelarios de todo el país.
El actual estado de emergencia se suma a un drástico endurecimiento de medidas de represión y aislamiento en penales. Además de la prohibición de visitas, los internos “no pueden ir al exterior y ver el sol, no tienen libros ni dispositivos electrónicos, no hay fútbol, ni escuela, talleres, caminatas […] y en algunos casos, tampoco se permiten duchas”, según Bukele declaró a La Prensa Gráfica.
ANÁLISIS DE INSIGHT CRIME
Las prisiones de El Salvador son plataformas de operaciones para pandillas poderosas, como la Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18, porque allí encuentran un espacio para desarrollar sus actividades criminalesrelativamente a salvo y ampliar sus carteras financieras.
Es por esto que los pandilleros encarcelados están desesperados por conservar los nexos criminales que tienen en el exterior y encuentran formas creativas para pasar sus mensajes. El ingenio, a su vez, es testimonio del juego del gato y el ratón que se desarrolla entre presos y autoridades por el control de las prisiones.
El 26 de junio, Luna Meza informó que los presos enviados a recibir tratamientos en hospitales estaban usando ahora a empleados hospitalariospara comunicar órdenes a sus cómplices. Como respuesta a esta revelación, el gobierno anunció reformas en los hospitales de las prisiones para permitir que los reclusos reciban tratamiento sin salir de los centros penitenciarios.
Esa misma semana, las autoridades anunciaron una política de no uso de plásticos en las cárceles, luego de que se interceptara a un preso con 26 “wilas” (mensajes en plásticos), dentro de su estómago.
Estas idas y vueltas no parecen disminuir. Las órdenes de Bukele de bloquear las señales de telefonía en las prisiones se dieron luego de que se conociera que los pandilleros en prisión usaban teléfonos inteligentes y redes sociales, como Facebook, para comunicarse con cómplices fuera de prisión. Luego de que se suspendieran las señales, se interceptó una wila en la que se ordenaba a miembros de la pandilla que enviaran drones con recepción de radio para que volaran alrededor de una prisión.