Para Jazmín Hernández, madre de Lesley Leticia Hernández Moreno, universitaria desaparecida y asesinada en Xochimilco, en la Ciudad de México, el dolor y la impotencia se agravan cada día en que el caso de su hija sigue impune. La familia de la joven, además, exige verdad y justicia a las autoridades.
“Tengo una avalancha de sentimientos: estoy triste, encabronada, molesta, deprimida, porque aparte todo lo que hay detrás, el dolor es irreversible: era mi hija, ¡lo que más amaba!, y vas allá –con las autoridades a pedir apoyo– y te dan el avión. Te dicen que sí y, aunque no dan malos tratos, las investigaciones no se avanza absolutamente nada”.
Ciudad de México, 14 de julio (SinEmbargo).- Han pasado más de seis meses de hallazgo del cuerpo sin vida de la estudiante de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), Lesley Leticia Hernández Moreno, y los avances en la investigación para el esclarecimiento del caso son casi nulos, denunció Jazmín Hernández, madre de la joven desaparecida y asesinada en la Alcaldía de Xochimilco, en la Ciudad de México.
La mamá de la joven universitaria explicó a SinEmbargo que, aunque el trato por parte de las autoridades capitalinas ha sido «bueno», a la hora de pedir explicaciones y acciones le dan «el avión», debido a que, desde la desaparición, las diligencias, acciones y trabajos de búsqueda no fueron suficientes y ahora las indagatorias para esclarecer el homicidio son “aún mucho muy lentas” y los avances casi nulos.
“Desde la primera etapa creo que [las autoridades] me daban un buen trato, pero también me daban el avión porque la investigación no la hacían como debían de haberla hecho. No trabajaban, yo pensaba que avanzaba la carpeta, pero en realidad las autoridades me daban el avión, porque sí me hablaban a cada rato para ver si podía aportar más, pero su trabajo de campo no lo hicieron. Cuando pasa a la etapa a homicidio incluso ha sido todavía más lento. Yo no sé si no pueden, no quieren o tienen demasiado trabajo”, expresó la madre en entrevista.
Lesley Leticia Hernández Moreno, alumna Comunicación de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), desapareció el 10 de noviembre de 2018 en las inmediaciones de la colonia Barrio 18, cuando iba a dejar su bicicleta color verde a casa de su abuelita, ubicada en la colonia Cebada, en la alcaldía de Xochimilco, Ciudad de México.
Dos meses después, el pasado 10 de enero, el cuerpo de la estudiante fue localizado sin vida en una zona pantanosa de Xochimilco. Jazmín Hernández fue notificada del hallazgo ese mismo día y acudió inmediatamente al anfiteatro de Xochimilco, pero en esa ocasión al principio no le dieron acceso para ver los restos.
La madre regresó al día siguiente, le cuestionaron sobre el historial físico y médico de la joven, y después le permitieron entrar a observar los restos; Jazmín sólo pudo reconocer las prendas de la chica, pues el cadáver se encontraba en avanzado estado de descomposición.
Leslye portaba un vestido largo blanco con rayas negras el día que fue vista por última vez –10 de noviembre–; también un chaleco de mezclilla azul claro, zapatos abiertos color café y un bolso pequeño de color negro.
“La verdad, fue primero un shock porque lo último que esperaba era encontrarla de esa manera. Sólo reconocí la ropa como tal, el cuerpo no se podía reconocer, estaba en condiciones muy impactantes y más doloroso es el hecho que era mi hija”, recordó.
Mientras Jazmín se encontraba en las instalaciones del INCIFO, aún por identificar el cuerpo de su hija, el caso ya había sido filtrado a medios de comunicación.
La UACM había confirmado esa tarde el hallazgo del cuerpo y lanzó una exigencia a las autoridades correspondientes para que realizaran «una investigación expedita que permita dar con los responsables de este acto atroz. Nuestra comunidad se solidariza con sus amigos, deudos y seres queridos ante esta pérdida trágica e irreparable”, indicó en un comunicado de prensa.
De enero a mayo de 2019, al menos 1 mil 503 han sido asesinadas en el país, de los cuales, 94 casos se han presentado en la Ciudad de México.
NO HICIERON NADA
El día del hallazgo, el Colectivo Aequus, Promoción y Defensa de Derechos Humanos, organización que dio acompañamiento a la familia de la joven, acusó que las autoridades capitalinas no hicieron nada por la búsqueda en vida de Leslye.
“¿Qué hicieron en la PGJ-CdMx en la administración anterior y la actual para buscar y localizar a Leslye con vida? En ambos casos, la respuesta es la misma: absolutamente nada”, reprochó en su momento el colectivo en un comunicado oficial.
Ahora, la madre de la chica ha reiterado la denuncia: “Realmente, CAPEA no hizo absolutamente nada por encontrar a mi hija, se dedicaron a escritos por aquí, escritos por allá. A hablarme por teléfono – para ver si les podía dar más información– y decir que no contestaba. Desde la primera etapa creo que me daban un buen trato, pero también me daban el avión, porque en realidad la investigación no la hacían como debían de haberla hecho”.
Lesley se dirigiría a la colonia Cebada –donde vive su abuela – el último día en que fue vista con vida por su madre. Ahí dejaría su bici y tomaría el transporte público [microbús] para acudir a la Alameda, donde acordó verse con unos amigos de la escuela. Pero Lesley jamás llegó a la casa de su abuelita.
De acuerdo con la información actual, durante el trayecto a la casa de su abuela Leslye al parecer vio a tres amigos en un parque que queda por el camino que tomaba; se detuvo y los saludó. “De ahí ya no sabemos más, de ahí ya no sabemos hacia dónde avanzó o si alguien le dijo: ‘vamos para allá’. De ese punto, ya no me han dado ninguna hipótesis”, explicó la madre.
Jazmín reprocha que desde que su hija estaba en calidad de desaparecida solicitó varias veces que pidieran la localización de las últimas direcciones IP de la cuenta de Facebook de su hija, “porque todavía después hubo conexión a Facebook, pedimos que se viera su conexión y los puntos de donde se conectó su cuenta”. La madre también señaló que el celular de la universitaria tuvo actividad, pero que los ministeriales “no hicieron una localización de eso”.
Al dolor de Jazmín se le acumula la incertidumbre y oscuridad. La información en torno al caso es poca y las preguntas son muchas. No hay indicios para el esclarecimiento del asesinato y los avances en las indagatorias son lentas.
“Estamos hablando que, de enero para acá, que se encontró el cuerpo, las diligencias han sido mínimas, mininas, “se han dedicado amedrentar a los testigos, vienen una que otra vez, vienen aquí me dicen cosas, hacen escritos a todas las dependencias, pero no hay nada”, platicó.
Lesley fue asesinada con un golpe en la cabeza, es la único certeza que tiene hasta el momento su madre- Aún se desconoce si su asesinato fue inmediato o cuánto tiempo que transcurrió desde su desaparición a su muerte.
“No hay una hipótesis solo dicen que murió por golpe en la cabeza, el cuerpo estaba muy descompuesto. Yo no sé qué le hicieron a mi hija, si la torturaron o no”, dijo.
Los retrasos y la dilación en cada uno de los trámites es la constante, de acuerdo al testimonio de la entrevistada.
“Los exámenes de ADN tardaron siglos para entregármelos: me decían que estaban viendo los teléfonos, pero nada. Apenas esta semana me dijeron que ya se estaban haciendo los análisis de todos los teléfonos de las personas que se cruzaron con ella el día de su desaparición.
Aunado a la tardanza, se suma la falta de peritajes. “Hubo una de las diligencias que yo le pedí a CAPEA que se hiciera, algo sobre los dientes, y me dijeron que sí, y después resulta, –según lo veo en la carpeta–, que no se pudieron hacer todos los exámenes porque me entregaron el cuerpo. Pero yo, cuando estaba en el INCIFO, le pregunté al que me estaba atendiendo: ‘¿se hicieron todos los exámenes necesarios? Me dijo que sí, que se habían hecho todos, y me entregaron el cuerpo, pero todavía faltaban exámenes por realizar”.
La mujer agregó que también pidió los videos de las cámaras de C2 de ese día, pero los oficiales realizaron la petición tiempo después y esas imagines ya se pudieron “no se resguardaron las imágenes”.
Jazmín ha solicitado la sabana de llamadas del teléfono de su hija, pero todavía no han dado los resultados.
FAMILIA DESTROZADA
La familia de Leslye quedó destrozada tras el crimen, “era la primera nieta, la querían mucho”, platicó Jazmín.
Para Jazmín el dolor y la impotencia se agravan cada día en que el caso sigue impune. “Tengo una avalancha de sentimientos: estoy triste, encabronada, molesta, deprimida, porque aparte todo lo que hay detrás, el dolor es irreversible: era mi hija, lo que más amaba, y vas allá (a pedir apoyo de las autoridades) y te dan el avión. Te dicen que sí, y aunque no dan malos tratos, las investigaciones no avanzan absolutamente nada”.
Leslye, era una joven de 18 años amante de la cultura. Prefería que le dijeron Leslye en lugar de Leticia. Le gusta leer y el rock clásico: su cantante favorita es Janis Joplin. Entre sus metas está establecer una revista y un blog literario, un proyecto que compartía con su madre.
Además, también era una chica con mucho amor a los animales. Ocho o nueve meses antes de su desaparición hizo un pequeño un albergue para perros con el cual logró rescatar a varios perros de la calle y, gracias a su refugio, colocó en adopción al menos a once de las mascotas.
Jazmín, su madre, exigió el esclarecimiento de los hechos y demanda verdad y justicia para su hija. La entrevistada clama por una investigación seria que permita conocer lo que ocurrió con su hija, ubicar a los responsables y que se les aplique el peso de la Ley.
“Es una tristeza que nos están matando a nuestros niños y nuestras niñas, no puede seguir pasando eso, y lo peor es que el Gobierno y las autoridades no hacen nada, absolutamente nada. Yo no sé qué me duele más: la ausencia de mi hija o que a nadie le importe mi hija, porque cualquier otro cualquier otro ser humano tendría que tener una muerte digna y que se aclarara que pasó con ella, qué le hicieron en sus últimos días y que se castigue a quien lo hizo”, dijo.
Jazmín, al igual que varias madres de víctimas, también exigió un alto a la filtración de información y fotografías a medios de comunicación, pues explicó presuntamente personal del INCIFO vendió las imágenes de los restos de su hija a un periódico local.
Las autoridades, relató, no se mostraron receptivas a la queja de la mujer por la filtración de las imágenes, pues no tiene conocimiento que se haya abierto alguna investigación para ubicar y sancionar a quienes habrían vendido el material.