En 2010, el Gobierno del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa gastó más de 8 mil 222 millones de pesos en vales de gasolina para la Policía Federal. La cantidad superó lo que costó el avión en el que viajaba el ex Presidente Enrique Peña Nieto, valorado en 6 mil 600 millones de pesos.
Miles de millones se fueron para adquirir comida, uniformes o pagos en medios para reproducir una imagen óptima. Fue un lapso en el que el país se convirtió en territorio de fosas y empezó a sangrar por todas su partes. Si en 2009, cuando la PF se conformó tal cual es ahora, la tasa de homicidios era de 17.50 para 2017 fue de 25.97.
Ciudad de México, 14 de julio (SinEmbargo).- En una década, la Policía Federal (PF) firmó decenas de contratos multimillonarios con la justificación de movilizar a sus elementos por las carreteras, así como sostener las coordinaciones estatales para cumplir con su ordenamiento legal prioritario: la seguridad de los mexicanos.
Los 29 contratos más caros de la corporación desde que en 2009 fue creada (tal como es ahora) hasta 2018, suman poco más de 29 mil 364 millones 173 mil 941 pesos. Se trata de convenios sólo equiparables con los de las empresas estratégicas como la Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos, según una búsqueda de SinEmbargo en Compranet.
Las beneficiarias de este pastel fueron empresas de vales de gasolina, comida y agencias de turismo que hacían la reserva de boletos para viajes aéreos y terrestres, así como de hoteles.
Así, el contrato más caro de la historia de la corporación fue el firmado en el sexenio del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa por ocho mil 222 millones 949 mil 349 pesos en vales de gasolina para las coordinaciones estatales del sur, con la empresa Efectivale.
Es una cantidad mayor a lo que costó el Boeing Dreamliner 787 en 2013, el avión en el que viajaba el ex Presidente Enrique Peña Nieto, valorado en seis mil 600 millones de pesos y del cual se deshizo la presente Administración de Andrés Manuel López Obrador porque de tan costoso y lujoso, no lo tenía «ni Obama».
No fue el único contrato multimillonario para vales. En 2011, también el Gobierno de Felipe Calderón erogó 329 millones 60 mil 583 pesos para comprar de esa forma despensas de «fin de año» para los empleados con Sodexo Motivation Solutions México.
Comida, no faltaba. En ello, en una década, se gastaron dos mil 716 millones 332 mil 159 pesos y Productos Serel, parte del corporativo Kosmos, fue la que se llevó el contrato más grande. En 2015, el Gobierno de Enrique Peña Nieto, contrató un servicio de 17 millones 110 mil 552 pesos para los alimentos de los elementos de la corporación; no obstante que este corporativo fue la responsable de la distribución de comida contaminada con salmonela en el penal de Puente Grande, Jalisco, un año atrás.
CUANDO NACIÓ LA PF
En 1999, el entonces Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) creó por decreto a la Policía Federal Preventiva (PFP), un organismo de la estructura de la Secretaría de Gobernación. En el siguiente Gobierno, de Vicente Fox Quesada (2000-2006) se le quitaron las competencias policiales a la Segob para dar paso a una nueva Secretaría de Estado, la Secretaría de Seguridad Pública a la que se integró la PFP.
Y luego, Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), un Presidente que basó su Gobierno en la política de Seguridad Nacional y una guerra declarada en contra del Crimen Organizado, decretó en junio de 2009 la transformación de la corporación en Policía Federal. A partir de este momento, parte de su mandato fue el despliegue en todo el territorio mexicano; sobre todo en las fronteras, los edificios gubernamentales, los parques nacionales y las centrales energéticas.
El cambio de la PF generó un gasto en publicidad oficial de poco más de 33 millones de pesos sólo entre 2009 a 2012; es decir, en el último tramo de Felipe Calderón Hinojosa como Presidente de México. Las campañas «Vacaciones Seguras» y «Policía Federal versiones Morelos y Estado de México», cuyo objetivo era posicionar en la memoria de los mexicanos la imagen de una corporación que protegía y cuidaba, dejaron ganancias al duopolio televisivo formado por Televisa y TV Azteca por más de 14 millones de pesos.
Hubo también pagos por publicidad para portales informativos, diarios nacionales, radiodifusoras y hasta periodistas registrados como personas físicas en la proveeduría del Gobierno.
LA MALDITA INSEGURIDAD
Contrastada la historia de la PF a través de sus gastos con las cifras de la delincuencia no hay corresponsabilidad. La tasa de homicidios en el país aumentó en los años en que la corporación operó: si en 2009 era de 17.50 para 2017 fue de 25.97, según los datos del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (Inegi).
En la última década, ningún país del continente ha experimentado un aumento tan grande como México en su tasa de homicidios, según el informe «Crimen organizado y justicia en México» del programa Justice in Mexico que desarrolla la Universidad de San Diego, Estados Unidos, en colaboración con las universidades Nacional Autónoma de México, de Guadalajara, Autónoma de Nuevo León y Autónoma de Puebla.
En el documento se lee: «Está claro que el aumento de la violencia en México durante la última década representa un problema urgente que no necesita exagerar para merecer seria consideración por parte de académicos y responsables políticos. Esta trágica pérdida de vidas mexicanas debería ser causa de grave preocupación, no de reclamaciones hiperbólicas o parte del juego político».
En marzo pasado, el Inegi brindó el panorama presente. Los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) arrojaron que el 74.6 por ciento de la población de 18 años y más percibe que vivir en su ciudad es inseguro, un incremento de 0.9 puntos porcentuales con respecto a diciembre de 2018.
En la presente Administración de Andrés Manuel López Obrador, el Congreso de la Unión aprobó el despliegue de la Guardia Nacional, una nueva fuerza a la que se incorporarán elementos de la Defensa Nacional, el Ejército y la Policía Federal.
Pero en el arranque del nuevo plan de seguridad, cientos de oficiales de la PF iniciaron una protesta con bloqueos en las avenidas del norte de la Ciudad de México, así como con la toma del centro de mando de Iztapalapa. No quieren incorporarse a la Guardia Nacional sin que se les garanticen ciertas condiciones laborales.
Los policías argumentan que sus prestaciones van a ser recortadas y que podrían ser despedidos si se niegan a incorporarse a la nueva fuerza. Dicen también que enfrentan malas condiciones en los destacamentos en el país y les preocupa servir bajo órdenes de militares que no comprenden su trabajo de servicio civil.