Tanto el ex Secretario de Hacienda Carlos Urzúa Macías como el ex titular del IMSS Germán Martínez Cázares reprocharon en sus respectivas cartas de renuncia la intromisión de terceros en las decisiones sobre las finanzas públicas del país, en el marco de la política de austeridad.
Ciudad de México, 9 julio (SinEmbargo).– Carlos Urzúa Macías le anunció al Presidente Andrés Manuel López Obrador su renuncia a la Secretaría de Hacienda en una carta pública con señalamientos sobre imposición e injerencia de externos que Germán Martínez Cázares también le expresó a el hasta hoy encargado de las finanzas públicas en su misiva al dejar la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
«Me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública. Esto fue motivado por personajes influyentes del actual Gobierno con un patente conflicto de interés», escribió el economista sucedido inmediatamente por el subsecretario Arturo Herrera Gutiérrez. Ambos fueron Secretarios de Finanzas en el gobierno del Distrito Federal de López Obrador (2000-2006).
«En esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento. Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que pueda tener y libre de todo extremismo, sea de derecha o izquierda», criticó.
Urzúa haría referencia al Jefe de Oficina de la República, Alfonso Romo Garza, quien además de ser el puente con el sector empresarial da seguimiento y evaluación a las políticas públicas.
«Tenemos una política fiscal muy restrictiva, porque estamos haciendo un ajuste fuerte en el gasto corriente, lo cual teníamos que hacer», declaró Romo la semana pasada en el Día Nacional del Ingeniero.
Días antes frente a empresarios de Chihuahua dijo que «muchas veces cuando cortas se te pasa la mano, pero tienes que hacerlo, porque si piensas en un país tan grande, proyecto por proyecto, nunca acabas». Resaltó las finanzas públicas sanas y reiteró que «cuando llegas a un Gobierno donde el común denominador era el despilfarro, tienes que cortar de tajo el derroche, la mala administración».
La Oficial Mayor de Hacienda, Raquel Buenrostro Sánchez, ha sido cuestionada por concentrar las compras consolidadas de las instancias públicas. Hace unas semanas se atrasaron las licitaciones públicas para la fabricación y distribución de medicamentos generales faltantes en estados para el segundo semestre del año.
«Raquel Buenrostro Sánchez habla con el Presidente Andrés Manuel López Obrador al menos tres veces al día. La confianza que el Jefe del Ejecutivo le ha depositado es tal, que muchos de los acuerdos que toma con ella no tienen que pasar por el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Carlos Urzúa. Los oficios de López Obrador a Buenrostro son directos, sin intermediarios», reportó en mayo la revista Proceso en un reportaje publicado por Claudia Villegas.
LA INJERENCIA DE HACIENDA EN EL IMSS
Apenas el 21 de mayo, Germán Martínez expuso en una extensa misiva de renuncia al IMSS que «algunos funcionarios» de la Secretaría Hacienda tienen una «injerencia perniciosa» en el IMSS», relacionada con tomar decisiones sobre gasto e ingresos al margen de la Ley del Seguro Social.
«En el IMSS algunas injerencias de Hacienda son de esencia neoliberal: ahorro y más ahorro, recortes de personal y más recortes de personal, y un rediseño institucional donde importa más el ‘cargo’ que el ‘encargo'», afirmó el abogado ex panista.
Por el lado de ingresos, «si acaso Hacienda cree que los ahorros en el IMSS los puede desviar a otros fines, es necesario recordarle que ‘el Instituto no estará obligado a concentrar en la Tesorería de la Federación sus ingresos’, según dispone el artículo 277 C de la ley del Seguro Social».
Para Martínez el IMSS requiere una reforma legal para adecuarlo a la nueva realidad laboral y al nuevo Instituto Nacional de Salud para el Bienestar.
No obstante, «algunos funcionarios de Hacienda intentan una remodelación cosmética del IMSS», donde pretende reformar el Reglamento para colocar funcionarios administrativos en las entidades desde la Secretaría de Hacienda, y así «anular» a los Delegados que este Consejo Técnico aprobó.
«Buscan nombrar, en todo el país, una suerte de ‘delegados administrativos estatales’, fuera de este Consejo, para que ellos, en los hechos, administren desde lo local al IMSS», acusó Martínez.
Advirtió que «controlar en exceso» sus recursos, que son de trabajadores y empresarios, «sin racionalidad y sin apego a las normas del IMSS», puede acabar con esa dinámica de solidaridad social del Instituto.
«Ese control del gasto tiene dos consecuencias fatales: una directa para el IMSS: pasillos de espera llenos de personas adoloridas y mal trato o retraso en la atención a pacientes; y un segundo efecto indirecto todavía peor: el fortalecimiento de los servicios de salud privados», alertó.