«Es un deber y una obligación ayudar a Pemex, tenemos un año para reponerlo y vamos a recuperar su grado de inversión», sentenció el jefe de la oficina de Presidencia, Alfonso Romo; en tanto que el gobernador del Banxico, Alejandro Díaz de Léon, planteó que la revisión de las calificadoras sobre la deuda soberana de México y Pemex son un factor de riesgo que se debe atender.
Por Laura Quintero
Ciudad de México, 11 de junio (Economía Hoy).- Ante la situación financiera que enfrenta Petróleos Mexicanos (Pemex) y luego de que la calificadora Fitch Ratings le quitara el grado de inversión Alfonso Romo, jefe de la oficina de Presidencia, dijo que la empresa Estatal «no es un deber, es una obligación» y que el Gobierno federal está comprometido con su rescate. Alejandro Díaz de Léon, gobernador del Banco de México (Banxico) dijo que es un factor de riesgo que debe atenderse para que evitar que genere mayores problemas.
«Pemex es una obligación, es parte del corazón y de la columna vertebral, pero queremos un Pemex con más producción, pero hay un debate al interior. Yo estoy convencido de que Pemex no puede solo necesita la inversión privada. Es un deber y una obligación ayudar a Pemex, tenemos un año para reponerlo y vamos a recuperar su grado de inversión», sentenció Romo.
La semana pasada la calificadora Fitch Ratings bajó la calificación de la deuda soberana de México y quitó el grado de inversión a Pemex, mientras que Moody’s sólo emitió un cambio de perspectiva de estable a negativa, tanto para México como para la petrolera mexicana.
En el marco de la Reunión Nacional de Consejeros Regionales de BBVA México, destacó que la baja en la calificación de Pemex es una gran oportunidad para entender que sin la participación de los privados el gobierno no tiene los recursos para invertir en lo que se necesita para mejorar la producción de la empresa productiva del Estado.
Dijo que el tema es la producción por lo que es necesario aumentarla, pero para ello las asociaciones que la petrolera tiene con privados deben continuar y él está trabajando con ellos para presentar los resultados al presidente.
«Si México pierde el grado de inversión dejaría de recibir 8 de cada 10 pesos que llegan al territorio nacional en materia de inversión», advirtió Romo.
Destacó que en diciembre una de las calificadoras los amenazó con quitarles el grado de inversión, en este contexto advirtió que si eso sucede representa una amenaza para la captación de las inversiones.
El gobernador del Banxico planteó que la revisión de las calificadoras sobre la deuda soberana de México y Pemex son un factor de riesgo que se debe atender.
«Es algo que ya ha pasado en episodios anteriores y se les ha sabido hacer frente y esperamos que sea el caso y no sea un factor que de mayor preocupación más adelante», apuntó el economista.
Reiteró que si bien ha habido una desaceleración de la economía mexicana, el funcionario reiteró que desde el Banco Central que la actividad económica repunte hacia los siguientes trimestres. Aunque indicó que siempre hay escenarios de riesgo que prevalecen, no obstante, el escenario central es que la economía mejorará.
Díaz de León destacó que la autonomía del Banxico e insistió que están ocupados en cumplir con su mandato constitucional, esto es, hacer que la inflación regrese a su meta de 3 por ciento.
CANCELACIÓN DE TEXCOCO Y CREDIBILIDAD
Alfonso Romo también enumeró una serie de eventos que sucedieron entre noviembre y diciembre, que aumentaron la incertidumbre y que hicieron que el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador perdiera su credibilidad, entre ellos está la iniciativa para reducir el cobro de comisiones a los bancos, la suspensión de los farmouts, pero principalmente la cancelación del aeropuerto de Texcoco.
«La forma en que se tomó la decisión de Texcoco puso en duda la credibilidad de este gobierno, tenemos que reconocerlo», indicó. Pero aseguró que «a Texcoco no se le mueve ni un pelo».
No obstante reconoció que el gobierno ha hecho esfuerzos por recuperar la confianza y dar certidumbre a los inversionistas.