Los líderes de los sectores privados de México y Estados Unidos unieron esfuerzos para abordar los desafíos migratorios en la frontera, en una alianza para fomentar la relación económica y favorecer más comercio y no aranceles, destacaron en un comunicado conjunto.
Ciudad de México, 4 de junio (SinEmbargo).– Los sectores privados de México y Estados Unidos anunciaron hoy la formación de una alianza para abordar los desafíos migratorios en la frontera, problema que mantiene al Gobierno mexicano en una negociación con su vecino del norte para evitar los aranceles.
Thomas J. Donohue, presidente y CEO de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos (US Chamber of Commerce), y Carlos Salazar Lomelín, del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), ayudarán a ambos gobiernos a diseñar soluciones que mitiguen la escalada de la crisis migratoria, y a implementar una hoja de ruta estratégica en el plazo inmediato.
“Como líderes de los sectores privados de EU y México, nos comprometemos a fomentar la relación económica y favorecer más comercio, no aranceles”, señalaron en un comunicado conjunto.
Los empresarios de ambos países coincidieron en que la imposición de aranceles a México no ataca las causas fundamentales de la migración y pone en peligro nuestros intereses económicos compartidos.
“Los gobiernos de los Estados Unidos y México deben trabajar junto con sus comunidades empresariales y sus contrapartes del Triángulo del Norte para resolver la crisis actual”, aseguraron.
“Nuestras organizaciones están comprometidas con la rápida aprobación del Tratado México Estados Unidos Canadá (T-MEC) en nuestras legislaturas respectivas”, dijeron al destacar que esto no podrá lograrse sin eliminar primero la amenaza arancelaria.
“Debemos continuar impulsando hacia adelante la relación económica bilateral a través de la implementación de este acuerdo histórico, no dar marcha atrás”, mencionaron los empresarios.
?#Comunicado Sectores privados mexicano y estadounidense unen fuerzas para abordar los desafíos de la #migración en la #frontera. Puedes leer el texto completo también aquí ? https://t.co/ez67R02UQz pic.twitter.com/uecS1dAneO
— CCE (@cceoficialmx) 5 de junio de 2019
Se dijeron listos para trabajar con los sectores público y privado del Triángulo del Norte para encontrar formas de crear más empleos y fomentar mejores niveles de vida.
Esta alianza, agregaron, “establecerá un grupo de trabajo público-privado dedicado a formular y promover propuestas concretas y mesurables para reducir la migración en el corto plazo, mediante el impulso al desarrollo regional y la inclusión”.
El grupo de trabajo identificará y buscará financiamiento para proyectos clave de infraestructura y desarrollo.
Los empresarios anunciaron que solicitarán el apoyo de expertos en materia de seguridad regional, desarrollo económico y migración. “Esperamos que la alianza tenga su primera reunión en México en el futuro inmediato”, confiaron.
EN EU RECHAZAN ARANCELES
El anuncio de los empresarios para combatir el problema de la migración y evitar los aranceles se produjo horas después de que los senadores republicanos enviaron un mensaje duro a la Casa Blanca advirtiendo que se oponen casi uniformemente a los planes de Donald Trump de imponer aranceles a las importaciones mexicanas.
La última amenaza del Presidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles del 5 por ciento a todos los bienes importados de México, llegando a alcanzar el 25 por ciento hasta que el Gobierno mexicano detiene el flujo de migrantes, ha provocado un rechazo unánime al que se unieron al menos siete ex embajadores de Estados Unidos en México.
Este día también siete ex embajadores de Estados Unidos en México –tanto republicanos como demócratas– rechazaron la aplicación progresiva de aranceles a su vecino del sur y calificaron ese camino como “peligroso” para ambas naciones, especialmente para los productores y consumidores estadounidenses.
John Negroponte, James Jones, Jeffrey Davidow, Antonio Garza, Carlos Pascual, Earl Anthony Wayne y Roberta Jacobson, todos conocedores de México, publicaron un posicionamiento en el que llaman al Gobierno de Estados Unidos a desvincular el comercio y la migración, y encontrar vías para abordar los problemas reales relacionados con la migración centroamericana. “De lo contrario, nos enfrentamos a perder-perder”, plantearon.