El cineasta mexicano habló en la presentación en el Festival de Cannes de una versión restaurada en 4K de The shining (El resplandor), proyectada en esta 72 edición del certamen en la sesión de clásicos.
Cannes, 17 de mayo (EFE).- Una de las leyendas urbanas más populares atribuye al director estadounidense Stanley Kubrick el montaje sobre la llegada del hombre a la Luna en 1969. «¿Acaso no es esa la verdadera función del arte, expandir nuestra imaginación?», bromeó este viernes el también realizador Alfonso Cuarón.
El cineasta mexicano habló en la presentación en el Festival de Cannes de una versión restaurada en 4K de The shining (El resplandor), proyectada en esta 72 edición del certamen en la sesión de clásicos.
«Es una película sobre la teoría de la conspiración del falso aterrizaje en la Luna, sobre el holocausto de nativos americanos, sobre el holocausto… pero de hecho hoy la vamos a ver al revés para captar el mensaje codificado que quería transmitir», insistió.
Cuarón recalcó que «todas esas conspiraciones o cualquier interpretación que uno saque habla más de uno que de la película», y alabó del arte la capacidad para enfrentarnos a quienes realmente somos y para expandir los límites de la imaginación.
«Él creía que las películas no tenían que ser explicadas sino vividas, un poco como la música», añadió al introducir al público en el filme, protagonizado por Jack Nicholson y Shelley Duvall, y basado en la novela homónima de Stephen King.
La restauración de The shining(1980) fue hecha por Warner Bros bajo la supervisión del antiguo asistente personal de Kubrick, Leon Vitali, que asistió a la proyección con una de las hijas del genio, Katharina.
«Un encuentro como este significa mucho para mí. Sé que le hubiera emocionado, que le hubiera encantado ver que la gente viene a ver su película», dijo Vitali, mientras que la hija expresó su orgullo por el trabajo de su padre y porque la cinta pueda verse con la perfección buscada por el cineasta.
Con su presentación, Cuarón volvió a un certamen en el que en 2017 ofreció una clase magistral. Hasta entonces, su paso por el festival se había limitado a «Paris je t’aime», filme colectivo que abrió la sección oficial Una Cierta Mirada en 2006, y a su participación como jurado dos años después.
