Si finalmente se cumple el sueño de Coppola -algo que pasa por reunir la financiación para el proyecto, sobre lo que no han trascendido detalles-, esta sería su primera cinta desde Twixt, otra de sus rarezas, estrenada en 2011.
Por Antonio Martín Guirado
Los Ángeles, 6 de abril (EFE).- Francis Ford Coppola, autor de algunos de los mayores clásicos del cine, como The Godfather, The Godfather: Part II o Apocalypsis Now, cumple este domingo 80 años con el firme propósito de comenzar a rodar próximamente su ambiciosa Megalopolis, un proyecto que lleva décadas acariciando.
Así lo anunció el cineasta esta semana en una entrevista con el blog especializado Deadline, donde reveló que espera comenzar el rodaje de esta obra de ciencia ficción, «épica y de gran escala», este mismo año.
Aunque Coppola escribió esta fábula futurista del Nueva York del siglo XXI a comienzos de la década de 1980, fue postergando su producción en favor de otras producciones menos complicadas. Y cuando finalmente estaba preparado para arrancar, se produjeron los ataques terroristas del 11-S en Nueva York, que dieron al traste con los planes del realizador por la sensibilidad del argumento.
La historia de Megalopolis, con influencias del Metropolis de Fritz Lang o The Fountainhead, de King Vidor, gira en torno a la figura de un arquitecto que pretende reconstruir la ciudad de manera utópica tras un desastre que arrasa la urbe.
«Sí, planeo este año emprender mi antigua ambición de hacer una obra mayor empleando todo lo que he aprendido en mi larga carrera», dijo Coppola a la publicación, recalcando el hecho de que pondrá al servicio de la obra lo que ha aprendido en los trabajos experimentales que han trufado su trayectoria en los últimos años, como Youth Without Youth (2007) o Tetro (2009).
«Eso ha culminado en lo que creo que es mi propia voz y aspiración. No es el tipo de cine que se produce ahora, pero pretendo, deseo y estoy animado a comenzar el rodaje este año», sostuvo.
Según la web, Jude Law es el actor deseado por Coppola para el papel protagonista, un rol para el que se barajó, en el pasado, nombres como Warren Beatty, Robert De Niro, Paul Newman o Russell Crowe.
Si finalmente se cumple el sueño de Coppola -algo que pasa por reunir la financiación para el proyecto, sobre lo que no han trascendido detalles-, esta sería su primera cinta desde Twixt, otra de sus rarezas, estrenada en 2011.
Por el momento, sí es segura su presencia en la próxima edición del Tribeca Film Festival a finales de abril, donde presentará una nueva versión de Apocalypse Now, subtitulada Final Cut (el montaje que más satisfecho le ha dejado), y se prestará a una sesión de preguntas y respuestas con el realizador Steven Soderbergh.
Ganador del Óscar en seis ocasiones (como guionista de Patton, The Godfather, The Godfather: Part II; como director y productor de The Godfather: Part II, y el honorífico entregado por la Academia en 2011), Coppola sigue siendo uno de los nombres más ilustres y venerados de Hollywood, si bien su cine se ha ido volviendo más inaccesible para el gran público.
De hecho, las últimas cintas del director que funcionaron bien en taquilla fueron dos de sus trabajos más impersonales: el drama judicial The Rainmaker (1997), con Matt Damon y Danny DeVito como protagonistas, y la comedia Jack (1996), con Robin Williams al frente del reparto.
Pero en el pasado reposan títulos tan notables como Bram Stoker’s Dracula (1992), The Godfather: Part III (1990), Peggy Sue Got Married (1986) o The Cotton Club (1984), y joyas rotundas como The Outsiders y Rumble Fish, ambas de 1983, o The Conversation (1974).
Firme creyente en la noción de que no existe el arte sin riesgo, Coppola tiene claro que aún le queda al menos una gran película en su interior y que ni la edad ni las tendencias actuales le van a impedir tratar de sorprender una vez más al público.
«La gente siempre reflexiona sobre su vida y dice: ‘me habría gustado hacer esto o lo otro’. Ese es el verdadero riesgo. Así que, básicamente, yo trato de decir más veces sí que no», comentó en 2009 este artista que ha creado un vasto imperio económico al margen del cine gracias a sus negocios vinícolas y hoteleros.