Donald Trump dijo que no cree que tenga que llegar al punto de «cerrar la frontera», porque «la penalización de los aranceles a los automóviles que vienen a Estados Unidos desde México será masiva, del 25 por ciento», y llevará al país vecino a ceder.
La amenaza de Trump de cerrar la frontera suscitó fuertes quejas de numerosos empresarios y políticos, que alertaron del devastador impacto económico que tendría esa medida en ambos países.
Por Lucía Leal
Washington, 4 de abril (EFE).- El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cedió este jueves en su amenaza de cerrar la frontera con México esta misma semana, al afirmar que ahora dará al país vecino un año para detener el flujo de drogas, o de lo contrario impondrá aranceles a sus automóviles antes de decidir si clausura la zona limítrofe.
Seis días después de amenazar con cerrar la frontera común esta semana si México no detenía «de inmediato toda la inmigración ilegal» que atraviesa el país rumbo a EU, Trump cambió el plazo y los parámetros de su advertencia.
«Vamos a darles un plazo de un año, y si las drogas no paran, o no paran en su mayoría, vamos a imponer aranceles a México y sus productos, en particular los automóviles. Y si eso no detiene las drogas, vamos a cerrar la frontera», dijo el Presidente a los periodistas durante un acto en la Casa Blanca.
Congress must get together and immediately eliminate the loopholes at the Border! If no action, Border, or large sections of Border, will close. This is a National Emergency!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) April 3, 2019
Trump no se refirió explícitamente a su amenaza de cerrar la frontera esta semana, una advertencia sobre la que se rumoró que podría hacer un anuncio durante la visita que hará este viernes a la localidad fronteriza de Calexico, California.
Pero el mandatario sí citó varias veces el nuevo plazo de un año que ha decidido dar a México, y en lugar de mencionar el cierre de la frontera como represalia inmediata, afirmó que eso se lo planteará solo después de haber impuesto aranceles a los automóviles, si el país vecino sigue sin cumplir sus exigencias.
«Si las drogas no paran, porque México puede pararlas si quieren, vamos a imponer aranceles a los automóviles. Los automóviles son muy importantes. Y si eso no funciona, vamos a cerrar la frontera. Pero creo que eso funcionará», concretó un poco después.
Trump aseguró que el plazo de un año empieza a correr «a partir de hoy», pero unas horas más tarde volvió a referirse al tema y dejó abierta la posibilidad de imponer aranceles a México antes de que transcurra ese periodo.
«México ha hecho un muy buen trabajo en los últimos tres o cuatro días, desde que hablé de cerrar la frontera«, destacó Trump durante un encuentro con el Viceprimer ministro chino, Liu He.
«Están deportando a gente desde México que va camino a Estados Unidos. Quizá para el fin de esta conferencia de prensa, o quizá mañana, eso parará. Y si eso para, iremos a por los aranceles«, avisó.
Trump dijo que no cree que tenga que llegar al punto de «cerrar la frontera», porque «la penalización de los aranceles a los automóviles que vienen a Estados Unidos desde México será masiva, del 25 por ciento», y llevará al país vecino a ceder.
También aseguró que no le preocupa que su amenaza de imponer aranceles interfiera en la ratificación del renovado acuerdo comercial entre EU, México y Canadá, conocido como T-MEC.
«Esto es más importante para mí que el T-MEC«, recalcó.
La amenaza de Trump de cerrar la frontera suscitó fuertes quejas de numerosos empresarios y políticos, que alertaron del devastador impacto económico que tendría esa medida en ambos países.
México es el tercer socio comercial de EU, con un intercambio valorado en más de 615 mil millones de dólares en 2017, y muchos negocios de ambos países dependen del intercambio fronterizo para fabricar sus productos, entre ellos los automóviles.
La Cámara de Comercio estadounidense advirtió esta semana del «grave daño económico» que causaría interrumpir el comercio fronterizo, y varios legisladores del partido de Trump se mostraron en contra de la idea.
«Cerrar la frontera tendría un impacto económico potencialmente catastrófico, y espero que no lo hagamos», afirmó este martes el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
Trump ya había amenazado con clausurar la frontera en octubre pasado, justo antes de las elecciones legislativas en Estados Unidos, pero esa advertencia no llevaba aparejada una fecha límite, como esta vez, y se diluyó una vez pasada la cita con las urnas.
La marcha atrás de Trump en esta ocasión libra a México, por ahora, de una represalia por la inmigración que sí han sufrido los países del Triángulo Norte de Centroamérica, a los que la semana pasada ordenó suspender toda la asistencia exterior.