«Los anuncios de productos que contienen huevo, lácteos o carne a menudo muestran animales al aire libre en campos verdes, pero la realidad es muy diferente. La verdad es que los animales utilizados para la producción de alimentos en México frecuentemente sufren en las granjas industriales, donde en muchos casos viven confinados en pequeñas jaulas, no pueden llevar a cabo comportamientos naturales o tener acceso al aire libre», escribe Sabina García de Humane Society International.
Ciudad de México, 7 de abril (SinEmbargo).- Hemos discutido en columnas anteriores cómo muchos consumidores y empresas de alimentos están mejorando el bienestar animal al intercambiar ingredientes producidos convencionalmente por los de mayor bienestar, como el huevo y el cerdo libres de jaula. En este artículo, hablaremos sobre otra forma importante (y una de las mejores) de ayudar a los animales cada vez que nos sentamos a comer: elegir más alimentos de origen vegetal (sin carne, lácteos ni huevos). Cada vez más personas en México y en el mundo, sean vegetarianas o no, están haciendo esa elección, no sólo para ayudar a los animales, sino también para mejorar su salud y cuidar el medio ambiente.
Hablemos primero sobre el impacto que tiene el optar por más alimentos de origen vegetal en la vida de millones de animales en la producción de alimentos.
Por los animales:
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), más de 600 millones de animales se crían en México cada año para obtener alimentos, y este número tan sólo incluye vacas, pollos, cerdos y pavos. Si bien puede ser obvio para muchos, la ciencia demuestra que los animales son seres sintientes que tienen la capacidad de sentir dolor, sufrir aburrimiento y experimentar alegría. Los anuncios de productos que contienen huevo, lácteos o carne a menudo muestran animales al aire libre en campos verdes, pero la realidad es muy diferente.
La verdad es que los animales utilizados para la producción de alimentos en México frecuentemente sufren en las granjas industriales, donde en muchos casos viven confinados en pequeñas jaulas, no pueden llevar a cabo comportamientos naturales o tener acceso al aire libre. Por ejemplo, en la industria del huevo en México, la gran mayoría de las gallinas ponedoras viven confinadas durante toda su vida (entre 1 y 2 años) en jaulas en batería hechas de metal, tan pequeñas que apenas pueden extender sus alas o caminar. Las cerdas reproductoras pasan hasta cuatro años confinadas en jaulas de gestación individuales, donde ni siquiera pueden dar la vuelta ni caminar.
Por el planeta:
La ganadería a escala industrial afecta nuestro medio ambiente de manera enormemente perjudicial. Según la FAO, «…la ganadería es uno de los dos o tres sectores con repercusiones más graves en los principales problemas medioambientales a todos los niveles, desde el ámbito local hasta el mundial».
No solo es uno de los principales contribuyentes al cambio climático y la deforestación, sino que también utiliza grandes cantidades de agua y puede causar una grave contaminación de ésta. Al comer menos productos animales y consumir más alimentos de origen vegetal, podemos ayudar a mitigar el impacto de nuestras dietas en el mundo que nos rodea.
Un informe de este año realizado por la comisión EAT-Lancet, conformada por más de 30 científicos líderes a nivel internacional, incluido el Director General del Instituto Nacional de Salud Pública de México, Juan Ángel Rivera Dommarco, ha determinado que para alimentar una población global futura de 10 mil millones con una dieta saludable y sostenible, el consumo de alimentos de origen vegetal deberá de duplicarse y el consumo de productos animales deberá reducirse en un cincuenta por ciento. Sin embargo, en América del Norte, incluyendo a México, ya hemos superado los límites globales de un consumo saludable y sostenible hasta seis veces en el consumo de carne, huevos, aves de corral y productos lácteos, y pronto alcanzaremos el 100 por ciento con el pescado. Este informe establece que los alimentos son el elemento más importante para optimizar la salud humana y la sostenibilidad ambiental en un planeta con recursos limitados.
Por nuestra salud:
Diversos estudios han concluido que las dietas poco saludables en la actualidad representan un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad que la suma de las prácticas sexuales sin protección, el alcohol, las drogas y el tabaco. Sin embargo, la ciencia demuestra que una dieta rica en alimentos de origen vegetal puede ayudar a mejorar la salud. México tiene una de las tasas de obesidad más altas del mundo para adultos y niños, con más del 32.4 por ciento de la población de 15 a 74 años clasificada como obesa, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). La Organización Mundial de la Salud ha informado que la diabetes es ahora la principal causa de muerte en México, con un estimado de 80 mil vidas por año.
Los estudios muestran que las personas que comen menos productos animales tienen tasas más bajas de obesidad. Muchas de las enfermedades crónicas más mortales, incluidas las enfermedades cardíacas, el cáncer, la diabetes y la hipertensión arterial, pueden prevenirse, tratarse e incluso revertirse a través de una dieta basada en alimentos integrales de origen vegetal. No es sorprendente, entonces, que la Organización Mundial de la Salud recomiende que «consumamos más frutas, verduras, nueces y granos integrales, y hagamos la transición de las grasas animales saturadas a las grasas de aceites vegetales no saturados».
Las repercusiones para el bienestar animal, el medio ambiente y la salud pública de la ganadería han resultado en una demanda creciente por parte de los consumidores de más alimentos de origen vegetal. En respuesta, algunas de las compañías de alimentos más grandes del mundo han comenzado a invertir en productos libres de carne, lácteos y huevo. Unilever, el gigante mundial de los alimentos, ha calificado a las proteínas de origen vegetal como «el futuro de la carne», y en los Estados Unidos, la leche de origen vegetal representa el 13 por ciento del total de las ventas nacionales de leche. No es una coincidencia que las cadenas de alimentos más grandes del mundo, como McDonald’s, Subway, Burger King y Starbucks, incluyen cada vez más opciones veganas en sus menús, y las alternativas a la carne y el queso basadas en plantas se encuentran cada vez más en los supermercados, incluso en México. Tyson y Hormel decidieron invertir en el desarrollo de proteínas de origen vegetal y recientemente Mantiqueira, el mayor productor de huevos de América del Sur, comenzó a vender huevo vegano.
Entonces, ¿cómo podemos empezar a mejorar la vida de a los animales, el planeta y nuestra salud? No es cosa de todo o nada. Podemos empezar dando pequeños pasos. Consumir más alimentos de origen vegetal, incluso una vez por semana, mediante iniciativas como Lunes Sin Carne, es una excelente manera de marcar la diferencia. Una simple búsqueda en Internet sobre el vegetarianismo, o recetas y productos basados en plantas resulta en una fuente amplia e interesante de nuevos sabores y datos por descubrir. ¡Puedes leer nuestras deliciosas recetas a base de plantas aquí para comenzar!