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Rubén Martín

10/02/2019 - 12:02 am

Puerta giratoria y riqueza petrolera

Las denuncias del actual Presidente vienen a destapar la masiva práctica de la “puerta giratoria” y por lo tanto los posibles casos de conflictos de interés que podrían cometer varios ex servidores públicos mexicanos.

En México Es Más Común Que La Puerta Giratoria Funcione En Un Sentido El Trasvase De Ex Servidores Públicos a Altos Puestos Directivos En Corporaciones Privadas Foto Gabriela Pérez Montiel Cuartoscuro

La “puerta giratoria” es la práctica en la que ciertas personas pasan de ocupar funciones en el sector público al sector privado, o viceversa, sin pudor y sin que les genere mayores conflictos éticos o políticos, pero sí dividendos económicos.

En México es más común que la puerta giratoria funcione en un sentido: el trasvase de ex servidores públicos a altos puestos directivos en corporaciones privadas. En los últimos 30 años desde ex presidentes hasta secretarios de Estado se han ido a ocupar puestos directivos tanto en grandes empresas privadas, organismos financieros internacionales e incluso en los centros de cabildeo internacional como la Comisión Trilateral.

Esta semana el Presidente Andrés Manuel López Obrador denunció esta práctica en su conferencia de prensa mañanera el lunes 4 de febrero cuando señaló que algunos ex mandatarios trabajan para empresas que le venden energía a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). No lo mencionó por su nombre pero se supo que fue el caso de Felipe Calderón Hinojosa quien formó parte del Consejo de Administración de la empresa estadounidense Avangrid.

“Es muy interesante el tema, porque no sólo fue a este expresidente, porque quienes estaban en la Secretaría de Energía, terminaban y se iban a trabajar a las empresas que les habían entregado contratos con subsidio, ¿cómo se le llama a esto?, conflicto de intereses, coyotaje, corrupción”, dijo López Obrador.

El ex Presidente Calderón se puso el saco y retó a un debate a López Obrador. Éste rechazó el debate y ofreció disculpas al ex mandatario panista pero aprovechó para señalar que los ex presidentes o ex funcionarios que se pasaban a puestos directivos en empresas privadas si bien no violaban la ley, sí faltaban a la ética. «Que no se moleste, que no se disculpe. Les ofrezco disculpas, pero se les pasó la mano. No es un asunto legal, debe ser un asunto legal. Un presidente tiene toda la información estratégica del país, por su cargo establece relaciones […] Si no es ilegal, es inmoral», dijo en la mañanera del martes 5.

Las denuncias del actual Presidente vienen a destapar la masiva práctica de la “puerta giratoria” y por lo tanto los posibles casos de conflictos de interés que podrían cometer varios ex servidores públicos mexicanos.

Hay incontables casos de “puerta giratoria”. Nuestro compañero Efrén Flores publicó un reportaje donde da cuenta de cómo Calderón y al menos seis funcionarios de su administración que tuvieron cargos en la Secretaría de Energía (Sener) y Petróleos Mexicanos (Pemex) y subsidiarias, se convirtieron en directivos de empresas privadas. En este recuento aparecen la ex titular de Sener Georgina Kessel Martínez quien fue nombrada consejera vocal de la empresa española Iberdrola; de Juan José Suárez Coppel, ex director de Pemex (2009-2012) quien pasó a la mesa directiva de Jacobs Engineering Group Inc.

Efrén Flores destacó el caso de la empresa Pemex and Petroil Production Joint Venture Corporation, constituida y registrada por ex funcionarios mexicanos, en Texas en 2007, que fue fundada por Luis Ramírez Corzo, ex director de Pemex (2004-2006) y en ella participaron Marcos Ramírez Silva ex titular de Pemex Gas y Petroquímica Básica (2005-2006), Eduardo Del Río Petricioli titular de Pemex Comercio Internacional (2004) y José Antonio Ceballos Soberanis ex director general de Pemex Refinación (2007-2009).

Pero hay un caso reciente de posible conflicto de interés de gran envergadura. El pasado 29 de enero la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) celebró su 5º sesión extraordinaria donde se aprobó el plan de desarrollo para la extracción, el programa de trabajo y presupuesto a la Fieldwood Energy, asociada a Petrobal que tienen el contrato CNH-R01-L02-A4/2015. Petrobal es propiedad del empresario Alberto Baillères, dueño además de El Palacio de Hierro, GNP y Peñoles entre otras empresas.

Durante la sesión de la CNH, la comisionada Alma América Porres destacó el crecimiento exponencial de reservas encontradas en el asignada a Petrobal y su asociada: “Al inicio en esta área se tenían 68 millones de barriles de aceite calculado como una posible reserva para incorporar estos dos campos, pasó de 68 a 7 veces más (445 millones) con una buena evaluación en estos dos campos”. Además del petróleo el área asignada a Petrobal y asociada el 30 de septiembre de 2015 tiene 567,000 millones de barriles de pies cúbicos de gas natural (Expansión, 29 enero 2019).

El hallazgo es mayúsculo: se pasa de un campo de explotación petrolera con reservas de 68 millones de barriles a 445 millones de barriles, lo que lo convierte en uno de cinco principales campos de reservas petroleras del país. Petrobal de Bailleres y la estadounidense Fieldwood Energy van a invertir inicialmente 445 millones de dólares (mdd) e invertirán hasta 7,500 mdd a lo largo de la vida del contrato que es por 25 años con la posibilidad de dos prórrogas de cinco años cada una. Petrobal y su asociada “usarán infraestructura de Pemex al inicio de su programa de desarrollo, con el fin de comenzar antes la producción de crudo en el área que incluye los campos de Ichakil y Pokoch”.

Lo interesante es lo siguiente: el director de Petrobal es Carlos Arnoldo Morales Gil quien fue director de Pemex Exploración y Producción (PEP) de 2004 hasta 2014. Se anunció su renuncia de PEP el 7 de febrero de 2014 y justo un año después de que dejó ese puesto fue fichado por Petrobal el 11 de febrero de 2015.

No es descabellado suponer que toda la información que este ex funcionario de Pemex acumuló en años de trabajo para la paraestatal mexicana ahora puede ponerse al servicio de la empresa para la que sirve.

Así lo consignó Oil & Gas Magazine cuando se anunció la contratación de Carlos Morales: “Ayer Grupo Bal, propiedad de Alberto Baillères, confirmó que constituyó Petrobal, empresa con la que busca incursionar en la industria petrolera y lo hará de la mano de quien fuera director de Pemex Exploración y Producción, Carlos Morales Gil, cuya experiencia de nueve años en la ahora empresa productiva del Estado le dará una ventaja competitiva e inclusive información privilegiada frente a sus otros competidores, dijeron expertos”.

Pero hay antecedentes de actuación dudosa del ahora director de Petrobal y antes directivo de Pemex. El columnista Mario Maldonado publicó en El Financiero: “’Me tocó seguir el caso de un proyecto adjudicado a un contratista para la integración de ductos, el cual incumplió sistemáticamente, pero Morales Gil se resistió a que se le rescindiera el contrato, supuestamente porque hicieron un arreglo por fuera”, me dijo una fuente cercana al primer círculo del ex directivo de Pemex’. Historias como esta y otras que tienen que ver con presuntas cuentas millonarias de Morales Gil en paraísos fiscales, la creación de empresas de contratistas a nombre de terceros, la fuga de información privilegiada, su oposición a la apertura de Pemex y falsear datos de producción petrolera van y vienen entre especialistas, funcionarios y exfuncionarios del sector. La controversia más reciente se dio el 11 de febrero pasado, cuando fue nombrado CEO de Petrobal. Aunque esperó un año, como lo marca la ley, para unirse a la iniciativa privada, algunos expertos y directivos ven un claro conflicto de interés”.

El fichaje de Carlos Morales por Petrobal de alberto Baìlleres es una caso claro de “puerta giratoria” y podría mostrar un posible conflicto de intereses.

La sucesión de hechos en torno a esos campos petroleros asignados a Petrobal y asociada generan sospechas fundadas. Resulta que era un campo que Pemex había explorado durante varios años y apenas encontró una reserva de más de 60 millones de barriles; pero ya una vez asignado el contrato de exploración y explotación a Petrobal y Fieldwood Energy sus reservas crecieron siete tantos para llegar a 445 millones de barriles. A precios actuales (55 dólares por barril de la mezcla mexicana de exportación), los campos Ichakil y Pokoch significan un negocio de más de 24,000 millones de dólares. Faltaría sumarle el volumen del negocio de extracción de gas natural.

Ante un negocio de este tamaño, que antes era parte de la riqueza petrolera nacional, vale la pena preguntarse si de plano los ex funcionarios de Pemex no hicieron bien los trabajos exploratorios o sí los hicieron pero al final se ocultó la información para pasarla después a compañías privadas. Es un caso que merece ser revisado. Y que muestra en qué dirección se mueve la “puerta giratoria”: hacia los intereses privados y contra el interés público.

 

Rubén Martín
Periodista desde 1991. Fundador del diario Siglo 21 de Guadalajara y colaborador de media docena de diarios locales y nacionales. Su columna Antipolítica se publica en el diario El Informador. Conduce el programa Cosa Pública 2.0 en Radio Universidad de Guadalajara. Es doctor en Ciencias Sociales. Twitter: @rmartinmar Correo: [email protected]
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