La película fue producida por Cinekdoque y Nadador Cine de Uruguay, la mexicana Corazón Films participa como coproductora junto a la española Ferdydurke y cuenta la historia de Javier Belmonte, un artista solitario atrapado en sus preocupaciones como la paternidad, la resistencia al cambio y a aceptar que su ex mujer formará una nueva familia.
Ciudad de México, 8 de marzo (SinEmbargo).- Este fin de semana llega a las salas de cine de nuestro país Belmonte, película dirigida por Federico Veiroj y protagonizada por Gonzalo Delgado, Olivia Molinaro Eijo y Jeannette Sauksteliskis, que formó parte de la selección Zabaltegi-Tabakalera del Festival de San Sebastián además del Toronto Film Festival.
¿De qué trata? Javier Belmonte es un artista divorciado y solitario que gracias a su moderado éxito vende sus pinturas (sobre todo a mujeres maduras), el Museo de Artes Visuales de Montevideo prepara una muestra con sus pinturas pero parece ser que es lo que menos le importa. Su ex esposa está embarazada de su nueva pareja y Belmonte se resiste a aceptar que las cosas han cambiado, la brujula y luz que tiene su vida viene de su pequeña hija Celeste con la que comparte actividades cotidianas como llevarla a la escuela, hacer tarea, cenar juntos e incluso intentar compartir con ella lo que sus pinturas significan para él.
Precisamente Belmonte es un artista que guarda mucho en su interior, con una personalidad acida, oscura y pesimista, atrapado en sus preocupaciones y en su realidad que además parece sentirse cómodo con alejarse de la sociedad y sin establecer verdaderos lazos con nadie más que no sea su hija, Belmonte debe lidiar con la paternidad y la luz que esta proyecta en su vida. Tras su matrimonio fallido no logra aceptar que su ex esposa forme otra familia, ella espera un hijo de su nueva pareja y Javier se resiste al cambio, sabe que su vida y la de Celeste no serán igual.
Javier busca refugio en su obra: en las pinturas de cuerpos desnudos de hombres que están ahogándose o teniendo un debate interior; y en su hija. La niña que de inicio parece emocionada por tener un hermano descubre en medio de la noche el temor a ser desplazada y que su madre deje de quererla, en ese momento y tal vez siempre su refugio es su madre. Justo un tema importante en el largometraje es la paternidad: la de Javier con su hija, con quien intenta pasar más tiempo, pero también la relación que el artista tiene con su propio padre y un guiño a la homosexualidad que se realiza en algunas escenas.
Gonzalo Delgado interpreta de gran manera al protagonista de la historia, con su expresión malhumorada y desfachatez logra construir un personaje del que se desconoce la brújula, un personaje incomprendido que parece no encontrar una solución.
«Mi objetivo es que el espectador sienta las emociones del protagonista a través de su cotidianidad, quería contar cómo alguien está en constante comunicación con él mismo, con su entorno, y cómo aunque le va muy bien en su trabajo, vende muchos cuadros, etcétera, tiene muchos conflictos en el lado del amor», dijo el director uruguayo Veiroj en una videoconferencia.
La cinta tiene un ritmo lento que no es apto para todos, además de mostrar a un personaje instalado en un momento de crisis, de resistencia pero que parece bien aceptado y acomodado en él, que al final camina y carga con todos sus demonios y su oscuridad con la sensación de que no hay más que hacer. Federico Veiroj busca mostrar todos los pliegues de este ser humano, sus miedos, pero deja con la sensación de el personaje está bien instalado, sin buscar ningún cambio a su realidad.
La película fue producida por Cinekdoque y Nadador Cine de Uruguay, la mexicana Corazón Films participa como coproductora junto a la española Ferdydurke y se planea también llegue a las plataformas de streaming.