Javier Hidalgo, Diputado de Morena en el Congreso federal, esta convencido de que la Cuarta Transformación no trabajará al servicio de la industria de los alimentos procesados, por el contrario, pondrá la Ley al servicio del combate del sobrepeso y obesidad. El legislador hace un llamado para que se atienda de manera urgente la pandemia que aqueja al 70 por ciento de los adultos y a 3 de cada 10 niños mexicanos.
Ciudad de México, 16 de febrero (Sin Embargo).- Javier Ariel Hidalgo Ponce, Diputado federal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se encuentra convencido de que este sexenio es el adecuado para acabar con los problemas asociados con la obesidad y el sobrepeso. El legislador considera que la Ley debe estar al servicio de la gente y no de las grandes industria de alimentos procesados, que hasta ahora han ejercido un gran poder sobre la alimentación de los mexicanos.
“El objetivo de Cuarta Transformación es separar el poder económico del político. Tenemos que dirigir la Ley hacia la gente y no a las grandes empresas, es la lógica en la que estamos las fracciones de Morena, del PES y del PT. En esta administración vamos a escuchar a los productores de alimentos procesados, pero en lo foros públicos (…) Deben ser las personas las que tomen la decisión final sobre su consumo, nosotros tenemos que ofrecerles la información correcta y fácil de entender. Si las personas conocen la información podrán decidir si consumen o no los alimentos y si deciden hacer actividad física. Tenemos que convencerlos de formar un pensamiento estratégico que distinga que el placer de lo inmediato puede hacernos perder la dimensión de la salud del corto y mediano plazo”, dice en entrevista.
El combate a la obesidad en el país enfrenta distintos obstáculos. El poder ejercido por las empresas ha impedido que avancen las iniciativas de Ley propuestas para resolver el problema. En enero de de este año la organización El Poder del Consumidor denunció que el 56 por ciento de las iniciativas presentadas por el Poder Legislativo en las LXII y LXIII legislaturas fueron detenidas debido al cabildeo y la cercanía de algunas empresas con legisladores.
Javier no niega que estas relaciones entre las empresas «chatarra» y congresistas han existido en otros periodos legislativos, sin embargo confirma que la Cuarta Transformación no permitirá que el poder político se mezcle con el poder económico.
“Podemos estar seguros de que las empresas ya no van a intervenir en el Congreso, de eso se trata la Cuarta Transformación de separar el poder económico de estas decisiones política, que veamos por el bien de todos y no por el bien de la empresa. El Poder del Consumidor señala que alrededor del 56 por ciento de las iniciativas que se han presentado sobre el tema se han congelado porque la industria cabildeaba y las tiraba. Hoy ya tenemos tres iniciativas una del PES, otra de PAN y la que hemos presentado como Morena y con estas vamos a hacer un dictamen para poder aprobarlo. Vamos a pelear para que este en este periodo”, añade.
Hace tres años el Gobierno federal lanzó una alerta epidemiológica con la que reconoció el problemas de la obesidad y el sobrepeso, y desde entonces pocas han sido las acciones tomadas para frenar el crecimiento de este padecimiento. Actualmente el 70 por ciento de los mexicanos sobrelleva alguno de estos dos padecimientos. El número representa la tasa más alta de esta epidemia entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
EL PROBLEMA CON LA LEGISLACIÓN
El 26 por ciento de la energía consumida por la población en México proviene del consumo de bebidas y alimentos ultra procesados: el 9.8 por ciento de las bebidas azucaradas y el 16 por ciento en alimentos no básicos altos en densidad energéticas, así lo confirma un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Hidalgo sostiene que la alta ingesta de calorías se debe en cierta medida a la falta de información o información confusa que se tiene sobre los alimentos que consumimos, es por ello, que en en enero de este año presentó una iniciativa con la que se pretenden reformar el artículo 161 de la ley General de Salud para que se realice un cambio en el etiquetado que obligue a que los datos nutrimentales sean visibles y claros.
“El etiquetado debe ser visible y claro de entender. Aquí ya hay un consenso que apoya el etiquetado chileno que marca muy claramente que es alto en calorías, alto en sodio y alto en azúcares. La idea es que el etiquetado sea claro y que a la gente pueda distinguir fácilmente y saber si lo consume o no lo consume. Esta estrategia irá acompañada de publicidad y otros medios que permitan que la gente se encuentre informada”, explica el legislador.
“La iniciativa quiere abrir dentro de la Ley General de Salud un capítulo especial de combate a la obesidad y el sobrepeso. Actualmente solo existen estrategias de este tipo para el tabaquismo y otras enfermedades, pero en general no se ha prestado atención al tema. En la Ley General sólo se contempla en cuatro ocasiones la palabra sobrepeso y seis la palabra obesidad, siendo que es la principal pandemia de salud. La obesidad no solo genera diabetes, que es todo un problema para México, también los problemas del corazón y el cáncer. El 80 por ciento de las personas que tiene obesidad son susceptibles a cualquiera de estas tres enfermedades degenerativas que representan el 70 por ciento de los fallecimientos en México. Es una situación delicada no solamente por ser reconocidos por el país más obeso, si no por lo que implica en la calidad de la vida de las personas y en la cantidad de recursos que ocuparemos en el sector salud si no atendemos esta problemática”, añade.
Desde el 2016 Chile cuenta con una legislación de etiquetado con el que se vigila la información nutricional, la publicidad de los alimentos dirigidos a los niños y la venta en la escuela de determinados productos. Esta normatividad se complementa con un impuesto aplicado a las bebidas azucaradas que ha logrado reducir el consumo de esta clase de productos.
La legislación mexicana es confusa en lo que se refiere al etiquetado, es por esto que en este periodo legislativo ya se han presentado más de una iniciativa que propone incluir en las etiquetas de alimentos y medidas no alcohólicas frases que prevengan del daño o información nutrimental.
En diciembre del 2018 el Diputado de la Ciudad de México Francisco Javier Saldívar, del Partido Encuentro Social (PES), presentó una iniciativa con la que se promueve colocar etiquetas con las leyendas alto en sodio, alto en azúcar y alto en grasa. A esta propuesta también se añadió la Diputada Carmen Mendel Palma de Morena.
Como un mecanismo de refuerzo para la legislación actual, Hidalgo promueve la revisión de los «impuestos pigouviano» -aquellos que buscan corregir una externalidad positiva o negativa como las provocadas por la industria- a productos altos en azúcar u otras sustancias dañinas para la salud.
“Se evalúa aumentar el impuesto al azúcar que hoy día tiene entre el 10 y 20 por ciento, y también el de poder incrementar los impuestos a la cerveza, que hoy tiene entre el 25 y 40 por ciento. Estuve evaluando el caso del tabaco que tiene este tipo de impuestos y que a partir de su aplicación ha tenido efectos positivos, su consumo se redujo entre un 6 u 8 por ciento en los sistemas socioeconómicos bajos. En México no se puede garantizar impuestos pero sí se deben garantizar otras medidas. La iniciativa incluye la propuesta de garantizar dos litros de agua al día y para poder hacerlo debemos asegurarnos de que en todos los niveles educativos haya bebederos de agua gratuitos. Con esto se reducirá mucho el consumo de bebidas azucaradas. En algunas zonas es más complicado, aquellas en donde ni siquiera tiene agua para el consumo, pero la estrategia de este gobierno va muy dirigida hacia estos sectores”, afirma.
LA MOVILIDAD EN LA CDMX
Javier Hidalgo es arquitecto y desde hace algunos años promueve el uso de la bicicleta como un medio de movilidad que protege el ambiente y la salud humana. Él mismo se desplaza por las calles de la ciudad en este transporte, lo que asegura lo ha convertido en una persona saludable.
Su experiencia lo lleva a sostener que la falta de movilidad activa y actividad física responde a una lógica similar a la del consumo de los alimentos procesados, ya que ambos son aprendizajes impuestos por la industria y la urbanización.
“En México no estamos haciendo actividad física y se lo atribuimos al sedentarismo y a la urbanización, sin embargo, así como en el mercado se han impuesto los productos elaborados y el azúcar como adicción, nos hemos acostumbrado a no hacer actividad física. Vivir todo automatizado y usar el automóvil como una adicción nos ha llevado a esto. Además, hemos perdido los espacios que antes se tenían, los niños antes jugaban en las calles y ahora no tienen donde jugar. La conformación que se ha dado en las ciudades de usos especializados a diferencia de los usos mixtos –colonias en las que podían ir a la escuela, comprar lo necesario y vivir- ha provocado un cambio de hábitos: vives en un lado, trabajas en otro, los niños tienen que jugar en un parque especial. Esta circunstancia ha provocado que el espacio físico sea ganado por el automóvil. Hemos perdido los espacios de calidad en los que se podía caminar y andar en bicicleta. Algo que distingue a esta ley es la idea de recuperar la movilidad activa para que en los tiempos de traslado se pueda asumir el concepto de ejercicio. Queremos que la industria automotriz incluya en su publicidad ‘Camina y usa la bici’, así como en su momento se incluyó el ‘Come frutas y verduras'» , añade.
El legislador reconoce que la propuesta que presentó afecta directamente a los intereses económicos de la industria de los alimentos y la industria automotriz, y por lo tanto enfrentará retos para los que está completamente dispuesto a enfrentarlos con el fin de proteger la salud de los ciudadanos.
Uno de los puntos más destacados del documento es la realización de un censo que nacional y regional ha realizarse en el año 2020, que contemple la contabilización total de personas con obesidad, así como, el conteo de la actividad física de la que hasta ahora no hay ningún registro.
“Queremos que este capítulo funcione como una receta médica que pueda ponernos a régimen a dieta al país para lograr en conjunto disminuir de peso. Esta estrategia sería como una receta de doctor. Dentro de esto lo más importante es que plantea la realización de un diagnóstico en términos de obesidad, en términos de actividad física y de hábitos alimenticios a nivel municipal, estatal y nacional con la intención de saber el piso en el que estamos y luego seguir registrando el avance o el retroceso”, menciona.
“El reto es nacional. Hay 9 millones de personas con diabetes y esta enfermedad se consume el 70 por ciento del presupuesto del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), siete de cada 10 adultos tiene sobrepeso y obesidad y de cada 10 niños tres tienen estos padecimientos. Sería una gravísima irresponsabilidad dejar que las cosas continúen inercialmente. Hay buena voluntad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el doctor Alcocer (Secretario de Salud) también está en esta misma línea (…) Evidentemente se necesita hacer cambios, transformar las ciudades en espacios donde se pueda realizar actividad física, crear paseos dominicales en todas partes del país, cambiar el consumo de alimentos procesados. Quizá lo que más nos cueste sea enfrentar a la industria de los alimentos procesados, pero no creemos que se niegue a cambiar el etiquetado, porque el que ahora existe es inentendible. Ese puede ser uno de los conflictos más fuertes, además de las dos adicciones muy rudas que tenemos: el azúcar y el automóvil, pero la idea de esta receta es que se asuman hábitos sencillos que pueda asumir cada individuo”, plantea el legislador federal.
La iniciativa presentada por Hidalgo Ponce sugiere que sea la Secretaría de Salud, en coordinación con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, la que promueva la práctica de actividad física durante al menos 30 minutos diarios. Hasta el momento deja fuera la actividad de institutos como la Comisión Federal de Riesgos Sanitarios (Cofepris), encargada de la regulación de la industria, sin embargo, el legislador sostiene que continúan trabajando para darle la posición que este organismo merece.
