Shtisel es una serie que retrata la vida de una familia desde los ojos de la ortodoxia y muestra la trayectoria de Akiva, un pintor. Netflix compró la serie a una productora israelí,; lo curioso es el éxito que tiene entre la audiencia que no profesa ninguna religión e incluso que no cree en Dios.
Ciudad de México, 29 de enero (SinEmbargo).- Una familia judía que vive en un barrio ultraortodoxo en Jerusalén experimenta el amor, la pérdida y los baches de la vida diaria, pero ¿qué hace que todos los que no profesamos religión, muchos de los cuales ni en Dios creemos, la miremos arrobados?
Probablemente por eso de las minorías que en realidad obedece a que toda la humanidad conserva parte de una costumbre propia y se convierte en mayoría cuando hablamos de amor, de soledad, de la familia.
Por eso Shtisel, con un actor judío muy famoso en su país, Michael Aloni, que además de protagonizar Shtisel, estuvo en Out in the Dark, When Heroes Fly y conduce La Voz Israel, es una de las series más vistas en Netflix.
Está compuesta por dos temporadas, todas actuadas (jamás la comunidad hubiera permitido hacer un documental de puertas para adentro) y refleja la vida de Akiva Shtisel, que crece en una familia haredí, vive en Mea Shearim y se convierte en pintor reconocido.
“A sus veinticinco años, incapaz de tomar un trabajo, huye constantemente de las presiones que lo empujan hacia una vida que no quiere. No sabe que busca, pero persigue loca y desenfrenadamente el amor. Se enamora de mujeres que no debería, esquiva las normas sociales que lo atan sin enfrentarlas tajantemente y al mismo tiempo es extremadamente obediente. Le duele desobedecer a su padre. Sin embargo, en ningún momento deja de actuar como cree que es correcto, ni deja de hacer lo que su corazón le dicta”, es el comentario de Aranza Gleason, de Enlace judío.
“El dilema que enfrenta es el dilema que vive todo judío en su día a día ¿cómo preservar la individualidad frente a la comunidad? ¿Cómo darle voz a sus deseos propios y a la vez mantener la armonía familiar? Es haredí (ortodoxo) y como tal cree y respeta la halajá (ley judía). Pinta y ama pintar. Sin embargo, vive en Gueula uno de los barrios más observantes del mundo judío; un lugar donde su arte es visto con prejuicio y desprecio”, explica.
“Seguido se ve forzado a encarar la división interna que vive entre los mundos que lo conforman: entre el mundo artístico y el mundo religioso, entre su realidad y su deseo, su madre difunta y su futura esposa. Es un hombre en movimiento constante, y por ello mismo el representante más fiel del judaísmo y la ortodoxia”, añade.
Ahora bien, eso visto desde Israel, desde las comunidades judías, pero lo cierto es que Netflix compró este drama israelí Shtisel a Dori Media Group.
La compañía liderada por Nadav Palti vendió esta serie que ha conseguido un gran éxito de audiencias en Israel y que fue emitida en junio de 2013.
La serie fue galardonada con múltiples premios, incluyendo 11 Israeli TV Awards por su primera temporada (incluyendo Mejor drama, Mejor actor, Mejor director y Mejor guion) y otros 6 premios por la segunda entrega (incluyendo Mejor actor y Mejor actriz).
«Estamos encantados de haber vendido Shtisel a Netflix después de su sobresaliente desempeño en los últimos cinco años. Como servicio de suscripción líder para ver series y películas, es un respaldo rotundo que a Netflix le gustaría incluir Shtisel en su plataforma», comentó Nadav Palti, CEO y presidente de Dori Media.
«Crees que la serie te expondrá a un mundo lejano y exótico, pero te encuentras inmerso en la energía del programa. Shtisel es sobre todo una historia excelente, traducida a tantos idiomas y agradecemos a Netflix por haberla elegido», dijo la productora Dikla Barkai.
Shtisel está creada y escrita por Ori Elon y Yehonatan Indursky y dirigida por Alon Zingman.
UNA FAMILIA COMO TODAS
Una de las razones por las que la serie esté siendo vista por todo el mundo, sin importar religiones ni creencias, es que de puertas para adentro, con todas las reglas de la comunidad, la vida se parece a la de un italiano, de un estadounidense, de un mexicano.
Está el que come de más, el que se cree bueno para estar con una mujer más joven, la mujer que está a punto de casarse por segundas nupcias con el hombre viudo y comienza a mandar en toda la familia de su novio; en el medio, Akiva, con su rostro angelical, enamorándose de mujeres “incorrectas”, como la actriz hermosísima Ayelet Zurer, quien personifica a una dama viuda, con un hijo que estudia donde él trabaja como profesor.
Conforme van pasando los capítulos nos hacemos más de Akiva, comprendemos su lucha y cómo va consiguiendo lo que quiere, sin abandonar a su familia, sin dejar de tener el amor de su padre encantador y sin dejar la comunidad.
La serie es osada, en un capítulo una de las protagonistas va a hacerse un aborto, algo de lo que luego se arrepiente, pero el mundo y sus adelantos entran incluso en las familias más ortodoxas. Un programa para verlo y comprender que vivir es malo y es bueno de acuerdo a todas las creencias.