El Ejecutivo decidió cerrar ductos para transportar más gasolina mediante pipas (camiones cisterna), en tanto refuerza la seguridad de los tubos de Pemex con cerca de 10 mil agentes.
México, 18 de enero (EFE).- La crisis de desabastecimiento de combustible en varios estados de México tendrá un impacto económico muy limitado de no prolongarse en el tiempo, consideró hoy la agencia calificadora Moody’s.
«La disrupción en la distribución de combustible tendrá impacto económico limitado, a menos que se prolongue«, destacó la firma en un breve reporte que evalúa la situación de desabastecimiento en México fruto de un cambio en el modelo de suministro de Petróleos Mexicanos (Pemex) para evitar el robo de combustible.
El Ejecutivo decidió cerrar ductos para transportar más gasolina mediante pipas (camiones cisterna), en tanto refuerza la seguridad de los tubos de Pemex con cerca de 10 mil agentes.
«Similar a los efectos de otros choques transitorios, como huelgas, pandemias y desastres naturales, el impacto de la escasez de combustible en la actividad económica probablemente se normalizará durante el transcurso del año», indicó.
Moody’s consideró que, de alargarse el fenómeno, sí podría reducirse la confianza empresarial y la del consumidor.
Pero por el momento, Moody’s sigue esperando que «el Producto Interno Bruto (PIB) crezca un 2.2 por ciento en 2019».
«Del mismo modo, es poco probable que la crisis tenga un efecto significativo en las cuentas fiscales y externas del país», agregó.
Pese al nulo impacto en el PIB general, la escasez de combustible sí podría dar lugar a pérdidas para ciertos negocios y sectores como resultado de una logística deficiente, agregó la agencia calificadora.
Varios estados mexicanos continúan con problemas de desabastecimiento de combustibles dos semanas después del inicio de la crisis debido al persistente sabotaje de ductos de Pemex, que impide un restablecimiento total del suministro.
De acuerdo con el ejecutivo, el huachicoleo -como se conoce al robo de combustibles en México- ocasionó pérdidas a la firma estatal de 65 mil millones de pesos (unos 3 mil 400 millones de dólares) en 2018.