#MetaDatos | El desencuentro entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Presidente Andrés Manuel López Obrador generó polémica entre un grupo de simpatizantes del mandatario y grupos zapatistas alojados en las redes sociales.
Las fricciones no son nuevas: la ruptura entre AMLO y el EZLN data de 2001, cuando se decretó una reforma constitucional en materia indígena, sin tomar en cuenta los acuerdos de San Andrés.
Ciudad de México, 5 de enero (SinEmbargo).– Al mediodía del jueves pasado comenzó a fluir a cuentagotas, a través de Twitter y Facebook, la etiqueta #OtroMundoEsPosible. Detrás del hashtag, que se posicionó por varias horas y que trascendió a la jornada del viernes en las redes sociales, hubo una fuerte tensión entre grupos de usuarios simpatizantes del zapatismo y de morenistas molestos con el posicionamiento dado a conocer por el Subcomandante Marcos o Galeano, vocero del movimiento, quien informó que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) resistirá al Gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, sobre todo en lo que respecta al proyecto del Tren Maya.
«Loco y mañoso» fueron algunos de los calificativos con los que el EZLN en voz de Marcos se dirigió al Primer Mandatario. El discurso se asemeja al de otros grupos de oposición. Esto despertó el enojo de muchos simpatizantes fieles a López Obrador que durante varios días dirigieron insultos a Marcos y descalificaron al movimiento indígena que este año cumple 25 años de resistencia.
«Cara de trapo y salinista» fueron algunos de los calificativos que recibió el vocero del EZLN de varios seguidores de el Presidente de México, quien el miércoles también le respondió a Marcos con un «nadie me va a cucar». Si bien los medios de comunicación dieron amplia cobertura a la confrontación entre ambos personajes, en el interior de los grupos creados por iniciativa de usuarios –donde desde hace años coincidieron en aparente armonía morenistas y simpatizantes del zapatismo– tomó forma una tensión mucho más discreta.
El jueves, el Consejo Nacional Indígena (CNI) difundió un breve comunicado en el que se invitó a emplear la etiqueta #OtroMundoEsPosible –una de las consignas zapatistas más emblemáticas– en solidaridad con el EZLN, movimiento al que señalaron como víctima de una «campaña de odio» orquestada en su contra a raíz de su irreconciliable postura ante AMLO.
Sin embargo, no fue su impacto, ni el número de cuentas que participaron lo que volvió a esta tendencia trascendente en el contexto político actual, sino la manera en que se posicionó la tendencia y las cuentas que participaron en ella. De acuerdo con la herramienta de análisis de Twitter, Tweet Binder a las 19:30 horas del jueves la tendencia alcanzó su clímax. Sin embargo, paulatinamente comenzó a decrecer su actividad.
LA IRRUPCIÓN DE LA DISCORDIA
La tendencia logró posicionarse con el impulso de un segmento de Twitter conformado por activistas, académicos, algunos periodistas y simpatizantes del movimiento zapatista. Fuera de este grupo de usuarios la tendencia generó poco convocatoria.
Sin embargo, la etiqueta tuvo más repercusiones de las que aparentó tener. Su composición fue orgánica y logró visibilizar que el zapatismo en las redes sociales cuenta con numerosas redes, comunidades, grupos y apoyo internacional.
Por otro lado, la etiqueta también visibilizó el conflicto interno que surgió entre algunos de estos grupos como el llamado Sucomandante Marcos-EZLN, quien en Facebook cuenta con más de 19 mil miembros y en el que surgieron enfrentamientos y debates entre morenistas y zapatistas, una división que antes de la ruptura entre Marcos y AMLO no se había presentado.
Al interior de estos grupos comenzó a cuestionarse si los morenistas debían ser expulsados, otros abandonaron el grupo por voluntad propia, otros más se negaron a irse y continuaron enunciando expresiones hostiles hacia el movimiento.
Los primeros tuits aparecieron al mediodía del jueves. Se trató de un contradiscurso a lo que muchos llamaron «campaña de odio», donde el argumento más recurrente fueron las acusaciones de ser simpatizantes del salinismo. Desde cuentas como @cancerbero_mx y @silviacarlova, más tarde se sumaron otras @ncv_violeta, @asbaeza65, @coyoteeztepario.
EL FANTASMA DE LA «GUERRILLA INFORMACIONAL»
En la actualidad, las redes de los zapatistas se caracterizan por ser discretas, cerradas, poco interesadas en interactuar fuera de las comunidades on-line que conforman. Sin embargo, no se trata de una organización intuitiva, las redes zapatistas son funcionales, y articulan canales de comunicación a nivel global.
Su presencia en la Red desde mediados de la década de los noventa tiene carácter histórico y ha sido ampliamente documentado. Manuel Castells llamó a las redes zapatistas «la primera guerrilla informacional». Hoy cuentan con redes conformadas por usuarios de todo el mundo, redes que comenzaron en sitios web zapatistas desde los que comenzaron a circular información, hacer análisis del movimiento, y organizar actividades.
Este antecedente fue visible el jueves. En el monitoreo realizado por Metadatos se encontró que diversas cuentas impulsaron la tendencia desde el extranjero, en una muestra de 10 mil tuits se identificó a EU como el país del que se emitió la mayor cantidad de tuits que provinieron de otros países. España, Rusia y Venezuela también tuvieron amplia participación.
La expresión #OtroMundoEsPosible fue empleado como reafirmación identitaria y como contradiscurso ante la llamada «campaña de odio» orquestada en contra de la comunidad zapatista. A quienes se dirigieron no fue precisamente a López Obrador, quien solo concentró el 14 por ciento de las menciones de acuerdo a Tweet Binder, sino a quienes durante varios días agredieron al movimiento.
«NO SOMOS SALINISTAS»
La respuesta de los simpatizantes del zapatismo fue contundente al negar que el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari estuviera detrás de sus acciones de resistencia en contra de López Obrador. Argumentaron que durante el sexenio del priista fueron reprimidos.
Los rumores surgieron de grupos de morenistas que en medio del clima conspiranoico que circunda en las redes sociales en torno al ex Presidente Carlos Salinas, difundieron la versión que habrían hecho pacto con él como parte de una estrategia de golpeteo en contra del Mandatario.
Tanto en los grupos de Facebook, como en Twitter hubo consenso entre los zapatistas en negar de manera rotunda su supuesta cercanía con Salinas. De acuerdo con muchos de los usuarios que defendieron al EZLN de esta acusación, la desconfianza del movimiento hacia López Obrador surgió a raíz de la promulgación de la llamada «Ley Indígena» en el 2001.
La nueva ley dejó de lado los Acuerdos de San Andrés, firmados en el 1996 en los que se reconocía el derecho de los pueblos originarios a tener una organización de Gobierno propia. En el 2001, Andrés Manuel fungía como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y tenía una amplia influencia en la fracción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Congreso de la Unión.
Fue la inacción del hoy Presidente en aquel momento, lo que para muchos de los usuarios que participaron en la tendencia de este jueves, inició la discordia entre el movimiento zapatista y AMLO. Sin embargo, el discurso del EZLN es diferente.
«es muy mañoso, porque que está con el pueblo de México y sigue engañando a los pueblos originarios, demostrando que se hinca en la tierra pidiéndole permiso y diciendo que todos los pueblos originarios le creen, pero nosotros le decimos que no le creemos», expresó el EZLN.