Aunque ahora está retirada de los escenarios, Tina permanece en el imaginario colectivo por sus enérgicas interpretaciones, tanto en estudio como en directo. La artista cuenta con un puñado de clásicos y más de 200 millones de discos vendidos en todo el mundo.
Madrid, 26 de noviembre (EuropaPress).- Tina Turner nació como Anna Mae Bullock el 26 de noviembre de 1939 en Nutbush (Tennessee, Estados Unidos), con el destino marcado para convertirse en cantante, compositora, bailarina, actriz, escritora y coreógrafa desde la mitad de la década de los cincuenta del siglo pasado hasta la actualidad (aunque ahora disfruta de un plácido retiro).
Fue en aquella lejana década cuando empezó su andadura con Ike Turner, quien sería su primer marido y pareja artística en el exitoso dúo Ike & Turner, con grandes éxitos en los sesenta y los setenta. Cuando ambos se separaron en 1978 abruptamente (en toda la amplitud de la palabra, pues hubo sucesos de violencia doméstica) comenzó una trayectoria en solitario que subió como la espuma.
Y aunque ahora está retirada de los escenarios y viva ajena al ruido como nacionalizada Suiza, Tina permanece en el imaginario colectivo por sus enérgicas interpretaciones, tanto en grabaciones como en directo, así como por sus ajustados vestidos, sus pétreas piernas y sus desenfrenados contoneos escénicos. Y por un puñado de clásicos que repasamos a continuación, incluidos en sus más de 200 millones de discos vendidos en todo el mundo.
«RIVER DEEP, MOUNTAIN HIGH» (1966)
Ike & Tina Turner publicaron en 1960 su primer sencillo, «A fool in love«, que fue un éxito de ventas en el mercado estadounidense y europeo. Otros hits prepararon el terreno para el terremoto que fue «River Deep Mountain High» (1966), tema con producción de Phil Spector, quien preparó para la pareja su célebre muro de sonido, a mayor gloria del grandilocuente torrente de voz de Tina.
«WHAT’S LOVE GOT TO DO WITH IT» (1984)
Su primer gran éxito como solista, de la mano de Capitol Records, se mantuvo tres semanas en el primer puesto de la lista de singles de Estados Unidos. Inicialmente el tema fue ofrecido a Sir Cliff Richard, pero éste lo rechazó y terminó en manos del equipo de Tina, que sí supo darle buen uso. «What’s love got to do with it» pertenece al disco «Private Dancer», Habla sobre la relación ya finiquitada con Ike y da título al biopic de 1993 sobre la vocalista.
«WE DON’T NEED ANOTHER HERO» (1985)
Compuesta por Graham Lyle y Terry Britten, fue la canción principal de la película Mad Max beyond thunderdome (1985). Tras el exitazo del álbum «Private Dancer, Tina Turner» volvía a disfrutar del reconocimiento por su talento, incluso con más fuerza que en el pasado. Esta es posiblemente una de sus interpretaciones más voraces y recordadas.
«THE BEST» (1989)
Clásico grabado originalmente por Bonnie Tyler en 1988 con cierto éxito. Pero el tema compuesto por Mike Chapman y Holly Knight podía dar más de sí, de manera que se ofreció también a Tina Turner, quien lo incluyó en 1989 en su séptimo disco, Foreign Affair, y lo colocó en los primeros puestos de las listas de todo el mundo. Para aquel entonces las giras por estadios ya eran lo normal, con la vocalista convertida en icono de toda una época.
«GOLDEN EYE» (1995)
El colofón a sus años de gloria lo puso en 1995 el tema Goldeneye, escrito por Bono y The Edge de U2 específicamente para Tina Turner cuando supieron que ella había sido elegida para cantar la canción principal de la película de James Bond del mismo título. Con producción de Nellee Hooper, fue el último gran éxito de la fogosa diva, quien tuvo aún tiempo de lanzar un par de discos más en 1996 (Wildest dreams) y 1999 (Twenty Four Seven).
Aunque en el año 2000 anunció su retiro a los 61 años, lo cierto es que desde entonces no ha podido evitar la tentación de regresar puntualmente, como en 2004 con el recopilatorio All the best, y en 2008 con una gran gira por sus 50 años de trayectoria musical que concluyó en mayo de 2009 en Sheffield. Y desde entonces, nos tenemos que conformar con su legado y con recopilatorios como Love songs, editado en 2014.
Pero siempre quedará el tintineo de sus caderas y su huracanado frenesí escénico, con esos imposibles tacones sobre los que se alzaban dos piernas como columnas jónicas imposibles de derribar. Y por encima de todo, su voz torrencial en unas canciones que marcaron a varias generaciones.