Los gases causantes del cambio climático alcanzaron un máximo histórico en 2017, con una concentración media de CO2 de 405.5 partes por millón, según datos de la Organización Meteorológica Mundial. Las consecuencias a largo plazo se verán reflejadas en la subida del nivel del mar, la acidificación de los océanos y un mayor número de fenómenos meteorológicos extremos, entre otras.
Ginebra, 22 de noviembre (EFE).— La Organización Meteorológica Mundial (OMM) dijo hoy que la concentración de gases causantes del cambio climático ha alcanzado un nuevo máximo sin precedentes, sólo comparable al registrado hace entre tres y cinco millones de años.
«La ciencia es clara: si no reducimos rápidamente las emisiones de dióxido de carbono y de otros gases de efecto invernadero, el cambio climático tendrá efectos cada vez más destructivos e irreversibles en la vida en la Tierra«, dijo el secretario general de la organización, Petteri Taalas, un reconocido científico finlandés.
«Nuestra oportunidad de actuar está a punto de agotarse», agregó, para incidir en el sentido de urgencia que tiene revertir las tendencias de emisiones de gases que efecto invernadero, que atrapan el calor en la atmósfera.
Taalas presentó el Boletín de la OMM de fin de año sobre la concentración de los principales gases causantes de ese fenómeno, que revela que -pese a los compromisos internacionales para reducir las emisiones- no hay indicios de que se haya estabilizado y menos de que haya disminuido.
Las consecuencias son un cambio climático a largo plazo, la subida del nivel del mar, la acidificación de los océanos y un mayor número de fenómenos meteorológicos extremos.
Según los datos proporcionados a la prensa por la OMM, la concentración media de CO2 pasó de 400.1 partes por millón (ppm) en 2015 a 403.3 ppm en 2016 y a 405.5 ppm el año pasado.
Se trata del principal gas de efecto invernadero de larga duración en la atmósfera y el más reciente nivel de concentración detectado representa el 146 por ciento del nivel en la era preindustrial (ante de 1750).
La OMM también señaló que han subido las concentraciones de metano y óxido nitroso, y que ha reaparecido el CFC-11 (triclorofluorometano), un potente gas de efecto invernadero cuya producción ha aumentado en Asia oriental, donde es utilizado por la industria.
El Boletín de la OMM se basa en las observaciones de su Programa de Vigilancia de la Atmósfera Global, que documenta los cambios en los niveles de los gases causantes del calentamiento del planeta como resultado de procesos industriales, el uso de energía procedente de combustibles fósiles, prácticas agrícolas intensivas y la deforestación.
En ese programa se evalúa la información aportada por 53 países.
La OMM dijo que estos datos científicos se suman a las pruebas aportadas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, como es conocido por sus siglas en inglés) de que las emisiones netas de CO2 deben quedar en cero en 2050 para limitar el aumento de la temperatura a 1.5 grados.
La reducción a cero de las emisiones netas no implica que no hayan más emisiones, sino que la cantidad que se incorpora a la atmósfera debe ser igual a la absorbida por sumideros, naturales y tecnológicos).