El proyecto de la Tercera Línea del Cutzamala promete garantizar el abasto de agua potable a las urbes más importantes del centro del país y el suministro del vital líquido durante eventos de mantenimiento preventivo y correctivo del Acueducto –como ocurrió en días pasados– sin que se den daños ambientales, pero documentos muestran que miles de árboles fueron talados a pesar de que no era necesario.
Al emitir el resolutivo de impacto ambiental, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) planteó que «debido a que la construcción del proyecto se realizará sobre el derecho de vía de las líneas 1 y 2 del actual acueducto del sistema Cutzamala, no implicará el desmonte y despalme de vegetación forestal y no será necesario llevar a cabo actividades dentro de los cuerpos de agua».
Sin embargo, la determinación solo quedó en el papel. En los hechos, alrededor de 12 mil árboles fueron derribados a lo largo del derecho de vía y fue la misma Semarnat la que autorizó ese desmonte, de acuerdo con documentos oficiales.
Ciudad de México, 10 de noviembre (SinEmbargo).– La construcción de la Tercera Línea del Sistema Cutzamala se ensombreció con sombras de irregularidades, luego de que una falla técnica demorara la reconexión del agua al Valle de México durante esta semana. Sin embargo, esa anomalía relacionada con las empresas operadoras y sus contratos no fue la única: también las hay en el tema ambiental, consignan documentos oficiales entregados a SinEmbargo.
El «Proyecto Ejecutivo de la 3ra Línea de Conducción de la Torre de Oscilación No. 5 al Portal de Entrada del Túnel Analco–San José, Sistema Cutzamala, Estado de México» fue aprobado en 2012 y arrancó su construcción en 2014 con una inversión estimada de 5 mil 209 millones de pesos.
A través del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OAVM), la Comisión Nacional del Agua (Conagua) presentó en 2011 la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de dicho proyecto, que cruza por los municipios de Estado de México: Villa de Allende, Villa Victoria, Almoloya de Juárez, Toluca, Otzolotepec, Temoaya y Lerma.
De acuerdo con el documento oficial, la obra de infraestructura hidráulica consiste en el aprovechamiento de siete presas de almacenamiento y derivación Villa Victoria, Valle de Bravo, Colorines, Chilesdo, El Bosque, Tuxpan e Ixtapan del Oro, éstas dos últimas correspondientes a la cuenca alta del Río Cutzamala.
El Sistema Cutzamala, que cuenta actualmente con dos líneas y ha operado ininterrumpidamente durante más de tres décadas, abastece más del 23 por ciento del agua potable que se consume en la zona metropolitana de la capital del país y fortalece los caudales de los municipios de Toluca, Lerma y Ocoyoacac, en el Estado de México.
Si bien el proyecto promete garantizar el abasto de agua potable a las urbes más importantes del centro del país y asegurar el suministro del vital líquido durante eventos de mantenimiento preventivo y correctivo en las Líneas 1 y 2 del Acueducto Cutzamala –como ocurrió en días pasados– sin que se registren daños ambientales, los documentos muestran que miles de árboles fueron talados.
Al emitir el resolutivo de impacto ambiental, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) –a través de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA)– planteó que «debido a que la construcción del proyecto se realizará sobre el derecho de vía de las líneas 1 y 2 del actual acueducto del sistema Cutzamala, no implicará el desmonte y despalme de vegetación forestal y no será necesario llevar a cabo actividades dentro de los cuerpos de agua».
Sin embargo, la determinación solo quedó en papel. En los hechos, alrededor de 12 mil árboles fueron derribados a lo largo del derecho de vía, sin que se realizaran los respectivos cambios de uso de suelo y estudios técnicos justificativos; también mil 300 más se reubicaron, esto de acuerdo con información de las autorizaciones emitidas a través de la Subdelegación de Gestión para la Protección Ambiental y Recursos Naturales.
Los derribos y reubicaciones fueron gestionados por el ingeniero Jesús Robles Bustamante, residente de obra Cutzamala Tramos 3 y 4, de la Coordinación General de Proyectos Especiales de Abastecimiento y Saneamiento, de la Conagua, y el delegado Víctor Manuel Chávez Alvarado, de la Subdelegación de Gestión para la Protección Ambiental y Recursos Ambientales, fue quien se encargó de emitir las autorizaciones.
MANTENIMIENTO DEJA SIN AGUA A LA CDMX
La semana pasada, la mayoría de las alcaldías de la capital y parte del Estado de México se quedaron sin agua, debido a trabajos de mantenimiento en el Sistema Cutzamala, que costaron alrededor de 500 millones de pesos y ocasionaron el paro de actividades en escuelas de todos los niveles.
Las autoridades informaron que el corte del suministro sería en 13 de las 16 alcaldías de la CdMx y 13 municipios del Edomex, del 31 de octubre al 3 de noviembre, con el propósito de sustituir un tubo que distribuye parte del vital líquido. Un día después de la fecha pactada, el servicio se restableció parcialmente, pero tuvo que suspenderse nuevamente debido a una falla técnica en la instalación de un conector en forma de «K» invertida.
Ese mismo día, la Conagua dio a conocer que la pieza en forma de letra se desplazó cuatro centímetros, por lo que los trabajadores se vieron obligados a detener nuevamente el bombeo por más de 36 horas.
«Durante las primeras horas del restablecimiento del Sistema Cutzamala se observó que una de las nuevas piezas instaladas, conocida como la K invertida, sufrió un desplazamiento en su montaje, por lo que como medida de precaución se tuvo que suspender el bombeo de agua al Valle de México para disminuir la presión sobre ella», informó el organismo a través de un comunicado.