Aunque nuestro recorrido fue muy rápido, bastó para enamorarnos de este hermoso pueblo mágico, de la sencillez de su gente, de los colores que adornan su día a día y de su deliciosa comida.
Ciudad de México, 9 de noviembre (SinEmbargo).- La Riviera Nayarit es un lugar hermoso que sin duda se debe visitar por lo menos una vez en la vida, insisto en por lo menos, y una parada obligada es Sayulita, un pueblo mágico al sur de la costa, en la región de Bahía de Banderas, que tiene un ambiente inigualable, colores en cada muro y un ambiente de paz y relajación.
Mientras visitamos Riviera Nayarit viajamos a este pueblo mágico para pasar ahí por lo menos un par de horas, mismas que bastaron para cautivarnos y desear volver para pasar mucho más tiempo en Sayulita. Sus calles están llenas de murales y colores que adornan cada paso que se da y las tablas de surf se hacen presentes conforme uno se acerca a la playa.
Nuestra primera parada fue Mexicolate, una tienda mexicana que busca promover el caco nativo que es cosechado por indígenas de manera orgánica; en este lugar nos refrescamos con una deliciosa agua de cacao y pudimos probar un untable de caco y cacahuate que recibe le nombre de mulata, los granos de cacao que se sirven como botana, además de frapés y macizos de cacao endulzados con miel de abeja. Sin dudas saldrás de allí con algún producto.
Otro lugar que visitamos y que llamó mucho nuestra atención fue Sayulita Wine Shop. En está tienda puedes encontrar vinos y destilados mexicanos, mezcales de Zacatecas, Guerreo, Michoacán, Durango; además de sotol, posch y charanda. Isaias González el sommelier de la tienda nos contó que tiene productores que ya ven la tienda como un escaparate para sus bebidas, otras llegan por recomendación o porque las descubren en sus viajes. Isaias explicó que en la tienda hacen degustaciones de mezcal para quien quiera aprender cómo afecta el suelo, agua y la tierra en el sabor de los diferentes tipos de mezcal; los grupos son de 4 personas y para poder vivir esa experiencia en necesario contactarlos a través de su página de Facebook con dos horas de anticipación.
La raicilla es el destilado característico de la región y hay dos estilos el de la costa y el de las montañas; el primero tiene más azúcar y almidones por el sol lo que presentan un grado alto de alcohol.
Después de caminar un poco y recorrer las bellas calles decidimos ir al Restaurante Don Pedros, instalado en Sayulita desde 1994, para degustar unos deliciosos comida. Su menú incluye platillos como aguachile de camarón, tostadas de sashimi de atún, sushi de callos, ravioles de langosta atún ahí, ensalada griega con mariscos y carne asada o brochetas de pollo. Y para el calor nada mejor que una cerveza Don Pedros que va muy bien con los platillos.
Aunque nuestro recorrido fue muy rápido bastó para enamorarnos de este hermoso pueblo mágico, de la sencillez de su gente y los colores que adornan su día a día, si eso fue en solo unas horas ¿qué más podremos descubrir si pasamos algunos días allí?