¿Qué lee una historiadora de arte? Dice Susan, “son mis clichés literarios” y hay mucha emoción y adrenalina al recordarlos.
Ciudad de México, 6 de octubre (SinEmbargo).- Quien lea esta lista podrá opinar que me basé en los mas comunes clichés literarios: “Lo que hay qué leer”. Curiosamente, después del Quijote, cuya lectura marcó mi vida, por razones absolutamente emocionales (leído con mi hijo de seis años y divertirnos tanto con las puntadas de Sancho), estos diez libros me han significado momentos profundos de reflexión, por supuesto emoción y de la adrenalina que aún siento al recordarlos.
No se podría pensar en ninguno de mis títulos favoritos sin anteponer las huellas que dejo en mí, la auténtica sensación de que los leí apenas ayer, a pesar del paso de los años.
Doktor Faustus, de Thomas Mann
En un momento dado Adrien Leverkün abre la puerta y se topa con el diablo de cuerpo entero dispuesto a pactar con él. Su vida a cambio de la obra de arte total.
Los Hermanos Karamazov, de Fiodor Dostoievski
La escena en la que todo se transfigura, el Santo Inquisidor aparece.
En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust
Amar es una decisión, de acuerdo al caballero Swann, cuando se descubre perdidamente enamorado de Odette, una mujer que ni siquiera es de su tipo.
El cerco de la iglesia de la Santa Salvación, de Goran Petrovic
El poder de Goran nos lleva a acompañar a todo ese grupo de monjes que, ante el peligro que corre su iglesia, son capaces de elevarla con sus rezos. Es el acto de fe más bello que he leído en mi vida.
Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar
El amor de Adriano por Antínoo encarna su obsesión por la belleza; la decadencia del ser que solo creyó en ella.
La lechuza ciega, de Sadeq Hedayat
Es la obra más espeluznante que he leído, por lo mismo una de las más potentes y significativas de mi vida.
El túnel, de Ernesto Sábato
Sin duda, mi inicio en la vida literaria. Cambió por completo mi noción sobre lo que es leer.
El amante, de Marguerite Duras
Es el libro que volvería a leer cada día de mi vida y, sin embargo, jamás he vuelto a tomarlo en mis manos.
La Trilogía de Nueva York, de Paul Auster
Lo acabo de Terminar por segunda vez. Es brutal la capacidad que tiene Auster para jugar con “eso” que llamamos el azar.
Museo de la inocencia, de Orhan Pamuk
La relación que establece Pamuk entre un relato tan personal y la historia de un museo, me conmovió absolutamente, creo que es el libro más he recomendado.
Susan Crowley (México, 1965). Estudió Historia del Arte. Es especialista en Arte Ruso, Medieval y Contemporáneo. Ha coordinado y curado exposiciones de arte. Investigadora independiente. Ha asesorado y catalogado colecciones privadas de arte contemporáneo y emergente. Es conferencista y profesora de grupos privados y universitarios. Realiza viajes con grupos de estudiantes: París, Londres, Nueva York, Berlín, Documenta, Biennale de Venecia y ferias de arte. Invitada como conferencista por la Facultad de Ciencias Políticas y Arquitectura de la UNAM. Escribe ensayos y hace crítica para diversas publicaciones sobre arte.