El realizador opina que Estados Unidos pende de un hilo y que Trump es una emergencia nacional. Moore sopesa con detenimiento las comparaciones entre Trump y Hitler, incluyendo una en la que reproduce un audio de Trump en un acto de campaña con un video en blanco y negro de un discurso de Hitler.
Por Jake Coyle
Toronto, 8 de septiembre (AP).- En el estreno de «Fahrenheit 11/9» de Michael Moore, su apasionado y portentoso documental sobre Donald Trump y las condiciones que llevaron a su presidencia, el cineasta invitó al escenario a varios estudiantes de Parkland, Florida, que aparecen brevemente en la película. “¡Generación de la esperanza!”, gritó alguien entre el público.
“No, estoy en contra de la esperanza”, corrigió Moore. «La esperanza era de cuando Obama. Estoy a favor de la generación de la acción”.
La más reciente película de Moore es, en apariencia, predecible. Que el activista de 64 años volteara la cámara contra el ascenso de Trump no le sorprendería a nadie. Lo que sí sorprendería es que también la voltee contra los líderes demócratas, el presidente Barack Obama e incluso contra sí mismo.
“Esta película trata de nosotros tanto como de Trump”, dijo en una entrevista reciente en su oficina en Nueva York mientras le daba los toques finales a «Fahrenheit 11/9». Afuera, en un pizarrón, estaba escrita una cita de Walt Whitman: «Resiste mucho, obedece poco».
“Quiero que todos descubramos cuál fue nuestro papel en no detener esto hace mucho tiempo y quiénes somos nosotros como estadounidenses”, dijo Moore.
Pero incluso aunque Moore encuentra muchas cosas que celebrar en la película _ la Marcha de las Mujeres, la huelga del sindicato de maestros de Virginia Occidental, la candidata al congreso de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez _ también está lleno de desesperanza. Siente que Estados Unidos pende de un hilo y que Trump es una emergencia nacional, real o artificial, lejos de asumir un control autoritario. En escenas que definitivamente molestarán a sus críticos, Moore sopesa con detenimiento las comparaciones entre Trump y Hitler, incluyendo una en la que reproduce un audio de Trump en un acto de campaña con un video en blanco y negro de un discurso de Hitler.
Para Moore, el presente es así de precario.
«Generalmente soy bastante optimista y pienso que una película puede tener un impacto y que vamos a salir de esto, sea la guerra en Irak, los tiroteos masivos o el colapso de la clase media. Si fuera completamente honesto contigo, no te podría decir eso. Esto no se parece a nada que hayamos pasado antes”, dijo Moore rascándose la cabeza bajo su gorra de béisbol. «Me pregunto si en el nuevo orden de las cosas, incluyendo la posibilidad de dos periodos presidenciales de Trump, ¿será esta la última película?”.
Al igual que Moore advirtió a los liberales antes de la elección que no estaban tomando suficientemente en serio a Trump, «Fahrenheit 11/9» es un llamado urgente para la acción.
«Esto va más allá de la votación para mí”, dijo el realizador, quien quiere que la gente no pueda dormir después de verla, quiere que la gente salga a las calles.
Los críticos de cine la elogiaron como la película más vital de Moore en años y un “muy necesitado golpe en las entrañas”, aunque otros se preguntaron si la retórica de Hitler no es demasiado extrema. La reacción más conservadora fuera del mundo cinematográfico de izquierda fue, como se anticipaba, menos entusiasta. The Drudge Report respondió con estruendo ante las comparaciones con Hitler: “Esto es la guerra”.
La película, que se estrenará en todo Estados Unidos el 21 de septiembre, es una especie de secuela del documental de Moore sobre George W. Bush «Fahrenheit 9/11», que se mantiene como el documental más taquillero en Estados Unidos. La fecha en el nuevo título se refiere en esta ocasión a la mañana en que Trump fue declarado ganador de las elecciones de 2016.
Moore reserva algunas de las críticas más duras en «Fahrenheit 11/9» para Obama, quien dice que ayudó a abrir el camino para Trump. Aunque todavía considera que el día que votó por Obama fue uno de sus mejores como ciudadano estadounidense, dijo que se sintió devastado cuando el expresidente llegó a su ciudad natal de Flint, Michigan, y trató de calmar la indignación por la crisis del agua.
Y Moore considera que Obama ha pasado demasiado tiempo fuera de los reflectores desde que salió de la Casa Blanca.
«Todo lo que es bueno sobre debería tener un papel ahora”, dijo Moore sobre Obama. “Esta especie de presidente retirado, un viejo estadista; no tenemos tiempo que perder. El no debería querer que la historia recuerde su papel de ahora como silencio. La historia no ve amablemente a los alemanes buenos que se quedaron callados”.
El viernes Obama hizo sus declaraciones más críticas hasta el momento sobre Trump al acusarlo de “sacarle el jugo al resentimiento” y pidió a los electores que fueran en masa a votar en las elecciones de mitad de periodo.
Para Moore, la historia de Flint es un símbolo del envenenamiento de la democracia estadounidense. Y él tampoco está libre de arrepentimientos. En la película, Moore reproduce una reunión que tuvo hace años con Trump y Roseanne Barr, señala que Jared Kushner hizo una fiesta de estreno de su película «Sicko» y que Steve Bannon _ a quien muestra expresando su admiración por sus habilidades cinematográficas mas por su postura política _ ayudó a distribuir el DVD de una de sus películas.
«Hitler y Trump no son la misma cosa. Pero uno comete un grave error si no revisa al menos la historia y los patrones de la historia y cómo la manipulación del miedo, la manipulación de la gente funciona”, dijo Moore. “No soy una persona catastrófica, no creo en las teorías de la conspiración, pero estoy suficientemente consciente para ver lo que está pasando y cualquiera que piense que ‘no está tan mal’ o ‘no se pondrá tan mal’ tiene que despertar”.