El actor hollywoodense ya tiene 64 años y muchas cosas para arrepentirse. La semana pasada dijo lo celoso que lo había puesto el éxito de su por entonces esposa Meg Ryan. Ahora ha sido elegido para hacer de Ronald Reagan en una película que dirigirá Sean McNamara y que se estrenará en 2019.
Ciudad de México, 29 de julio (SinEmbargo).- En 1994, alguien se dio cuenta de lo buen actor que es Dennis Quaid (1954). Aparecía casi irreconocible, en el papel de Doc Holliday en la película Wyatt Earp, de Laurence Kasdan.
Entonces el protagonista era Kevin Costner y el ex marido de Meg Ryan (1961) venía de una larga noche de machismo y cocaína por la que casi termina en el hoyo.
«Pasé muchas, muchas noches gritándole a Dios que por favor apartara eso de mí, que nunca volvería a hacerlo porque sólo me quedaba una hora para irme a trabajar», le dijo a la cadena estadounidense NBC, en la que también relató –con una sinceridad estremecedora– sus graves problemas con su esposa, que por entonces tenía mucho más éxito que él.
Dennis cuenta que cuando salían a caminar por Nueva York todos la llamaban “Meg, Meg” y él sentía que había desaparecido. Por entonces, Meg era considerada la novia de América, título al que debió renunciar cuando le hizo los cuernos con Russell Crowe, mientras estaba casada con Quaid.
Hoy, Dennis –hermano del también actor Randy Quaid (1950)- está mucho más maduro y sus fantasías cocainómanas de machismo han quedado atrás. Trabaja mucho y en los más diversos papeles, al punto de que el año pasado fue elegido por Ryan Murphy para encarnar a George Bush, en Katrina: American Crime Story, obra de Ryan Murphy.
Basada en el libro de Douglas Brinkley The Great Deluge: Hurricane Katrina, New Orleans, and the Mississippi Gulf Coast (El gran diluvio: el huracán Katrina, Nueva Orleans y la Costa del Golfo de Misisipi), Quaid tendría a su cargo interpretar a un funcionario que ignoró todos los pedidos de ayuda y que hoy está visto como un verdadero antihéroe en dicha tragedia.
«El Katrina trajo imágenes que nunca pensamos que veríamos en Estados Unidos. Mi Gobierno no estuvo a la altura de su responsabilidad», ha dicho George Bush, durante un acto en un colegio de Nueva Orleans, ejerciendo un mea culpa más que razonable.
EN EL PAPEL DE BILL CLINTON
Dennis Quaid es absolutamente republicano. Cuando salió elegido Barack Obama (1961) en el 2008, él dijo públicamente que iba a votar a John McCain (1936) y nunca se le ha visto una simpatía demócrata, aunque –eso sí– tuvo a su cargo el papel de Bill Clinton (1946).
Quaid es conocido por haber protagonizado filmes como El día de mañana, El Álamo y Frequency, pero también por haber dado vida al Presidente Bill Clinton en la película A Special Relationship, de Richard Loncraine. Para este papel, Quaid engordó 13 kilos a base de comer hamburguesas, pero algo más que comer tendrá que hacer para interpretar a Ronald Reagan (1911-2004), al que muchos estadounidenses ven como un héroe.
Así es: Dennis Quaid fue contratado para interpretar a Ronald Reagan en una película biográfica que explorará la vida y carrera del ex Presidente, que será estrenada en 2019 y que dirigirá Sean McNamara.
«Reagan era un ser humano fascinante y multifacético y esta película captura su humanidad. Estamos haciendo una película para republicanos y demócratas por igual, ya que Reagan trasciende la política. No puedo esperar para comenzar», fueron las primeras palabras del actor al ser contratado.
La película, que costará 21 millones de dólares, cuenta desde la infancia del ex Presidente republicano, tan querido en los Estados Unidos, pero odiado por todo Latinoamérica.
Es el mandatario número 40 del país y el filme narrará también sus últimos días luchando contra la enfermedad de Alzheimer.
David Henrie interpretará a Reagan de joven.
Quaid está en la segunda temporada del thriller psicológico de Amazon Fortitude y participó en la película cristiana I can only imagine.
«La actuación, en realidad, es un juego muy infantil. En cierta forma es como no crecer nunca, intentando pretender que somos otras personas. La verdad, ahora me divierto mucho más que hace 20 años y esa es la razón por la que siempre quise ser actor. Era algo que me gustaba hacer, en vez de querer ser la estrella más famosa. De verdad, disfruto mucho las filmaciones», dijo alguna vez a la revista Vanidades.