La actriz platicó a SinEmbargo que en un escenario como lo es el teatro «uno necesita llegar super puesto a la escena para que los impulsos y los movimientos sean orgánicos y tengan que ver contigo y convenzas al director de que ése es el movimiento que tiene que existir».
Ciudad de México, 23 de julio (SinEmbargo).- La actriz mexicana Cassandra Ciangherotti protagoniza la obra de teatro Señorita Julia escrita por August Strindberg y dirigida por Martín Acosta.
En entrevista con SinEmbargo la actriz nominada al Ariel dijo sentirse «muy nerviosa, pero no nerviosa nivel miedo, estoy más bien emocionada, es una sensación parecida pero enfocada más hacia la luz». Agregó que esta «es una obra de teatro muy particular, porque escribe en una época en la que ya sabemos que socialmente había más represión hacía la mujer».
El papel de la mujer y de lo femenino resalta en esta obra debido a que, menciona Ciangherotti, su autor fue tachado de misógino pero era «curioso» porque de cierta forma el autor buscaba aniquilar esa parte femenina de él.
«Yo creo que en realidad Strindberg tenía una personalidad muy femenina y que se dio cuenta de que no había lugar para ese tipo de tesituras en el mundo y lo que tenía era un resentimiento muy fuerte hacía él mismo de tener esa vibración tan alta, porque la comprensión de lo femenino en la obra de teatro se me hace inmensa se me hace muy grande, no sólo del femenino luminoso sino del femenino oscuro, el femenino que está enojado con ser mujer, con este resentimiento con la sociedad y con el mundo de decir porque me toco que me traten de esa manera».
A pesar de que la obra fue escrita en una época distinta Cassandra resalta las similitudes que se encuentran con la realidad actual en el papel de la mujer e incluso el papel del hombre que resulta de vital importancia para los cambios que se pretender lograr.
«Siento que las mujeres estamos en un despertar femenino y queriendo que se integren más otro tipo de tesituras en nuestra percepción del éxito de cómo vivir el poder pero que no vamos a lograr nada si el hombre no logra conectar con eso y aceptarlo y no verlo como una debilidad, no pensar que la compasión, que la vulnerabilidad, que estas tesituras sean vistas como menos, como que no van a ser el más fuerte sobrevive».
TEATRO: UNA DELICIA
Cassandra, que forma parte de una de las familias de más tradición en la actuación, disfruta mucho de hacer teatro, situación que define como una delicia.
«El teatro está hecho para que el actor esté presente y el director es una especie de guía, sino te pones las pilas te gana el director y te marca todo, porque los buenos directores como Martín ya traen de cierta manera la idea de cómo es el montaje», explicó.
En cambio, la actriz señala que en el cine se tienen muchas oportunidades de hacer cosas divertidas pero dice que en ese caso el director tiene más conocimiento de cómo cortar a diferencia del teatro en donde entra en el juego de los impulsos del actor.
Destaca que en un escenario como lo es el teatro «uno necesita llegar súper puesto a la escena para que los impulsos y los movimientos sean orgánicos y tengan que ver contigo y convenzas al director de que ese es el movimiento que tiene que existir».
La energía del público juega además un papel crucial debido a que en ocasiones se modifican algunas cosas dependiendo de la respuesta de este. En el teatro la retroalimentación es instantánea; «el público es parte de una energía que esta allí presente».
La obra de August Strindberg, dirigida por Martín Acosta, estará presentándose en el Teatro Milán todos los miércoles y jueves, hasta el mes de septiembre.
APRECIACIÓN CINEMATOGRÁFICA
Cassandra ha participado en diversas producciones cinematográficas mexicanas como el remake de Hasta el viento tiene miedo (2006), Paradas continuas (2008), Tlatelolco, verano del 68 (2013), Tiempos Felices (2014) y recientemente en El club de los insomnes dirigida por Joseduardo Giordano, sólo por mencionar algunas; pero desde su experiencia y punto de vista ¿qué es lo que le hace falta al cine mexicano?
Ciangherotti explica que existen muchos factores que necesitan ser modificados entre ellos verdaderamente apoyar las producciones mexicanas porque en realidad existe más preocupación por el dinero que por aquello que se produce. Además lamenta que la gente señale que esta es una situación entendible al señalar que los «empresarios pierden».
«Por un lado las plataformas que tenemos están más a favor de hacer dinero que de apoyar al cine mexicano o de generar una identidad cultural respecto a lo que hacemos en México, y eso es un problema».
Otro aspecto que resalta es el de la redistribución equitativa del peso en taquilla.»Siento que la distribución del cine, o sea si ya vas a meter películas de otros países la recaudación de ese dinero debe usarse para la producción de películas en el país porque se presenta en nuestra tierra», afirmó.
Pero el punto que de acuerdo a la actriz debe tomarse mucho en cuenta es tener una cultura de apreciación cinematográfica que permita tener una mejor organización y apoyo en todos los aspectos incluso en el de los publicistas y los medios para dejar de ver siempre a los mismos interpretes en sus páginas; «por ejemplo, una película que se va a Cannes o a algún festival importante y gana el director, a lo mejor a ese director o a sus actores ponerlos en la portada de una revista ¿por qué no?», expresó la protagonista de «Señorita Julia».
«Creo que todos tenemos que ponernos a hacer nuestra chamba, ampliar nuestros horizontes y hacer una apreciación cinematográfica que este más al alcance de la gente».
Respecto a las características que presenta el cine nacional, Cassandra Ciangherotti señaló que en nuestro país «hay muchos Méxicos y eso es una particularidad muy especial de este país», por lo que una persona que vive en Oaxaca no vive el mismo México que alguien que vive en la ciudad, aspecto en el que radica la riqueza cinematográfica de este país.
«La identidad cinematográfica de México es muy rica porque es inmensa de cierta manera, ciertos tipos de comedias dan para un tipo de México, y hay otro tipo de películas que son para otro México, sería genial es poder hacer una especie de mezcolanza y no acabar siempre como predicando por el mismo coro sino que pudiéramos abrir nuestros horizontes y darle calidad a las comedias románticas y a las películas de demanda y poder unificar estos tantos México en los que habitamos».