La Barranca, como la gran banda tradicional que es, apuesta por lo nuevo, por la tecnología y por ir descubriendo sonidos y letras. Ahora es un quinteto, con Yann Zaragoza en el piano y sintetizadores y presentarán Lo eterno, el próximo 18 de agosto en el auditorio BlackBerry.
Ciudad de México, 10 de julio (SinEmbargo).- La Barranca, una de las bandas trascendentales del rock mexicano, acaba de sacar Lo eterno, un disco que refleja lo mucho que todavía tienen para crear José Manuel Aguilera, el líder y su banda, conformada por Adolfo Romero (guitarras), Ernick Romero (bajo), Navi Naas (batería) y Yann Zaragoza (piano).
Se ha anunciado también el concierto de presentación para el sábado 18 de agosto en el Auditorio BlackBerry, un sitio muy natural y propio para que la agrupación dé a conocer cada uno de los temas del nuevo disco y haga algunas concesiones tocando temas de discos anteriores.
Ahora es el tiempo del nuevo sencillo, “Ceiba”, una canción que muestra variantes radicales en el sonido de la banda. Orquestada sobre varias líneas de sintetizadores y con un pulso rítmico sumamente insistente, “Ceiba”, en donde no faltan las guitarras eléctricas emblemáticas del grupo, muestra una cara futurista de la banda.
“Una vez abandonadas / las ciudades serán selva”, en un videoclip de animación, dirigido por el realizador Giovanni Bermúdez, quien trabajó con ellos en el video del tema “Brecha”.
En esta ocasión, Giovanni dio vida a los impresionantes escarabajos e insectos que forman parte del arte de la portada del nuevo disco, creando secuencias visuales de gran belleza plástica, en resonancia total con el espíritu de la canción.
Lo Eterno contiene 11 canciones inéditas y originales del grupo mexicano y es su trabajo número decimoprimero desde que iniciaron su vuelo en 1996 con el legendario álbum El fuego de la noche.
Esta es una charla con José Manuel Aguilera, el líder y uno de los mejores guitarristas de México.
–¿Lo eterno es el nuevo disco, un nuevo trabajo para esta banda tan tradicional?
–Sí, es nuestro disco número 11. Ya no quiero contaminar más el estado de la música, me da un poco de vergüenza, pero es el resultado de un proceso de casi dos años. Empecé a escribir las canciones en el 2016, el año pasado nos sentamos a producirlas y ahora el disco acaba de salir en mayo. Hicimos un esfuerzo para que estuvieran en todos los formatos para oír música. Así que Lo eterno está en casete, en vinilo, en disco compacto y se puede escuchar en Spotify y en YouTube. Todos quedaron preciosos.
–En el disco anterior recuerdo la entrevista y decías que estabas muy obsesionado con la composición brasileña, con Caetano Veloso, ¿en este disco tienes alguna obsesión?
–Me costaría trabajo señalar algo específico, pero estuve oyendo mucho al grupo alemán de los ’70 Can (fue una de las bandas de música más importantes del movimiento krautrock de Alemania) y también estuvimos en un proyecto que saldrá más delante de hacer versiones de boleros tradicionales en tiempos de rock. Así que escuché mucho a los boleros y retomando mi amor eterno por Agustín Lara y Toña La Negra.
–¿Es probable que haya música experimental, más allá de la letra en este disco?
–Sí, por supuesto. Mi intención es que siempre haya un equilibrio entre una cosa y la otra. No encontrar el hilo negro, pero poner siempre cosas que a nosotros nos sorprendan. Hay canciones que escribí en un iPad, con esos programas para música electrónica y ahora somos un quinteto porque se suma Yann Zaragoza en piano y sintetizador. Esos elementos nuevos le dan color a La Barranca.
–¿Qué es “Ceiba”?
–“Ceiba” es una de esas canciones electrónicas, es una canción donde el sonido es más radical en ese sentido. La hice con el iPad. Es una pieza que sonoramente es muy diferente a otras cosas que había hecho para La Barranca. Parte de la imagen que me llamó la atención es ver las raíces del árbol rompiendo el pavimento, me dio cierta esperanza en el sentido de que a veces pensamos como seres humanos de exterminar el planeta, pero al final vemos esta imagen que el árbol devora las ciudades, la letra parte de esa imagen, para hablar de cosas como el paso del tiempo, la ecología…
–Tú eres una persona que toca muy bien la guitarra, meterte en tu universo es mágico, ¿no pensaste en una única carrera como solista?
–Bueno, soy solista y a veces me presento como tal, sé cuál es la diferencia entre una cosa y otra. Por un lado, me gusta la colectividad, el hecho de compartir las experiencias con una banda, donde haya intercambio de ideas. La Barranca exige un nivel de compromiso que tal vez conmigo mismo no la tendría. El papel que juego en La Barranca, cantante, guitarrista, escritor de las canciones, me obliga a estar ahí, me lleva a hacer más que lo que creo que soy. Es una banda que lleva su espíritu de trabajo como grupo, no es un proyecto mío, se trabaja como banda, la participación de cada músico es muy importante.
–¿Cómo ves ahora el trabajo, lo ves distinto, más complicado que antes?
–Es una buena pregunta y creo que tiene un par de respuestas que se contraponen. En la medida que se hace un oficio, ser carpintero o periodista o en mi caso hacer canciones, vas teniendo más herramientas y mayor confianza en cómo resolver las cosas. En ese caso, el paso de los años aporta y suma. Para un escritor de canciones como yo, me he ido enterrando en terrenos que antes estaban vírgenes para mí. Cada vez es más difícil crear, ¿cómo digo esto de una forma nueva? Pasa un poco eso.
–¿Cómo te manejas con las nuevas tecnologías?
–Me gusta. Trato de estar al día. No soy un obsesionado, algunas canciones las hice con el iPad, siempre estoy muy pendiente con nuestros sonidos, somos preciosistas en ese sentido, con sonidos, con guitarras.
–Me parece que ustedes los viejos tienen las cosas más fáciles, que las bandas nuevas. Los Caifanes, Zoé, Molotov, se presentan y ya tienen un gran público
–Puede ser, lo que pienso es que ahora, a nivel mundial, con la irrupción de la red en nuestras vidas todo se ha fragmentado un montón.
–¿Eres cultor de la nostalgia?
–No, para nada. De hecho hay cosas que se quedan por nostalgia, el caso de resurgimiento de interés por el vinilo, me parece sumamente ejemplar en el sentido de que la tecnología tiene esa cosa tan arrogante como de decir que cada cosa que hagamos es mejor. Las cosas que vamos dejando en el camino, han sido superadas. Es muy curioso, esta creación de la tecnología, como lo dicen los vinilos, hay que regresar, desempolvar las viejas máquinas porque es el formato ideal para escuchar cierto tipo de música. Interesante ver cómo esas cosas vuelven, me encanta que pase eso, pero no tanto por la nostalgia, sino porque se escucha mejor. Con La Barranca misma, muchas de las bandas que nombraste ahora, hacen su vida y les va muy bien tocando cosas de hace 30 años, felicidades para ellos, pero mi interés nunca ha sido con La Barranca sea una banda de nostalgia, sino comprometernos con el proceso creativo.
–¿Qué significa Lo eterno?
–Está dedicado a responder esa pregunta. Es una canción del disco, la primera que empecé a escribir para esta nueva etapa. Siempre empiezo con un cuaderno nuevo y le puse Lo eterno, todas las canciones están dedicadas a responder esa pregunta.