Martín Moreno-Durán
13/06/2018 - 12:01 am
10 razones para no votar por Meade
A prácticamente dos semanas de la elección presidencial, la mayoría ya decidió por quién votar. Un dato duro: el famoso “voto útil” ya engrosa, desde hace semanas, el abultado porcentaje de preferencia electoral en favor de Andrés Manuel López Obrador. De ahí que alcance niveles exorbitantes de entre 50 y 54%, números muy altos para cualquier candidato a nivel mundial. Allí reposa ya el “voto útil”. ¿O cómo explicar, entonces, la diferencia tan abismal entre el primero con el segundo y tercer lugar? Inalcanzable el tabasqueño.
+ Es el candidato de Peña, Videgaray, Romero Deschamps…
+ El “voto útil” ya es de AMLO
A prácticamente dos semanas de la elección presidencial, la mayoría ya decidió por quién votar. Un dato duro: el famoso “voto útil” ya engrosa, desde hace semanas, el abultado porcentaje de preferencia electoral en favor de Andrés Manuel López Obrador. De ahí que alcance niveles exorbitantes de entre 50 y 54%, números muy altos para cualquier candidato a nivel mundial. Allí reposa ya el “voto útil”. ¿O cómo explicar, entonces, la diferencia tan abismal entre el primero con el segundo y tercer lugar? Inalcanzable el tabasqueño.
Así, cada vez es menor la franja de indecisos.
Y después del tercer debate, el porcentaje de quienes aún no deciden su voto, será cada día más delgado. (En realidad, no habría qué esperar, tras el debate en Mérida, que las preferencias electorales tuvieran un vuelco dramático. Si acaso se moverían 2 o 3 puntos hacia arriba o abajo, que en nada cambiarían las tendencias generalizadas, con López Obrador como virtual ganador de la presidencia de México).
Hay que votar. ¡Por supuesto! No es opción, sino obligación.
Hay que votar por quien uno prefiera. ¡Por supuesto! Sin presiones empresariales ni amenazas corporativas. La libertad individual es intocable.
Hay que castigar a los partidos o políticos que convirtieron a este sexenio en el más corrupto de la historia –solo equiparable al desastre financiero del salinismo-. ¡Por supuesto! Para eso es el voto y las elecciones.
Y precisamente por ese voto de castigo razonado y obligado. Por lo que significó el gobierno de Enrique Peña Nieto – corrupción, impunidad, violencia fuera de control, inseguridad, opacidad, mentiras históricas, mala economía para las mayorías, privilegios a élites y poderes fácticos, censura a voces y plumas críticas, entre otros lastres-, ese voto será numeroso y severo. Ojalá que el 2 de julio estemos hablando de una votación promedio del 70% o más del padrón electoral.
Aunque Pepe Meade lo niegue, la elección del uno de julio será, por fuerza, un referéndum en el que el gobierno de EPN estará sometido a escrutinio.
Meade no ha sabido, entre otras cosas, dónde está parado y de quién realmente es candidato: en la boleta electoral no estará él, sino Enrique Peña Nieto.
Meade es el candidato del gobierno. ¿Quién lo puede negar?
Y por eso, a juicio de esta columna, hay razones de peso para no votar por él.
*****
Aquí, las razones que a nuestro entender deben valer para no votar por José Antonio Meade el domingo uno de julio:
• Porque es el candidato de Enrique Peña Nieto.
• Porque es el candidato de Luis Videgaray.
• Porque es el candidato del PRI más corrupto: el mexiquense.
• Porque es el candidato de Carlos Romero Deschamps.
• Porque es el candidato de un sistema abusivo, corrupto e injusto.
• Porque avaló y fue parte de los gasolinazos.
• Porque ha sido cobarde: aceptó, sin chistar, ser candidato del peñismo, sin siquiera intentar deslindarse de la corrupción de Peña, de su familia, de sus colaboradores, de su gobierno y del PRI.
• Porque ha sido cobarde: aceptó, sin chistar, ser el candidato del peñismo sin siquiera intentar controlar y manejar su propia campaña presidencial, permitiendo, arrodillado, que fuera el salinista Aurelio Nuño quien decidiera lo que Meade piensa, habla y dice en sus discursos.
• Porque solamente será una extensión del gobierno peñista: impunidad a los que corrompieron y se corrompieron, intocabilidad para los poderes fácticos que continuarán sometiendo a mercados, precios y consumidores, y benevolencia para los que se cuelgan del sistema a fin de seguir lucrando con contratos públicos a cambio de favores personales.
• Porque su candidatura jamás prendió por una razón innegable y de fondo: fue impuesto desde Los Pinos y en el rostro, piel y sonrisa de Meade, se observan el rostro de Peña Nieto, la piel de Videgaray y la sonrisa de Romero Deschamps.
*****
Podrá haber más razones para no votar por Pepe Meade. Seguramente. Es cuestión de gustos y de enfoques.
Sin embargo, creemos que éstas son, sino todas, sí las principales.
Y usted, ¿ya decidió por quién votar?
TW @_martinmoreno
FB / Martín Moreno
más leídas
más leídas
entrevistas
entrevistas
destacadas
destacadas
sofá
sofá