Tras insultar al gobierno a cargo de Hamas, Fathi Walid Harb se inmoló, denunció que desde hace meses no recibía su salario. Fue ingresado a un hospital con pronóstico reservado.
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Gaza/Ciudad de México, 20 de mayo (EFE).- Fathi Walid Harb, un funcionario palestino de 22 años de Gaza y padre de dos hijos, se prendió fuego esta madrugada mientras insultaba al gobierno, que en la franja está a cargo del movimiento islamista Hamás .
En diversos vídeos difundidos en las redes sociales y las televisiones palestina e israelí, se ve al funcionario envuelto en llamas mientras grita: «¡Dios castigue al Gobierno! ¡Maldito jodido Gobierno!», en tanto que varios viandantes corren a socorrerle.
Medios palestinos informaron de que el joven funcionario, que fue ingresado en un centro sanitario con pronóstico reservado, se prendió fuego porque hace meses que no recibe su sueldo, el único sustento de su familia, que aumentará en los próximos meses con el nacimiento de un tercer hijo.
El mes pasado se informó de que los funcionarios de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Cisjordania habían recibido sus salarios, cosa que no sucedía en Gaza, gobernada de facto por Hamás, lo que hace aumentar los temores de que el Presidente palestino, Mahmud Abás, los esté reteniendo para ejercer presión sobre el movimiento islamista.
La ANP ha continuado pagando a sus decenas de miles de funcionarios en Gaza a pesar del hecho de que la mayoría no trabaja desde que Hamás tomó el control del territorio en 2007.
Desde entonces, Israel mantiene al enclave costero bajo bloqueo, al tiempo que la frontera de Gaza con Egipto también está cerrada y solo se abre con cuentagotas, como está sucediendo durante este mes.
Los varios intentos de reconciliación entre Hamás y el partido liderado por Abás, el nacionalista Al Fatah, no han prosperado, el último de los cuales tuvo lugar en octubre de 2017 con la mediación de Egipto.
En las últimas siete semanas la tensión en la franja ha aumentado aún más, desde que comenzaron las protestas palestinas por la Gran Marcha del Retorno, el pasado el 30 de marzo, y que se han saldado con más de un centenar de palestinos muertos por disparos del Ejército israelí y alrededor de 10 mil heridos.
Israel afirma que las protestas no han sido pacíficas, sino «disturbios orquestados» por Hamás para asaltar la valla de separación con Gaza y entrar en su territorio para cometer ataques.
Un destacado miembro de Hamás reconoció la semana pasada que la mayoría de los fallecidos pertenecen a su movimiento, si bien el portavoz oficial del grupo lo negó y aseguró que eran civiles.