Todos estos descubrimientos arqueológicos constituyen una evidencia de una presencia humana muy antigua en la isla de Luzón, y cambian el conocimiento previamente establecido, al tiempo que plantean nuevas preguntas sobre los modos de colonización del sudeste asiático insular por parte de los homínidos.
Barcelona, España/Ciudad de México, 2 de mayo (EFE).- Un equipo internacional de prehistoriadores ha descubierto las evidencias más antiguas del poblamiento en Filipinas, que datan de hace 700 mil años, según publica hoy la revista Nature.
El hallazgo ha tenido lugar en el yacimiento arqueológico de Kalinga, en la isla de Luzón, y aporta nuevos datos sobre la historia de la ocupación humana y la paleobiogeografía del sudeste asiático insular.
A lo largo del Cuaternario, Filipinas estaba formada por un grupo de islas separadas del continente por profundos brazos de mar, y la presencia humana más antigua documentada hasta ahora en ese país remontaba a hace 67 mil años.
El descubrimiento en el yacimiento de Kalinga, excavado desde 2014 y con una datación de 709 mil años registrada mediante métodos fisicoquímicos, demuestran que es en realidad diez veces más antigua de lo que se creía hasta ahora.
Las excavaciones han proporcionado restos de fauna: varanos, tortugas, ciervos de Filipinas, Stegodon (un primo del elefante) y una especie de rinoceronte (Rhinoceros philippinensis) que se extinguió en este país como mínimo hace 100 mil años.
De este último animal han identificado un esqueleto casi completo encontrado en asociación con docenas de herramientas líticas talladas sobre yunque.
Según el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), que participa en el equipo internacional, su carcasa muestra marcas de corte en las costillas y en las extremidades, así como de percusión en los huesos de una de las extremidades anteriores, lo que demuestra que estos animales fueron consumidos por los homínidos.
Todos estos descubrimientos arqueológicos constituyen una evidencia de una presencia humana muy antigua en la isla de Luzón, y cambian el conocimiento previamente establecido, al tiempo que plantean nuevas preguntas sobre los modos de colonización del sudeste asiático insular por parte de los homínidos.
Los herbívoros pueden nadar largas distancias y, por tanto, pudieron llegar a las Filipinas durante los períodos de bajo nivel del mar, pero esta hipótesis no es concebible para humanos.
Los científicos se preguntan ahora si un homínido, incluso anterior al Homo Sapiens, podría dominar ya algún modo de navegación, o bien si esta colonización sucedió accidentalmente mediante viajes involuntarios sobre lenguas de tierra arrancadas de la costa después de un tsunami, un fenómeno raro, pero bien documentado, según el IPHES.