«AMLO: La CDMX ya decidió y te vas a la chingada», dice una pancarta de un grupo que llegó, muy organizado, al Centro Histórico capitalino. Hay gritos de apoyo a los candidatos, quienes esta tarde se verán las caras en el primer debate presidencial. Avanzan los minutos en el Palacio de Minería, en la Ciudad de México.
Ciudad de México, 22 de abril (SinEmbargo).- El cerco policial al Palacio de Minería, sede del primer debate presidencial, colocado de Eje Central hasta Allende, provocó la ausencia de la banda musical y pasaje de libros tradicionales frente al Museo Nacional del Arte, que fueron sustituidos por la presencia de simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador en Tacuba y en contra del candidato en Donceles.
Frente al edificio postal, una decena de personas manifestaron su apoyo al candidato de «Juntos Haremos Historia», incluyendo una mujer vestida de animal. Ondeaban la bandera de Morena, mostraban letreros y un muñeco de peluche de AMLO. «Los lopitos estamos en todas partes», rezaba una lona.
En contraste, en Donceles un grupo de personas más numeroso abucheó a Tatiana Clouthier y al empresario Alfonso Romo cuando ingresaron a las afueras de Palacio de Minería. «Libertad de expresión», dijo Tatiana.
«Si no pudo con la regencia, menos con la Presidencia», gritaban a coro, incluso cuando pasaban invitados ajenos a Morena como Santiago Creel o Emilio Álvarez Icaza, ambos del Frente.
Afuera de las vallas de Donceles, protestantes mostraban letreros rojos con naranja y diseñados con la frase: «AMLO: La CDMX ya decidió y te vas a la chingada». Un hombre que portaba uno dijo que se lo dio Servicios de Agua y otro hombre no supo quién se lo entregó. «El zángano mayor es López Obrador», gritaban a coro. «Fuera López Obrador», decían cada que llegaba alguien a la entrada al Palacio.
Una mujer, trabajadora de la CDMX que no quiso decir su nombre, justificó que es «zángano» porque no saben de qué ha vivido estos años.
En la esquina de Donceles y Eje Central se registró un enfrentamiento verbal.
“¡Traga tortas!” y “¡acarreados!”, gritaban ciudadanos a los supuestos manifestantes anti López Obrador. Un policía, de los cientos que conforman el cerco, comentó que le dieran una porque, casi a las seis de la tarde, no ha comido. “Se ve, se siente. AMLO Presidente”. “No reformas». Ellos sólo respondían: «Culeros».
El Consejero electoral Ciro Murayama posteó una foto de la manifestación contra López Obrador y criticó desde su cuenta de Twitter: “A unos pasos de la sede del debate @INEMexico en Minería, esto no es libertad de expresión. Son tácticas inaceptables hacia cualquier candidato”.
Yeidckol Polevnsky, al llegar, aseguró que era gente contratada «contrario a la real de carne y hueso» de Morena. «Vieja mantenida», le gritaron.
Otros que fueron llegando como invitados al debate entre gritos a favor y en contra de AMLO, fueron Jorge Castañeda, Gustavo Madero, el asambleísta Jorge Romero, el moderador Sergio Sarmiento y la candidata a la CDMX, Claudia Sheinbaum, quien saludó a los simpatizantes de Morena e ignoró a quienes le gritaron reclamos por su gestión en la delegación Tlalpan. Entrando entre granaderos, también llegó Diego Fernández de Cevallos.
A más de dos horas del inicio del debate también arribaron a la sede el Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova; Josefina Vázquez Mota, el Senador Manuel Bartlett, entre otros como Eduardo Bohórquez de Transparencia Mexicana.
NEGOCIOS CERRADOS
Las rejas, personal del Estado Mayor Presidencial y cientos de policías redujeron las ventas de los negocios aledaños, y generó la ira o desorientación de los paseantes dominicales imposibilitados de acceder a Tacuba y Donceles, dos de las calles más transitadas del Centro.
El operativo policiaco en la Alameda, donde acuden familias, parejas y niños juegan en las fuentes, arribó desde ayer por la noche. Alrededor de las tres de la tarde los policías se empezaron a repartir lunch entre ellos.
«Es una jalada. Nos afecta nuestro día y nuestro sueldo. Ellos no piensan en eso», dijo una mesera del restaurante Barriga Llena, negocio a lado del Palacio de Minería que lucía vacío. Ella lo atribuyó a la dificultad del acceso, ya que hasta los empleados batallaron.
José Martín, el de la tienda en Donceles enfrente del cerco, bromeó que por las calles cerradas había más gente en un funeral que en su negocio. Sobre el debate, aseguró que no les cree a ninguno «porque son propuestas para ganar». Les pidió llamar al voto y no pelearse.
Aunque por Eje Central las autoridades dejaron ingresar al MUNAL con un papel de acceso, los ciudadanos que venían en carro no podían pasar por Tacuba. «Es infame que nos cierren el paso cuando el debate es hasta las 8 de la noche», aseguró molesta una mujer a las 3 de la tarde. Otro señor, acompañado de hija y esposa, venía desde Santa Fe a comprar lociones. No pudo entrar y no había servicio. «Ni enterado del debate, eh. Venimos hasta acá en balde», dijo.