«¡Un minuto para entrar al aire», dijeron. Y así arrancaron dos horas en las que Alejandra Barrales Madaleno, Claudia Sheinbaum Pardo, Mikel Arriola Peñaloza, los punteros en las encuestas, se repartieron culpas sobre los problemas que hay en la Ciudad de México.
Ciudad de México, 18 de abril (SinEmbargo).- «¡Un minuto para entrar al aire, candidata! 5, 4, 3…», le gritó una mujer a Alejandra Barrales Madaleno, del Frente, quien aprovechó la rápida pausa en la transmisión del primer debate entre candidatos a la jefatura del gobierno de la Ciudad de México para correr al baño con tacones negros.
Los siete candidatos arribaron a las instalaciones del Canal Once, en el Instituto Politécnico Nacional, más de tres horas antes del inicio del evento, en el cual discutieron entre señalamientos los temas del transporte público colapsado, escasez del agua, el boom inmobiliario y la inseguridad en aumento en la entidad que buscan administrar. Solo Barrales tocó el tema de la reconstrucción tras el sismo del 19S.
Todas las entradas al Canal, cerradas con rejas, contaron con operativos de seguridad con cientos de policías y un par de perros de guardia.
Al entrar en carro, Barrales, candidata del Frente y ex líder del PRD, conocido por su estructura clientelar, fue la única que contó con porra abanderada. Afuera del canal, su equipo coordinaba la llegada de invitados. Barrales estuvo acompañada en el foro de Dante Delgado, de Movimiento Ciudadano.
Luego de llegar, los candidatos desfilaron frente a cámaras de la prensa rumbo a los camerinos como lo hacen estrellas de cine o música en entrega de premios.
Ya maquillados arrancaron.
Afuera del canal también había una mujer del equipo de la independiente Lorena Osornio Elizondo, ex candidata a Diputada independiente para la Asamblea Constituyente. La abogada, habitante del Centro de la ciudad, fue la oradora que lució con más nerviosismo y en ocasiones titubeante. A diez minutos del término del debate optó por sentarse. Durante sus turnos enfatizó que ella era la primera candidata independiente a la CDMX, llamó a proponer más que a atacar y criticó a sus oponentes por nunca haber usado el Metro o Metrobús en hora pico.
Pero si Osornio fue la más nerviosa, Marco Rascón, candidato del Partido Humanista, fue el que más brilló. Tuvo sus momentos de buena gloria. Su cierre con un poema de Efraín Huerta y su demoledor texto dedicado a Mikel lo hicieron diferenciarse.
“Mi gran ciudad de México:
el fondo de tu sexo es un criadero
de claras fortalezas,
tu invierno es un engaño
de alfileres y leche,
tus chimeneas enormes
dedos llorando niebla,
tus jardines axilas la única verdad,
tus estaciones campos
de toros acerados,
tus calles cauces duros
para pies varoniles,
tus templos viejos frutos
alimento de ancianas,
tus horas como gritos
de monstruos invisibles,
¡tus rincones con llanto
son las marcas de odio y de saliva
carcomiendo tu pecho de dulzura!”
Durante las dos horas del primer debate entre candidatos a gobernar la Ciudad de México, la capital del país, la candidata puntera en las encuestas, Claudia Sheinbaum Pardo de «Juntos haremos historia», fue la más atacada por sus cuatro mujeres y dos hombres oponentes, principalmente por su gestión como Secretaria de Medio Ambiente del gobierno capitalino de Andrés Manuel López Obrador, por la construcción del Segundo Piso de Periférico que prioriza el uso del automóvil y por rechazar el Nuevo Aeropuerto.
«Qué cinismo, Claudia, decir que no podías hacer nada cuando fuiste Delegada de Tlalpan», le dijo Purificación Carpinteyro, de Nueva Alianza y ex perredistas. «Estás reprobada», le aseguró Barrales y Mikel Arriola Peñaloza, candidato del PRI, le pidió encarcelar a los «narcodelegados de Morena». Mariana Boy, del PVEM, también la señaló. Sheinbaum, entre movimientos de brazos y anotaciones intentó defenderse incluso contradiciendo al moderador y periodista Javier Solórzano. Le recordó a Mikel los errores de su partido tricolor y argumentó que en más delegaciones hay narcomenudeo. Respecto a sus propuestas, «no entiendes que es una ciudad progresista, no retrógrada», le aseguró.
Mikel Arriola, al igual que Barrales, al llegar al foro de Canal Once también se salió del auto en el que llegó al Casco de Santo Tomás para hablar con la prensa. El candidato del Partido Humanista, Marco Rascón Córdova, «Súper Barrio», dedicó tres minutos de su tiempo cronometrado para criticarlo.
Le dijo «chapulín de la derecha a la ultra derecha», lo comparó con el ex Gobernador Javier Duarte y el ex Presidente Gustavo Díaz Ordaz, lo señaló por «significar una sola forma de familia» y por «negar la existencia de la comunidad LGBT». El priista le contestó que regulará las marchas para no afectar «mayorías».
Afuera del foro donde se grababa el evento, la prensa se aglutinó para apartar lugar para captarlos al salir. Otros vieron la transmisión en la tele colocada a lado y rieron durante los ataques entre candidatos. «Tsss», dijeron cuando Sheinbaum, señalada por su actuar frente al colegio Rébsamen, le comentó a Barrales que era «vil» que usara la tragedia del sismo como centro de su campaña. También hacían bromas de los oradores.
Once mujeres policías y cadetes resguardaron su salida y paso por las cámaras de la prensa. Los candidatos posaron, dieron declaraciones a la prensa cada uno en un podium afuera del foro y luego volvieron a desfilar. Sheinbaum y Barrales fueron las más demandadas por las cámaras contrario a Boy y a la independiente.
Mikel Arriola, candidato del PRI que ha propuesto enviar a Fuerzas Armadas contra el narcomenudeo, salió rodeado de guaruras de las instalaciones del canal once. Estuvo acompañado de Francisco Olvera, dirigente del PRI CDMX. Mariana Boy, del PVEM, estuvo acompañada de Arturo Escobar y salió sin seguridad.
Sheinbaum también salió caminando al estacionamiento para retirarse.
Finalmente, Alejandra Barrales hizo un mitin afuera del IPN.
Lorena, candidata independiente, en una charla informal con SinEmbargo dijo que se estaba cambiando los tacones a sandalias para caminar como los ciudadanos y reconoció que se le dificultó hablar pero, para el siguiente debate, «me irá mejor».
