Una zona ajetreada, cada vez más comercial y ruidosa, Hilaria es como un oasis en medio de una plaza joyera. Tienen comida mexicana y amplia variedad de cervezas artesanales e importadas.
Ciudad de México, 13 de abril (SinEmbargo).– En una calle cada vez más llena de tiendas de ropa, bares y mucho ruido, Hilaria es una buena alternativa para pararse a comer y tomar una cerveza artesanal o importada.
Para llegar ahí, es necesario entrar por el famoso Centro Joyero, subir las escaleras y cruzar un pequeño pasillo. Lo reconocerás porque hay dos grandes refrigeradores y una pared llena de cervezas.
Dicen en su página web que tienen más de 200 etiquetas, lo cual no es del todo cierto, sí hay variedad pero no la que viene en el menú, por lo que para mantener actualizada su carta piden a los comensales que busquen el catálogo digital en su sitio.
Como primerizos claro que no lo hicimos y pedimos varias opciones antes de atinar a una que tuvieran, lo cual puede resultar un poco frustrante.
Antes de ello elegimos la mesa en el balcón que da hacia Madero, cuya vista vale la pena pero sólo para una de las dos sillas, pues la otra persona tendrá que usar una periquera bastante incómoda para comer, pero bueno, fue nuestra elección.
Para comer, pedimos el Molcajete Hilaria con 200 gramos de arrachera, chorizo, fajitas de pollo (¿por qué lo siguen poniendo?), queso, chicharrón, nopales, cebollitas, frijoles y la salsa de la casa. Además de un gran chamorro de cerdo que coronaba todo.
Como buenas cervezas artesanales, eran de un sabor fuerte, alejado del de una cerveza clara con su vaso escarchado con sal y limón que verdaderamente se nos antojaba para degustar aquel atasque carnívoro, por lo que tuvimos que ceder, apartarlas un rato y pedir una michelada.
Veredicto. El lugar es una buena opción para comer y beber tranquilamente en una zona muy ajetreada. Es informal, con precios justos (altos pero es el estándar de ese tipo de cervezas).
Hilaria Gastrobar. Francisco I. Madero 57, Centro Histórico, CdMx