China pidió este jueves a Estados Unidos que «cese y abandone» la adopción de medidas que ponen en peligro la relación bilateral y alertó que «no teme ni retrocederá en una guerra comercial».
«Si se inicia una guerra comercial, China luchará hasta el fin para defender sus intereses legítimos con todas las medidas necesarias», apuntó la embajada de China después que Donald Trump firmara un decreto autorizando aranceles por 60 mil millones de dólares a productos chinos.
WASHINGTON, 22 de marzo (Xinhua).– A pesar de las advertencias de grupos empresariales y de expertos en comercio, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó hoy un memorándum que podría imponer aranceles de hasta 60 mil millones de dólares a las importaciones provenientes de China, la acción unilateral más reciente amenaza el comercio global.
Trump ordenó al representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer publicar en 15 días una lista de artículos chinos que podrían ser sometidos a aranceles y el Departamento del Tesoro tendrá 60 días para proponer restricciones a las inversiones chinas en Estados Unidos, indicó el memorándum presidencial.
Los aranceles podrían ascender a «unos 60 mil millones de dólares», dijo hoy Trump en la Casa Blanca antes de firmar el memorándum. Pero un alto funcionario de la Casa Blanca dijo que la cifra es de cerca de 50 mil millones de dólares.
El memorándum se basa en la llamada investigación de la Sección 301 sobre presuntas prácticas chinas relacionadas con la propiedad intelectual y la transferencia de tecnología lanzada por la administración Trump en agosto de 2017.
China «tomará todas las medidas necesarias» para defender sus derechos e intereses, señaló hoy un funcionario del Ministerio de Comercio chino e respuesta a las informes de los medios en el sentido de que Estados Unidos anunciaría pronto los resultados de la investigación.
«China ha dejado clara su postura en varias ocasiones en cuanto a que está firmemente en contra de prácticas proteccionistas unilaterales y comerciales como estas de la parte estadounidense», dijo el funcionario.
La Sección 301, alguna vez muy utilizada en los ochenta y principios de los noventa, permite al Presidente de Estados Unidos imponer aranceles u otras restricciones comerciales de manera unilateral a otros países. Pero Washington rara vez ha utilizado esta anticuada herramienta comercial desde la creación de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 1995.
«En realidad ya no fue necesario para Estados Unidos usar esta ley porque ahora contaba con un efectivo sistema de solución de disputas en la OMC», dijo Chad Brown, experto en comercio y miembro del Instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE) con sede en Washington.
El memorándum se produce después del reciente plan arancelario de Trump sobre las importaciones de acero y aluminio y después de los aranceles de enero sobre los paneles solares y las lavadoras importados. Estas decisiones unilaterales han generado una oposición y advertencias fuertes de grupos empresariales de todo el mundo.
En una carta dirigida a Trump el domingo, 45 asociaciones comerciales estadounidenses de los sectores minorista, tecnológico, agrícola y de otros productos de consumo exhortaron a la administración a no seguir adelante con los aranceles sobre las importaciones chinas porque esto perjudicaría a los consumidores y negocios estadounidenses.
Un grupo de 25 grandes minoristas de Estados Unidos, incluyendo Walmart, Costco y Best Buy, también advirtieron el lunes que cualquier arancel adicional agravaría la desigualdad en el país y «castigaría a las familias trabajadoras estadounidenses» con precios más altos en productos básicos como ropa, calzado y electrónicos.
Si la administración Trump impone un arancel de 25 por ciento a las importaciones de tecnología de la información y la comunicación procedentes de China, esto costaría a la economía estadounidense 332 mil millones de dólares en las próximos 10 años, se indicó en un informe reciente de la Fundación para la Tecnología de la Información y la Innovación, un grupo estadounidense de expertos en tecnología.
«En términos simples, los aranceles son impuestos perjudiciales para los consumidores estadounidenses», dijo Thomas J. Donohue, presidente y director general de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, quien advirtió que el plan arancelario de la administración Trump podría conducir a «una destructiva guerra comercial» con serias consecuencias para el crecimientos económico y la generación de empleos en Estados Unidos.
«Aranceles por 30 mil millones de dólares al año acabarían con más de un tercio de los ahorros que las familias estadounidenses lograron luego de que se duplicó la deducción estándar en la reforma fiscal. Si los aranceles llegaran a 60.000 millones, lo cual se ha rumorado, el impacto sería incluso más devastador», dijo Donohue.