Esta año la conmemoración del día internacional busca crear consciencia sobre la importancia de la reforestación de bosques y manglares y sobre todo, comprender que el agua depende de la preservación de los ecosistemas.
Redacción Agua.org.mx
Ciudad de México, 18 de marzo (SinEmbargo/Agua.Org.Mx).– El día mundial del Agua surgió con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia del aprovechamiento del agua en la productividad y el bienestar social de los países. Desde 1993 cada 22 de marzo se conmemora haciendo énfasis en temas relevantes sobre este recurso, a nivel mundial.
Este 2018 busca llamar la atención sobre el papel fundamental de la naturaleza para enfrentar los desafíos que existen a nivel mundial respecto al agua con con la campaña La respuesta está en la naturaleza. Se trata de comunicar la importancia de poner en práctica soluciones basadas en la naturaleza, como reforestar bosques y manglares, restablecer la conectividad de los sistemas acuáticos, entre otras acciones, para restablecer el ciclo del agua.
La actual crisis del agua abarca múltiples dimensiones y en gran medida es el resultado de un sistema de gestión o administración deficiente que no ha generado un sano equilibrio entre la demanda, la disponibilidad y la oferta de los recursos hídricos.
En México, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el mayor consumo se debe a la ineficiencia de las prácticas de irrigación agrícola, al desarrollo industrial y a los malos hábitos de consumo. Además, en el abastecimiento de agua se registran mermas importantes por fugas en las redes de distribución. En el caso del agua potable es del 30 al 50 por ciento debido a la falta de mantenimiento de las tuberías, la falta de control de la presión y la mala calidad de los materiales empleados. En los domicilios se siguen utilizando muebles de alto consumo y se presentan fugas inadvertidas o no atendidas.
Aunque empieza a haber avances, existe un gran rezago en el aprovechamiento de aguas residuales tratadas, la verificación de aprovechamientos, el ordenamiento de acuíferos y cuencas, y la actualización de la metodología para el pago de derechos por uso o aprovechamiento de aguas nacionales.
El actual modelo de gestión que prevalece en México tiene una perspectiva político-administrativa que no considera la interrelación existente entre el sistema natural, social, productivo, y el ciclo hidrológico que ocurre en las cuencas.
Esta gestión fragmentada por sectores, por tipos de uso, por fuentes y otras variantes y alejada de la dinámica natural de los ecosistemas y el agua, ha producido resultados que ponen en evidencia la necesidad de reorientarla. Un primer paso es considerar las cuencas como la unidad territorial básica para hacerlo.
La cuenca es el territorio por donde escurre el agua hacia una corriente principal y luego hacia un punto común de salida, es la unidad geográfica funcional más adecuada para gestionar el agua con una perspectiva de sustentabilidad.
Es necesario transitar hacia un modelo de gestión por cuencas que se adapte a las condicionantes físicas y sociales, propicie la preservación de los ecosistemas y busque el equilibrio entre los aprovechamientos, bienes, servicios y funciones del agua con la participación de los actores involucrados: ciudadanos, usuarios, autoridades gubernamentales, expertos, organismos operadores, etcétera.
En necesario comprender que el agua depende de la preservación de los ecosistemas y su dinámica. Con acciones sencillas puedes colaborar usa responsablemente el agua, evita el desperdicio, no tires basura, participa en acciones para restaurar tu cuenca, sé parte de campañas de limpieza de los cuerpos de agua, denuncia fugas, mal uso y contaminación. Sobre todo mantente informado.
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