El trabajo de las mujeres ha sido esencial para la conservación del patrimonio natural y no se puede entender el medioambiente sin su valioso trabajo, afirma la científica ycreadora de la primera secretaría ambiental en México, Julia Carabias Lilo.
Por Ivette Mota
México, 7 de marzo (EFE).- Las mujeres científicas y las que viven en el campo tienen una importante contribución en el conocimiento del medioambiente y han jugado «un papel fundamental como protectoras de los recursos naturales», dijo hoy a Efe la bióloga mexicana Julia Carabias Lilo.
La científica ha contribuido al avance en temas como desarrollo ecológico territorial, cambio climático y acción social en defensa del medioambiente, tanto en el sector del gobierno como en la academia y organismos de la sociedad civil. También destaca su trabajo en la defensa del patrimonio natural y cultural en la Selva Lacandona de Chiapas.
Carabias reconoció que el trabajo de las mujeres «ha sido esencial para la conservación del patrimonio natural» y añadió que «no se puede entender el medioambiente sin el valioso trabajo» de ellas.
Resaltó el trabajo de las mujeres científicas que han aportado «no solo al conocimiento sino en la difusión de la importancia del cuidado ambiental».
Asimismo, destacó el conocimiento de las mujeres de las comunidades rurales, quienes desde hace muchos años trabajan por la conservación de los recursos naturales y afirmó que ellas «sufren, de manera muy cercana, las consecuencias del deterioro ambiental» y buscan los recursos naturales de lugares mucho más lejanos.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo, Carabias enfatizó la importancia del derecho a un medioambiente saludable, y sostuvo que debe «considerarse la perspectiva de género e incluir la relevancia de la vida de las mujeres en la ciencia y en el medio rural».
«Con ello podemos dar un avance sustantivo en materia de medioambiente para lograr el bien de todos los mexicanos y del planeta», advirtió.
En el siglo XX destacaron científicas mexicanas como Anna Hoffman Mendizábal y sus estudios en ácaros; Enriqueta García Amaro con su aportación sobre el clima y la vegetación; Gloria Alencáster Ybarra, quien inició el Museo de Paleontología, y Laura Huerta Muzquiz, bacterióloga y pionera en estudios de las algas y costas mexicanas, entre muchas otras.
Julia Carabias es una de esas científicas destacadas. El pasado 5 de marzo recibió el premio «Ecología y Medio Ambiente» de la Fundación Miguel Alemán, en su edición XXIII. En esa ocasión, el doctor José Sarukhán, presidente del programa de ecología de la fundación, reconoció el aporte «único» de Carabias, el cual «marcó un parteaguas histórico en la temática ambiental del país» gracias a la iniciativa de crear la primera secretaría ambiental en México.
Carabias explicó que «la construcción de esta primera secretaría ambiental (en 1994) permitió sentar las bases legales para una política ambiental que ha estado en permanente cambio, ya que la velocidad a la que se presentan los cambios ambientales globales es muy rápida».
Durante la entrevista enfatizó los constantes recortes presupuestales a las actuales instituciones ambientales, que impactan seriamente al ambiente.
Habló de la situación de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) e hizo un llamado a los próximos gobernantes de México: «Tenemos que hacer sentir la importancia y la fuerza que esta institución debe tener», ya que «esto repercute profundamente en temas de conservación del patrimonio natural».
«Tenemos que encontrar nuevas formas de financiamiento y un compromiso de las próximas autoridades. De lo contrario no se podrá afianzar la conservación del patrimonio natural», advirtió.
Aseguró que esto «es una responsabilidad del Estado mexicano», pues la tarea no puede ser solo de la sociedad ni puede ser un tema que se transfiera a la iniciativa privada.
«Es muy importante que el próximo gobierno tome este tema ambiental en el centro de las políticas y sobre todo que se incluya junto con otras», señaló.
«El tema ambiental no es tema marginal y apartado, cruza por la política económica y social y solo así es como vamos a lograr un país justo, equitativo, sin pobreza y con un medio ambiente sano», concluyó la científica.
