El hombre publicó el documental El último deseo de mamá que relata los días previos del fallecimiento de su madre y las ganas que tenía de quitarse la vida.
La Haya, 31 de enero (EFE).- Un tribunal holandés condenó hoy a seis meses de prisión condicional a un anciano de Bolduque (sur de Holanda) que ayudó a su madre de 99 años a morir en casa y sin supervisión de un profesional, un caso que abrió un debate en el país, ya que la eutanasia solo puede ser practicada por un médico.
«Me siento como un criminal y eso me sorprende, pero estoy en esto hasta el final. La batalla aún no ha terminado. No se trata solo de mí, estoy preocupado por lo que significa una vida completa. No niego que ayudé a mi madre con su muerte, pero se trata de mirar el contexto», dijo el acusado Albert Heringa, de 75 años.
Heringa fue absuelto en dos ocasiones de todos los cargos pero el pasado marzo el Tribunal Supremo volvió a mandar el caso a la Corte de Bolduque porque consideró que la eutanasia llevada a cabo por alguien que no sea un médico «debe estar sujeta a reglas estrictas».
El anciano ayudó a su madre a morir cuando los médicos rechazaron su solicitud de practicarle la eutanasia y administrarle una dosis letal en el hospital.
Heringa filmó un documental El último deseo de mamá con los días previos al fallecimiento de su madre, quien había perdido la vista y sufría fuertes dolores de espalda.
Las imágenes se emitieron en 2010 y mostraban también cómo ella había estado almacenando pastillas en secreto para quitarse la vida.
La fiscalía había pedido una condena a prisión de tres meses, pero el veredicto de hoy le sentencia a seis meses de prisión condicional, por lo que no irá a la cárcel.