El conflicto en la República Centroafricana estalló en 2013 y recientemente se ha reavivado por las acciones de milicias que luchan por el control de áreas en el noroeste del país.
Ginebra, 23 enero (EFE).- Los desplazamientos forzados en la República Centroafricana han alcanzado niveles récord, con cerca de 700 mil víctimas de esta situación en un país que apenas cuenta con 4.6 millones de habitantes, dijo hoy la ONU.
Los altos niveles de violencia armada, particularmente en el noroeste del país, han provocado que el número de desplazados internos haya aumentado en un 60 por ciento con respecto a un año antes.
En la ola de violencia que se registra desde diciembre se han quemado más de 15 mil viviendas y asesinado a cerca de medio millar de personas, aunque estas cifras pueden ser mucho peores debido a que hay áreas a las que no se tiene acceso, sostuvo la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
El conflicto en la República Centroafricana estalló en 2013 y recientemente se ha reavivado por las acciones de milicias que luchan por el control de áreas en el noroeste del país y de sus recursos.
Dos milicias se disputan principalmente la zona: el Movimiento Nacional para la Liberación de la República Centroafricana y el conocido como Revolución y Justicia, que a la vez son apoyados por distintos grupos étnicos.
Ambos son acusados de ataques contra aldeas, de quemar casas, saquear alimentos y asesinar a quienes se les pongan enfrente.
Además del desplazamiento interno masivo, esta situación «ha llevado a más de 17 mil centroafricanos a huir a la vecina Chad desde diciembre, diez veces más que en todo 2017», dijo en Ginebra el portavoz del ACNUR, Adrian Edwards.
«Estamos ante el mayor movimiento de la República Centroafricana a Chad que observamos desde 2014», agregó.
En total, unos 542 mil centroafricanos están refugiados en los países vecinos, lo que representa un 12 por ciento más que el año pasado.
ACNUR dijo que, con otros organismos humanitarios, están intentando prestar ayuda esencial a los desplazados y refugiados, con alimentos y atendiendo a enfermos de malaria, diarrea y patologías respiratorias.