Obesidad y depresión: cuando la cirugía es la última opción

21/01/2018 - 12:00 am

Con el 70 por ciento de los mexicanos con sobrepeso u obesidad y en riesgo de sufrir enfermedades asociadas con ésta, como las cardiovasculares, la diabetes y el cáncer, pocas veces se toma en cuenta otros padecimientos relacionados, como la depresión.

Ciudad de México, 21 de enero (SinEmbargo).– "La obesidad es acompañada, con frecuencia, de la depresión y una puede ocasionar e influir sobre la otra. La depresión puede causar y ser resultado del estrés, el cual, a su vez, puede causar un cambio en sus hábitos alimenticios y actividades", es el estatuto que la Asociación Americana de Psicología hace sobre la relación entre ambas afecciones.

Mientras que las cifras de depresión en México son difíciles de señalar por la falta de diagnósticos (la Asociación psiquiátrica Mexicana apunta que el 3.3 por ciento de la población la sufre), las de sobrepeso y obesidad están bien señaladas y desde hace años son alarmantes, al grado que la Secretaría de Salud federal declaró una emergencia sanitaria en 2016.

"Actualmente, más del 70 por ciento de la población sufre de sobrepeso u obesidad, eso es impactante. Entonces, estamos hablando de un porcentaje de la población realmente alto que está en riesgo de padecer enfermedades secundarias a estas patologías, que generalmente se piensa sólo en problemas cardiovasculares, pero no son sólo la hipertensión o infarto al miocardio, también está la diabetes, la depresión, que aunque no está en los primeros lugares entre las patologías de nuestros país, es porque no se diagnostica", dice la doctora Vanessa Rodríguez Parés.

Y continúa: "Hablando de la depresión asociada al sobrepeso o la obesidad, quiero recordar que la definición de salud de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es bienestar biológico, psicológico y social, que significa que casi el 70 por ciento de nuestra población está enferma.

La obesidad y el sobrepeso ocasionan problemas psicológicos y de aceptación social y personal, lo cual genera depresión, que pocas veces se diagnostica porque no tenemos la cultura de acudir a una evaluación psicológica o psiquiátrica".

La Doctora Vanessa Rodríguez Parés Foto Clinicaesteticaintegralcom

La médico con maestría en cirugía cosmética, recientemente abrió una clínica en Polanco, en la Ciudad de México, donde asegura pone atención a la salud psicológica de los pacientes.

"En mi consultorio tengo 3 mil pacientes para bajar de peso, desde niños hasta personas de la tercera edad y la mayoría tienen un factor en común, son pacientes que han intentado en varias ocasiones perder peso con cualquier cantidad de dietas, planes alimenticios, remedios caseros, naturistas. Lo que falta en esos pacientes es el link entre el paciente y el médico, cuando el doctor se mete más al aspecto psicológico del paciente. Si no se enfoca la terapia para bajar de peso también en el aspecto emocional, ese tratamiento va a ser errático, no va a funcionar porque de lo que se trata es de hacer un cambio de vida en los pacientes, que perciban la comida de manera distinta, encontrar el origen de esa obesidad, la causa de porqué el paciente empieza a comer de más", dice Rodríguez Parés.

Menciona que los planes alimenticios que ella maneja en su clínica se rigen por un A, B, C: Agradable, Balanceado y Completo.

"Te tiene que gustar lo que estás comiendo y además ser práctico y adaptarse a sus horarios y estilo de vida. Balanceada y completa, que contenga en los porcentajes correctos, grasas, proteínas y carbohidratos y que contenga los tres grupos de alimentos porque esas dietas restrictivas a largo plazo no funcionan y no puedes generar un problema para corregir otro", continúa.

LA CIRUGÍA COMO RESPUESTA

"La cirugía estética si bien es considerada como algo banal, yo he tenido varios casos de pacientes con obesidad grado 1, que hemos sometido a una liposucción. Lo que pasa con ellos es cambiar la figura del paciente, pues están en un círculo vicioso en el que hacen una dieta y a lo mejor bajan algunos kilos que no se ven reflejados en su apariencia física y el paciente deserta, deja la dieta porque no tiene ese estímulo.

Cuando hacemos una liposucción, le cambia la figura, se empieza a ver mejor de manera inmediata y eso hace que el paciente tenga un estímulo y luche por no regresar a la figura que tenía antes del procedimiento, por lo que tienen más ganas de llevar a cabo un régimen alimenticio y realmente tener un cambio de vida.

Son pacientes específicos, que en la valoración preparatoria por el internista o el médico que los atienda emite un consentimiento de cirugía, de que el riesgo es bajo como cualquier procedimiento quirúrgico pero que no hay factores agregados que impidan realizar el procedimiento.

Pueden ser un éxito para bajar de peso partiendo de una liposucción.

No únicamente es algo de trivalidad, sino que también puede relacionarse con la salud. Hay estudios que demuestran que después de una liposucción, los niveles de trigliceridos y de glucosa en pacientes con diabetes, se reducen", finaliza.

Redacción/SinEmbargo
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