Incluir a Víctor Villalobos dentro del posible Gabinete de Morena para administrar la Sagarpa es un error, ya que «ha sido un arduo promotor de los cultivos genéticamente modificados en todos los cargos que ha ocupado durante su gestión en la Administración Pública», reclama la organización ambientalista Greenpeace.
María Colín, campañista legal de la organización ambientalista, llama a repensar a la posible asignación.
«Ojalá la gente cercana a López Obrador le susurre al oído que está cometiendo un error. Esperemos que intelectuales y la gente del campo que han estado cerca de él se lo hagan ver. Tiene tiempo para revirar esta decisión», plantea.
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Ciudad de México, 23 de diciembre (SinEmbargo).- La organización Greenpeace México, con presencia internacional, reclamó que en el Gabinete anunciado por el precandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), se encuentre un personaje que pondría en riesgo el campo mexicano: Víctor Villalobos.
Incluir a Villalobos dentro del posible gabinete de Morena específicamente para administrar la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), de acuerdo con la organización ambientalista, es un error, ya que «ha sido un arduo promotor de los cultivos genéticamente modificados en todos los cargos que ha ocupado durante su gestión en la Administración Pública».
En entrevista para SinEmbargo, María Colín, campañista legal de la ONG, expuso que la carrera de Villalobos está marcada por una tendencia a favorecer los intereses de la industria biotecnológica y desdeñar a quienes se oponen a las empresas y a la devastación ambiental, entre estas, dijo, salen a la relucir Monsanto, Pioneer, Bayer, Dow Agrosciences y Syngenta.
La abogada y activista recordó que entre 2002 y 2009, Víctor Villalobos fungió como coordinador general de Asuntos Internacionales en la Sagarpa y en 20003 firmó «a título personal» el acuerdo sobre «Requisitos para la documentación de organismos vivos modificados para alimento humano o animal, o para procesamiento», conocido como el «TLC transgénico», con Canadá y Estados Unidos, países que no forman parte del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad de los Organismos Vivos Modificado (OVM).
El acuerdo, afirmó Colín, no había sido ratificado por el Senado de la República y especificaba un porcentaje de 5 por ciento de tolerancia para la «presencia accidental» de transgénicos en embarques enviados a al país sin la obligación de etiquetado.
Incluso, por esa situación, en 2004, Greenpeace presentó una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República (PGR) y un año más tarde, promovió una denuncia de responsabilidad administrativa en contra de Villalobos ante el área de quejas del órgano interno de control de la Sagarpa, no obstante, ninguna de las dos prosperó.
Desde hace varios años, Villalobos ha sido señalado por boicotear las negociaciones en la primera reunión del Protocolo de Cartagena sobre la bioseguridad de los Organismos Vivos Modificados (OVM), celebrada en Malasia en febrero de 2003.
En el mismo contexto, el hoy integrante del gabinete de López Obrador fue criticado por la organización civil por supuestamente velar por los intereses de Estados Unidos y Canadá, además de manifestar que el etiquetado de los OVM debía ser un acto voluntario por parte de los países miembro.
En 2001, cuando se desempeñó como subsecretario de Sagarpa, Ignacio Chapela y David Quist, investigadores de la Universidad de Berkeley, hallaron maíz nativo contaminado con trangénicos en comunidades de la Sierra Norte de Oaxaca, donde se careció de inspección y monitoreo de las importaciones de dicho cultivo provenientes del país vecino del norte, hoy gobernado por Donald Trump.
«Como organización alertamos sobre la incongruencia del líder de Morena ya que por un lado plantea en su Proyecto de Nación una conversión agroecológica orientada a la sustentabilidad social y natural, así como la reivindicación de aguas, biodiversidad, saberes y cultura como bienes colectivos; y por otro promueve como secretario de agricultura a un funcionario que ha dado un espaldarazo a la industria de transgénicos, los cuales plantean un grave daño a la biodiversidad, a las semillas nativas mexicanas por la contaminación genética ocasionada por los cultivos transgénicos», se lee en el comunicado.
En el mismo sentido, Colín expuso que se necesita «un poco de sentido común» para saber que Villalobos no es la persona idónea para estar al frente de la Sagarpa.
«Ojalá la gente cercana a López Obrador le susurre al oído que está cometiendo un error. Esperemos que intelectuales y la gente del campo que han estado cerca de él se lo hagan ver. Tiene tiempo para revirar esta decisión», sostuvo.
En caso de que AMLO mantenga la decisión y llegue a la Presidencia, dijo, lo que ocurriría es lógico: «el campo mexicano estaría en riesgo».
No obstante, remarcó que no se trata de atacar a un partido político u otro, si no de salvaguardar el medio ambiente y tomar las decisiones correctas para lograr el fin. Por ello hizo un llamado al líder de Morena a que «recapacite esta decisión y repiense el nombramiento de este tipo de personas con estos antecedentes. Le pedimos que reconsidere esta decisión en aras de tener congruencia con lo que ha lanzado como un Plan de Nación».
«Es muy difícil que un funcionario que ha promovido los transgénicos a lo largo de su carrera, vaya a apostar por otro tipo de agricultura […] No tiene lógica que por un lado se promueva en el Plan de Nación una agricultura sustentable y por el otro designe a un funcionario de ese calibre», agregó.
Apenas hace unos días, La Jornada informó que respecto al cultivo de transgénicos si gana la elección presidencial, el político tabasqueño pidió ver el documental «Esto soy», en donde asegura que hará «lo que le convenga al pueblo y a la nación, no lo que le convenga a intereses creados”.
Desde hace varios años, campesinos indígenas de México emprendieron una batalla legal en contra de las empresas de biotecnología, como Monsanto, a las que acusan de contaminar sus tierras con semillas genéticamente modificadas, de violar las leyes que regulan los transgénicos y de no consultarlos.
Apenas el mes pasado, la Sagarpa tomó la decisión de revocar el permiso de liberación al ambiente de soya transgénica para los estados de Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, ya que Monsanto incumplió con la obligación de establecer los controles necesarios.
Las irregularidades provocaron que se sembrara y cultivara en miles de hectáreas fuera de los polígonos autorizados..