Estados Unidos presiona en los sectores textil, automotriz y agro con medidas proteccionistas que sólo le benefician; Canadá y México han decidido no aceptar su propuesta, lo que hace más posible que Trump cumpla su amenaza de desechar el TLCAN.
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Ciudad de México, 20 de noviembre (SinEmbargo).- México y Canadá rechazarán la petición de Estados Unidos de que el 85 por ciento de los componentes de autos tengan contenido regional, lo que podría paralizar las conversaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que se realizan en la capital mexicana.
“Las conversaciones realmente no van a ninguna parte», dijo el jefe del sindicato canadiense del sector privado Jerry Días, después de una reunión el domingo con el principal negociador de Canadá. “Mientras Estados Unidos esté en la posición en que está, esta es una pérdida de tiempo colosal», agregó.
Lo que pesa en las negociaciones, es que Donald Trump pueda cumplir su amenaza de desechar el TLCAN.
Estados Unidos quiere, además, que se bloquee el envío de productos mexicanos cada vez que lo considere para proteger su propia producción, algo que México no aceptará.
Además está el tema textil. Estados Unidos también quiere incrementar el contenido regional para las exportaciones, con el objetivo de poner freno a la entrada de textiles asiáticos. Las industrias textil y del vestido mexicanas también han mostrado su rechazo.
“Las conversaciones para actualizar el Tratado parecían en peligro de caer en un punto muerto en medio de quejas de inflexibilidad por parte de los negociadores de Estados Unidos”, dijo Reuters, citando a personas familiarizadas con el proceso.
“La falta de movimiento en asuntos importantes como las reglas de origen automotrices podría poner las negociaciones TLCAN en peligro de estancamiento a medida en que se acerca la fecha límite de comienzos de 2018 para revisar el Tratado. Una fuente cercana a las negociaciones dijo que México tiene serios problemas con una serie de propuestas estadounidenses, incluida la demanda de Washington de que el contenido regional para autos se eleve al 85 por ciento, y que el 50 por ciento provenga de Estados Unidos. La fuente agregó que México tampoco podía aceptar una propuesta de Washington que restrinja las importaciones de algunos productos mexicanos en ciertos momentos para proteger a los productores estacionales”, agregó.
México y Canadá pretenden presionar de manera conjunta, pero la prensa canadiense destaca hoy, con cierto asombro, que el ex Presidente mexicano Vicente Fox llamó “judas” a Justine Trudeau y amenazó a Canadá en una entrevista.
“Le advierto a Trudeau, le advierto a Canadá: no van a hacerla sin México”, dijo Fox, después de decirle al Primer Ministro de Canadá que “no sea Judas” y no “traicione a México” en las negociaciones del TLCAN.
Las declaraciones de Vicente Fox cayeron como balde de agua fría en Canadá, que ha buscado, al menos públicamente, mostrar solidaridad con México y defender el TLCAN. No son de lo más prudentes para este momento.
En las páginas de opinión de la prensa canadiense se ha desatado una fuerte polémica. “¿Pues qué México es Jesús? Si es así, ¿por qué mejor no ofrece a sus trabajadores un buen ambiente y mejores prestaciones laborales”, escribió Tony Loeffen.
“¿Por qué México no empieza asumiendo sus problemas en vez de utilizar el sistema norteamericano? Este idiota [Fox] es una broma”, dijo Kenneth E. Brand.
Comentarios similares, de censura a las amenazas de Fox, se extienden por toda la prensa canadiense, de National Post a The Globe and Mail.
Canadá, Estados Unidos y México llevan a cabo del 15 al 21 de noviembre, en la capital mexicana, la quinta ronda de actualización del TLCAN, que ha estado vigente desde 1994.
La Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario (AMSDA) dijo ayer en un comunicado que el regreso a un esquema arancelario a productos del campo repercutiría en el alza a los precios que tendrían que pagar los consumidores.
Como parte de la renegociación del TLCAN, que comenzó desde el 16 de agosto pasado, el Gobierno de Estados Unidos propuso incluir una cláusula de temporalidad para los productos agrícolas. El mecanismo establece que cuando en Estados Unidos se coseche algún producto, entonces México tendría una cuota o un impuesto que pagar para exportar al país del norte ese insumo o simplemente no podría hacerlo.
“Es de gran importancia que los resultados de la negociación del TLCAN sean favorables para los tres países del bloque, ya que siempre se han complementado en el ramo agroalimentario, particularmente con Estados Unidos”, dijo el presidente de la AMSDA, Héctor Padilla.